MORENA Y AMLO en el poder: ¿disrupción o continuidad?

Decía Francis Bacon que “el dinero es como un fertilizante, no es bueno, excepto si se reparte”. Evidentemente Bacon se refería a que no es sano para una sociedad que la riqueza se concentre en pocas manos porque esa concentración es el inicio de las desigualdades económicas; las que pueden conocerse a través de analizar los indicadores de riqueza, ingreso y consumo de una sociedad.

El dinero legitima las igualdades, pero también la pobreza. Tienes riqueza y eres igual a cualquiera. No la tienes y también eres igual a muchos desposeídos. Incluso el acceso a la justicia es más sencillo para quienes tienen todo y muy difícil para quienes no tienen nada.

La frase de Bacon también puede aplicarse a las situaciones de poder. El poder es la capacidad de que otros hagan lo que no quieren hacer; o que no harían de otra manera. El poder es convencimiento con el ejemplo, con la fuerza o con argumentos. Coacción y coerción; de cualquiera de las dos formas se ejerce un poder.

En el México de la alternancia democrática, no hay un presidente elegido en las urnas con una abrumadora mayoría como lo fue Andrés Manuel López Obrador. La bandera de su plataforma política fue la austeridad, el combate a la corrupción y lo que posibilitó su impulso fue el hartazgo ciudadano. Las urnas le dieron legitimidad a su victoria y también a lo que, ya convertido en gobierno quiera realizar.

MORENA y AMLO fueron una aplanadora electoral inédita en México. El movimiento político fundado por López Obrador tendrá presencia en todo el país. Prácticamente MORENA cubrirá todos los cabildos nacionales, todos los municipios, todas las regiones y todo el territorio mexicano. Antes que MORENA, en México solo el PRI y la Coca Cola lo habían hecho.

En consecuencia, MORENA y AMLO acumulan al mismo tiempo dos elementos esenciales para la vida democrática de un país: legitimidad y poder. De la movilización y el activismo social incluso histórico, las bases de MORENA pasaron al poder. Pero el asunto es: ¿Qué se hace con el poder?

¿Qué harán las bases de MORENA acostumbradas a la movilización social ahora que sean parte de un gobierno? ¿Qué bases políticas tiene MORENA? ¿Compartirá López Obrador su poder con las bases?

Parafraseando a Bacon; ¿será bueno que AMLO concentre el poder o que lo reparta entre sus huestes?

López Obrador no es un fenómeno político reciente; pero MORENA si lo es. El constructor del liderazgo que hoy llega a la presidencia nacional tiene más de veinte años construyendo precisamente su liderazgo. Pero su base social, es decir el movimiento que lo respalda es reciente. Por eso, una de las condiciones esenciales que explican el liderazgo pleno de AMLO en MORENA es que el mismo construyó al movimiento que lo llevó a la presidencia nacional.

El escándalo provocado por la boda del cercano colaborador de AMLO, demuestra que si bien el líder del movimiento es austero y enemigo del dispendio, probablemente sus colaboradores no lo sean. Ante ello AMLO está en una disyuntiva; se dedica solamente a gobernar o gobierna y al mismo tiempo vigila a sus colaboradores.

¿Con MORENA se acabará el estilo “kitsch” de la clase política? ¿Habrá menos frivolidad?

La prensa crítica estará a la expectativa de evidenciar excesos, ya que seguramente los habrá porque es evidente que no todos los aliados políticos de López Obrador piensan en ser austeros. Incluso porque nuestras instituciones son débiles y ello las hace susceptibles de dejar pasar la impunidad.

¿La figura de López Obrador alcanzará para tener el gobierno ético, austero y responsable?

Evidentemente que con el tipo de instituciones que heredará MORENA, eso no será posible. En ese sentido, el gran dilema del futuro gobierno de AMLO se refiere a conservar el “estatus quo” o ser disruptivo.

¿Más de lo mismo con el “populismo” como bandera? incrementando los subsidios a las clases populares quitándoselos incluso a las clases altas.

¿La disrupción total diseñando políticas públicas que tengan el componente económico de incorporación a la vida productiva de quienes menos tienen?

MORENA y López Obrador desafiaron un “estatus quo” establecido. Convencieron al país que se podía ejercer un poder desde la constitucionalidad y no desde la clase política dominante; es decir desde los privilegios y las prebendas.

Ahora; muchos activistas y luchadores sociales son gobierno y tienen que demostrar que lo que se pregonaba, es posible convertirlo en realidad. Difícil tarea, cuando las expectativas creadas ante la sociedad son altísimas y cuando, además no estarán solos en el gobierno; los acompañan numerosos saltimbanquis de la política.

¿Porqué el gobierno de AMLO tiene que ser disruptivo?

Hay mexicanos que quieren trabajo, hay quienes lo tienen, pero es precario. Hay también compatriotas que tienen la esperanza de salir de la pobreza, otros más quieren justicia para sus muertos, cientos o miles de mexicanos están buscando a sus desaparecidos. Muchos de nosotros no confiamos en las autoridades. Por eso, estamos más dispuestos a hacer cosas por nuestra cuenta que con la autoridad.

En México existe una total desconfianza en la clase política, la administración pública y todo lo que signifique gobierno es el saldo de los últimos años de gobierno.

Crisis, inflación, devaluación es lo que hemos visto los mexicanos de nuestros últimos gobiernos. Y en los más recientes se repite la crisis, la inflación y la devolución junto con la corrupción y la impunidad.

AMLO y MORENA necesitan encabezar un gobierno disruptivo porque les tocará gobernar a un país que parece sin gobierno. Un país que carece de conducción nacional, de liderazgos estatales y municipales honestos.

Necesitan la disrupción porque hay mexicanos que tienen un trabajo precario, que temen por su seguridad cuando salen a la calle, porque el país se llena de desaparecidos. Porque no parece que alguien en México, sienta que exista -para bien- el gobierno.

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