Aprendiendo en colectivo
¿Alguna ocasión ustedes se han detenido a reflexionar cómo aprendemos a lo largo de nuestra vida? Cada persona aprende de diferentes formas, esto depende de varios factores, familiares, sociales, culturales, históricos, económicos, religiosos, entre otros más. Es probable que en alguna ocasión ustedes hayan escuchado o mencionado: aprender en colectivo. En esta ocasión les comparto una anécdota que se relaciona con esto.
En los diversos andares en la vida se presentan oportunidades que permiten el intercambio de experiencias, el diálogo, el conocimiento de otras personas, de sus culturas, del trabajo que realizan, de la forman en cómo se organizan para lograr sus metas y propósitos. Recientemente tuve la fortuna de poder facilitar un taller sobre periodismo a un grupo de radialistas que son originarios de Oxchuc y de Abasolo, municipio de Ocosingo, como parte de un diplomado que coordina la Red de Comunicadores Boca de Polen en San Cristóbal de Las Casas, a quienes nuevamente agradezco la invitación para ser parte de esta experiencia.
Me dio mucho gusto que el grupo estuviera conformado por jóvenes mujeres y varones, la participación de las jóvenes dentro de diversas actividades, en especial en los medios comunitarios es importante para ir contribuyendo en integrar experiencias con otras perspectivas y donde la voz y actuar de las mujeres se haga presente.
Escuchar las experiencias que tienen los grupos de radialistas, en las radios Mukulum que se ubica en Oxchuc y radio Jitontik en Abasolo, me hizo volver a las reflexiones que suelo hacer sobre las funciones sociales de los medios de comunicación, una en particular que se ha olvidado en gran parte, la de educar. Ésa cobra importancia en estas radios comunitarias.
El quehacer radiofónico que se realiza desde las radios comunitarias va más allá de ser un medio que informa sobre diferentes temas. Es decir, el trabajo que llevan a cabo implica compromiso con sus comunidades, esfuerzo, responsabilidad, entusiasmo por tener nuevos aprendizajes que les permitan ir fortaleciendo el trabajo que realizan, la organización es importante y sobre todo, tener presente en todo momento las voces de quienes integran la comunidad, la radio es de todas las personas y los temas que se comparten son atendiendo a la colectividad.
Escuchar las voces de cada radialista, su interés y compromiso por hacer radio en su comunidad, sus iniciativas, los trabajos que han realizado y cómo los han llevado a cabo, me dio como referente que el aprendizaje que tienen no es de manera individual. Esto se reafirmó con los ejercicios prácticos que desarrollaron en el taller; se integraron participantes de ambas radios y los esfuerzos se sumaron, el trabajo no se dividió, se organizó, se intercambiaron roles y en cada paso del ejercicio cada integrante estuvo presente, se apoyaron hasta terminar el producto radiofónico solicitado.
Al finalizar las sesiones hubo retroalimentación para comentar los trabajos realizados y aquí percibí nuevamente el aprendizaje en colectivo. De esto puedo destacar, el afán de aprender que tienen los radialistas a partir de cada ejercicio realizado, escucharse en sus participaciones, reconocer los logros y en qué debe seguir trabajando cada participante para fortalecer el quehacer radiofónico comunitario.
Los rostros alegres, motivados, así como la participación, la palabra compartida y los ánimos de trabajar para su comunidad, son algunas de las imágenes que me llevo grabadas de estos radialistas, como un estímulo para seguir aprendiendo a deconstruir y construir, no de manera individual sino aprendiendo en colectivo.
Gracias, Geno, Álvaro, Rome, Juan Carlos, Tibur, Armando, Raymundo, Vladimir, Janis, Manuel por estas experiencias radialistas comunitarias.
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