Todo México es Frontera

En anteriores Encartes Críticos me referí a la importancia que tienen para México los actuales escenarios internacionales. Años atrás, propuse la hipótesis de que todo México es frontera, misma que ahora reitero. La caravana de Hondureños que actualmente se encuentra en nuestro país, buscando llegar a lo que piensan que es el paraíso, me retrotrae a pensar en aquella hipótesis. Todo México es Frontera si uno lo ve desde el punto de vista latinoamericano. A México le corresponde, por posición histórica y geográfica, ser el límite entre los Estados Unidos y los países de América Latina. Es en nuestro país como tal, que se produce el conflicto fronterizo con la potencia militar y económica que hegemoniza el planeta. Es el capital financiero de los Estados Unidos el que dicta el rumbo de la actual economía política capitalista y a México le toca lidiar con las presiones que de allí vienen, de una manera particular, sencillamente porque compartimos la frontera que separa al mundo de la potencia hegemónica con lo que aquella considera su territorio de reserva. En ese sentido, todo México es Frontera. La caravana de Hondureños avanzará hasta los límites con los Estados Unidos y allí veremos nuevamente cómo se manifiesta la geopolítica de la que escribo. Previniendo cualquier alteración a las ordenes emanadas de Donald Trump, y detrás de él, los consorcios más poderosos del capital financiero, llegó a México el Vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pompeo. Vino a ordenar no a negociar. En ese escenario, se acerca el cambio de gobierno y esta será una prueba compleja de resolver. Todo México es Frontera quiere decir que no es el límite físico al que nos referimos, el territorio que marca la delimitación de los Estados Nacionales diferentes, sino al hecho de que es en nuestro país, en donde se remarca el conflicto entre la condición latinoamericanaversus el capital financiero que hegemoniza al mundo.

Con la vida a cuestas. Foto: Tragameluz

El avance de las derechas extremas (¿hay otro tipo de derechas?) en América Latina va acompañada de la mirada hacia México, precisamente porque todo el país es frontera. Lo ha dicho en otros términos el Presidente boliviano Evo Morales. Los ojos de los pueblos latinoamericanos están puestos sobre México, porque de lo que se haga en el terreno de las relaciones con los Estados Unidos, depende también el rumbo latinoamericano. Y los contextos se tornan muy complejos. En Centroamérica, siguen en pie las oligarquías, peleando palmo a palmo con sus propios pueblos. Habrá que hacer una disección más detallada de la situación, pero en los países vecinos del sur, se repite la intervención de los Estados Unidos. Precisamente en Honduras, quienes propiciaron el golpe de estado contra el Presidente Zelaya, fueron los Estados Unidos, y ahora esconden la mano y se escandalizan por la caravana.  En Brasil, son los Estados Unidos que, apoyados en los contextos internos fundamentalistas y otros sectores de la población, apoyan a Jair Bolsonaro, un fascista confeso, que anuncia la restauración de la dictadura militar y el entierro de la democracia. El triunfo de un personaje como Bolsonaro en un país como Brasil, será un golpe duro que México tendrá que sortear partiendo de una compresión correcta de los escenarios internacionales, incluyendo las graves fallas de una izquierda en América Latina enredada en laberintos que no ha sabido descifrar.   Será una suerte de prueba de fuego para el nuevo gobierno mexicano el manejo del asunto brasileño. Pero no se detiene allí el problema. ¿Qué pasará con Venezuela, el Ecuador, Chile, Argentina? ¿Qué pasará con los países del Cono Sur? Y cómo manejará México, ese México que es todo Frontera, los contextos que se avecinan.

Por supuesto, la política externa está conectada con la interna. En ese sentido, y en los escenarios que he descrito, me parece que Chiapas será el punto estratégico, el “botón de muestra” de hasta dónde llegará la profundidad de los cambios anunciados por los integrantes del gobierno próximo. Justo en Chiapas se inicia la frontera de Latinoamérica con los Estados Unidos, es el punto en donde se reúnen el Norte y el Sur. No falta mucho tiempo para constatar los rumbos de una historia que traerá no sólo nuevos factores al presente, sino que dejará aflorar los sustratos del pasado.

Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 20 de octubre de 2018.