De opacidades y atropellos en el Chiapas contemporáneo
Por Flor María Pérez Robledo
En el marco del próximo cambio de poderes a nivel federal y estatal, resulta pertinente preguntarse de qué manera dichos procesos podrán impactar en Chiapas, particularmente en lo que refiere a la generación de mejores condiciones de vida para sus habitantes.
Ahora mismo presenciamos un ambiente de opacidad en relación a quien el pasado 1º. de julio resultó electo como próximo gobernador, Rutilio Escandón Cadenas, personaje ligado políticamente a Velasco Coello, el polémico gobernador, operador político del PVEM y senador plurinominal con licencia otorgada en dos votaciones en la cámara Alta.
Rutilio Escandón Cadenas no ha dado a conocer cuáles serán las prioridades para su gobierno, limitándose a replicar el discurso y los planteamientos del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Esta situación no solamente es un indicativo de que el gobernador electo es tal, como consecuencia del efecto arrasador de AMLO y de Morena en el país, también nos revela que no existe claridad en el rumbo a seguir para Chiapas, ya que no conocemos cuáles serán los ejes estratégicos del Plan de Desarrollo del nuevo gobierno estatal. Temas nodales son, entre otros: educación, medio ambiente, crecimiento económico, desarrollo social, combate a la corrupción, comunicaciones, pueblos indígenas, equidad de género, seguridad y violencia, frontera sur.
Tan solo para dar un ejemplo, menciono aquí, por relevante, el tema de la educación en el estado, que es amplio y complejo. El gobernador electo se ha pronunciado por “elevar la calidad de la educación” y por “ser aliado del magisterio”, sin embargo, no hay un planteamiento claro para saber qué se entiende por calidad de la educación y cómo se logrará este objetivo. Más específicamente, para el caso de la educación superior el presidente electo ha afirmado que se impulsarán nuevas universidades en el país. En Chiapas, ¿Cuántas universidades se impulsarán y en qué lugares? ¿Quiénes coordinarán estos esfuerzos? ¿Qué papel juegan aquí las autoridades municipales y los diversos actores sociales?¿Cómo se definirán las carreras que se ofrecerán? ¿De qué manera se fortalecerá a las universidades públicas existentes en el estado? Son preguntas importantes que necesitarían ser respondidas para dimensionar el alcance de esta propuesta.
Durante 2018 la población chiapaneca, igual que en el país, se volcó a las urnas el pasado 1º. de julio, lo que no significa necesariamente que la acción de gobierno y los actores políticos locales propongan potencializar ese acto ciudadano para ejercer en el plano gubernativo, un oficio que privilegie la dimensión social de la democracia.
En Chiapas aún no salimos del escándalo sobre los atropellos legales para otorgar licencia a Velasco Coello para terminar su período como gobernador, cuando el estado vuelve a ponerse en el centro de los cuestionamientos. En varios municipios más de 40 mujeres que ganaron cargos de elección popular durante las pasadas elecciones, renunciaron a estos para que puedan ocuparlos varones. Lo grave es que no se trata de una decisión que haya surgido repentinamente, sino más bien, se entiende como una acción concertada de algunos partidos políticos, particularmente, de los Partidos locales Mover a Chiapas y Chiapas Unido, así como del PVEM.
Aquí es donde la paridad de género, medida adoptada por diferentes legislaciones electorales para garantizar la participación de las mujeres en la vida política, en igualdad de circunstancias que los varones, se encuentra de frente con la realidad, o más bien, con el pragmatismo político.
Este asunto ha ocupado al IEPC, a consejeros nacionales del INE, a la CNDH, a la Red Chiapas por la paridad efectiva (REPARE), a diputadas federales de todas las fracciones parlamentarias, para que se respeten los derechos políticos de estas mujeres. No estamos ante una situación inédita, pues una situación similar se vivió en las elecciones intermedias de 2015. Sin duda, es urgente que las instancias correspondientes diriman la situación y sienten precedentes de que casos como estos no pueden volver a repetirse.
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