Guten Tag Ramón
Für mein liebe Lehrer Martin Dettmer Rogall
Después de casi dos o tres años que Ximena había leído el nombre de la película Guten Tag Ramón en la cartelera del Oktoberfest, Fiesta de Octubre, que realiza de manera anual la sección de Alemán de la Escuela de Lenguas, finalmente tuvo la oportunidad de verla en compañía de su novio.
A su mente vinieron una serie de imágenes que la hicieron evocar, algunos años atrás, sus estudios del idioma alemán. Indudablemente fue una etapa hermosa, llena de aprendizajes, de anécdotas, de experiencias divertidas, de crear nuevas amistades y reencontrarse con algunas de toda la vida, de debutar en teatro guiñol con los diálogos en alemán, de conocer elementos culturales de Alemania y sobre todo, de tener como docentes a personas comprometidas con su labor quienes también le brindaron su amistad.
Recordó con mucho cariño a cada uno de sus profes, evocó anécdotas chuscas dentro y fuera del aula, ésas que se quedaron en su corazón… de pronto, sus ojos se llenaron de agua al recordar que uno de ellos ya había partido físicamente. Sin embargo, en su rostro se dibujó una sonrisa, cada enseñanza que le brindó se quedó para la vida.
Y es que cuando alguien decide aprender un idioma diferente a su idioma materno la experiencia no sólo se reduce a desarrollar las habilidades de hablar, escribir, escuchar y leer en el idioma extranjero, sino que también se ingresa a un mundo nuevo, otra cultura, otras formas de pensar, de cocinar, de saludar, de conocer literatura, géneros musicales, propuestas cinematográficas, entablar relaciones con otras personas, entre muchos aprendizajes más. Eso lo asimiló Ximena con cada serie de enseñanzas que le brindó el aprendizaje de idiomas extranjeros, que desde su infancia le llamó la atención.
Koncentration!! Esta expresión resonó en su mente, le pareció escuchar cuando su liebe Lehrer la mencionaba en las clases; las imágenes de Guten Tag Ramón y los diálogos en alemán le hicieron extrañar sus clases.
- Ich vergesse alle Worten in Deutsch! (¡Olvidé todas las palabras en alemán!) Pensó para sí.
Sonrió y en esa breve reflexión donde mente y corazón se hicieron presentes, se alegró de ser afortunada en poder conocer un poco más sobre otras culturas, gran parte de eso se debía a la oportunidad que tuvo del aprendizaje de otros idiomas y a todos quienes lo hicieron posible, en especial a cada profe que con entusiasmo y vocación fue parte de esto.
Mientras tanto continuó disfrutando la película, poniendo especial atención en el hören (escucha), intentando dar respuesta a las preguntas que le hacía su novio sobre los diálogos de los personajes.
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