Decir gracias
“Tu mantra es gracias.
Simplemente mantente diciendo gracias.
No expliques.
Simplemente da gracias.
Dile gracias a tu existencia”.
Mooji
María Gabriela López Suárez
De fondo suena I’ll play the blues for you… mientras tecleo estas líneas… en esta ocasión mi compartir va en torno a decir gracias. Les invito a detenerse unos instantes y hacer memoria, ¿cuál es la ocasión más reciente en que han dicho gracias o han agradecido por algo recibido o realizado? ¿Cuántas veces agradecen en un día?
En la niñez, algunas mamás y papás suelen decir que gracias es una de las palabras mágicas, la otra es, por favor. Ciertamente, gracias es una palabra que tiene magia, al menos para mí. Sin embargo, decir gracias no solo contempla la manera verbal, porque desde mi perspectiva engloba muchos elementos, entrar en contacto con diversas personas, con uno mismo, con la naturaleza, con las divinidades en las que algunas personas creemos, con las experiencias – gratas o no tanto-, con la vida misma. Por esto, decir gracias puede abarcar no solo enunciarlo, sino demostrarlo a través de una mirada, de un abrazo, de una sonrisa, de un apretón de manos, de una palmada sobre la espalda, de un dibujo, de una carta… o de muchas formas más.
La cotidianidad en la que estamos inmersas puede hacernos olvidar que decir gracias, o agradecer es importante, más allá de enunciar la palabra de manera automática, parte de la magia reside en el sentido que conlleva agradecer, en cualquiera de las distintas formas en que se manifieste. Y es que cuando se agradece de manera consciente, con mente y corazón, no sólo por cumplir, el dar gracias adquiere otro sentido. Esto puede permitir crear una mejor conexión con las otras personas, con las situaciones que vivimos y por ende, con nuestras vidas.
Agradecer es además una fuente que nos invita a continuar explorando todo lo que tenemos en la vida, no me refiero a lo material sino a los regalos que forman parte de nuestra existencia, tener familia, amistades, pareja, salud, trabajo, contemplar un amanecer, disfrutar de escuchar música, bailar, hacer deporte, caminar… Y no sólo es explorar lo agradable, porque agradecer también implica las situaciones que han sido poco gratas, dolorosas, de tropiezos y caídas. Finalmente, la vida está llena de diversas experiencias que la hacen posible, por lo tanto, decir gracias o aprender a decir gracias es algo que debe acompañarnos diariamente.
Y a propósito del tema, les agradezco el tiempo que destinan para leer estas Voces Ensortijadas.
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