Definición de taberna
Por la región de Chicomuselo, taberna es el nombre de una bebida que sacan de la palma del coyol y que fermentan. En la región de Comalapa, coyol es el nombre del testículo. Juan juega con las dos palabras: taberna y testículo, porque, dice, que cuando alguien bebe taberna se vuelve testículo de chucho, porque como el coyol del chucho “se pone hasta atrás”.
Una vez, en el rancho de Jorge bebimos taberna. Ya un viejo de la zona nos había advertido que tuviéramos cuidado a la hora del consumo, porque no se siente el efecto. “Están sentados, bien contentos, bebiendo y bebiendo, pero a la hora que quieren pararse ahí les pega el aire y ya no se pueden mover”. Como dicen que ante advertencia no hay engaño, nada dijimos cuando estuvimos “bebe y bebe”, sentados en la arena de la playa del río Grijalva (antes, mucho antes que esa zona fuera inundada por la construcción de la presa La Angostura), y cuando quisimos pararnos nos fuimos de bruces sobre el piso. ¡Ay, padre! Los rancheros se reían, terminaron ayudándonos a pararnos y, sosteniéndonos de los brazos, nos ayudaron a llegar a la Casa Grande, donde caímos como bultos. Uno de los amigos rechazó la ayuda y quedó tirado en la playa. Dos horas después ya estábamos en condiciones de caminar, bajamos para ir por el amigo y cuando llegamos vimos que una mancha negra le cubría todo el cuerpo, ¡eran hormigas! Tuvimos que cargarlo y aventarlo al río para que despertara y murieran las hormigas. Desde entonces, cuando íbamos a tomar una cerveza en alguna cantina comiteca, decíamos: “Pero, sin taberna”, con lo cual queríamos decir que no nos emborracharíamos, que no dejaríamos que nos subieran las hormigas del delirium tremens.
Pero, todo mundo lo sabe, la palabra taberna alude a ese clásico maravilloso espacio donde se sirven bebidas y botanas.
Cuando voy a Chicomuselo pregunto por qué a la bebida de la palma de coyol le llaman taberna y nadie sabe decirme. Rafael dice que algún lector de novelas leyó un libro de aventuras donde algún espadachín entró a una taberna y pidió un vaso de vino. Como el personaje se emborrachó y se batió a espadazos con algún truhán, el compa de Chicomuselo dedujo que en la taberna se embolaba la gente y luego se peleaba y como lo mismo sucedía cuando ellos bebían la bebida fermentada decidió bautizarla con tal nombre. Esto es una bobera de Rafael, pero vale como anécdota.
En Chiapas no hay más taberna que la bebida alcohólica, en Chiapas hay bebederos (pucha, ni que fuéramos caballos), cantinas y bares (ahora hay antros). Las cantinas, entonces, son sobrinas de las tabernas clásicas, porque en las cantinas, como en aquéllas, se entra a beber y nunca faltan las disputas (por favor, no separar la palabra en sílabas remarcadas).
Cuando le pregunto a amigos qué piensan cuando escuchan la palabra taberna, siempre se remontan a imágenes cinematográficas, televisivas o imágenes de novelas y cuentos clásicos. Por lo regular son escenas europeas, del medioevo, porque cuentan que hay mesas de madera donde están jarras de vino, pan y quesos. Las mujeres llevan vestidos hasta el tobillo y algunas de ellas llevan blusones con escotes generosos que permiten ver pechos soberbios.
La taberna es la abuela clásica de las cantinas. Pero, en Chiapas es prima hermana del posh y del llamado hinchapié
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