Los presuntos zapatistas en los que creyó Solalinde
- Antes buscaron a Roberto Albores para unirse a su campaña, ahora a Andrés Manuel López Obrador
Si de algo no se puede dudar es de la buena intención y actuar inocente del sacerdote Alejandro Solalinde Guerra. El asesor en derechos humanos del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, creyó en las palabras de quienes se presentaron como integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y pedían “una carta firmada por el presidente”, para convocar a un diálogo.
Contra toda lógica, y desconociendo a fondo los planteamientos y la ruta política que de manera clara ha trazado el EZLN –mantener rota cualquier relación con el gobierno mexicano, en tanto este no apruebe al pie de la letra los Acuerdos de San Andrés- Solalinde Guerra creyó en quien intervino para solicitarle una cita con “zapatistas”.
La cita, a la que acudió este martes por la mañana, fue con tres personas: una de los pueblos originarios, una de San Cristóbal de las Casas y una de Tuxtla. Así lo narró el sacerdote.
A Solalinde le bastó que la persona que intervino para la cita, y las personas con quienes se vio esta mañana dijeran ser zapatistas, para anunciar un acercamiento entre el presidente electo y el grupo que en 1994 le declaró la guerra al gobierno mexicano.
La ilusión de lo que él creyó sería un hecho histórico, no tardó en derrumbarse. Este mismo día, a través del subcomandante Moisés, el EZLN aclaró: “El CCRI-CG del EZLN, dirección política, organizativa y militar del EZLN, no ha aceptado ningún primer diálogo con nadie. Como es sabido por quienes tienen el mínimo conocimiento sobre el EZLN y sus modos, un asunto así sería comunicado públicamente con antelación”.
Desde hace al menos 16 años, después de la contrarreforma indígena, el EZLN no ha dialogado con los gobiernos federales, ni con Vicente Fox después de 2001, ni con Felipe Calderón, ni con Enrique Peña Nieto.
Solainde sin embargo, es un hombre de fe, que se niega a ver la posibilidad de haber sido víctima de un posible timo (engaño), aunque el único argumento sólido que tuvo –y tiene aún- para creer que son zapatistas quienes lo contactaron, es su propia convicción.
El hecho pasaría sin mayor repercusión al anecdotario de la política mexicana, si no fuera porque si bien López Obrador es el primer presidente electo que llega con una amplio apoyo ciudadano, grupos antagónicos siguen queriendo verlo cometer errores y trastabillar.
Es un hecho conocido que indígenas han militado en las filas del EZLN y después han desertado. Pero en la política no se puede ser ingenuo, lo que lleva a preguntarse de dónde pudo haber venido esta componenda que atravesó a Solalinde.
Un antecedente para encontrar explicación posible se dio en junio pasado, cuando el equipo de Roberto Albores Gleason difundió el respaldo que presuntos zapatistas le dieron a durante la pasada contienda por la gubernatura de Chiapas.
Lo único claro es que aquí y ahora alguien está buscando sacar ventaja, haciendo el juego sucio contra Andrés Manuel López Obrador; ese alguien se mueve en los círculos políticos de Chiapas, y ahora utilizó la buena fe de Solalinde.
Yo no me creo el cuento final de esta nota. Lo que logró el padre fue levantar el racismo de los que ahora se sienten triunfalistas. Que se aprueben los Acuerdos de San Andrés y punto.
Solalinde debería ser más precavido con lo que no conoce. Más que ingenuo o de buena fe se muestra como un ignorante y oportunista. Su condición de cura no le da ninguna autoridad sobre este asunto. En esta coyuntura andan muchos vivales hablando en nombre de los pueblos originarios y ofreciendo sus buenos servicios. Bien haría el señor solalinde señalar a quien o quienes según su dicho lo «contactaron».
En esta coyuntura andan muchos vivales hablando en nombre de los pueblos originarios y ofreciendo sus buenos servicios,en esta frase no te referiras al subcomediante marcos???jejeejej