El entorno internacional de las elecciones 2018

ENCARTE CRÍTICO. NUEVA ÉPOCA. 1

EL ENTORNO INTERNACIONAL DE LAS ELECCIONES 2018

Andrés Fábregas Puig

Después de un largo período de quiebre de mi salud, escribo Encarte Crítico para Chiapas Paralelo.

Mi agradecimiento a Sarelly Martínez y su espléndido equipo por su paciencia y generosidad.

Era de esperarse que en estos tiempos electorales la conversación de la mayoría de los mexicanos giré en torno a quiénes son los candidatos a ocupar la Presidencia de la República, o la gubernatura de los Estados en donde ocurrirá cambio de gobierno. La prensa tanto escrita como en los medios masivos de comunicación de radio y televisión, no dejan de insistir en los candidatos y en sus características, además de en qué condiciones de violencia recibirán al país. Pero se habla poco del contexto internacional de las elecciones. Sabemos que las relaciones con los Estados Unidos son cada día más difíciles y un reto muy sobresaliente que tendrá el próximo Presidente del país será el de contar con un equipo de expertos que conozca al incómodo vecino norteño, no sólo en cuanto a la política imperial que suelen practicar, sino de sus contextos culturales y sociales. Los Estados Unidos son una de las sociedades contemporáneas más complejas. Su composición cultural es variada, complejamente variada, pero con un acendrado racismo que atraviesa todos los circuitos sociales. El propio Presidente Trump es un racista y un fascista ignorante incluso de qué significa esto último. En ese contexto, la diplomacia mexicana tendrá que jugar un papel de gran importancia, porque estamos instalados en tiempos nebulosos que requieren habilidad, inteligencia y patriotismo. En América Latina, los gobiernos son variados pero dominan los de signo de derechas. En general, las llamadas izquierdas en lo que José Martí llamó Nuestra América, presentan un cuadro nada alentador. De los gobiernos de ese signo, sólo quedan Ecuador (con problemas agudos el interior de las propias izquierdas), Venezuela (que enfrenta la cargada norteamericana más brutal), Cuba (en donde los norteamericanos insisten en el bloqueo), Bolivia (con un gobierno tambaleante) y Nicaragua (con múltiples y complejos problemas). En Costa Rica están a punto de elegir a un evangélico fundamentalista. El Caribe sigue mostrando un rostro colonial, mientras Honduras se debate en medio de una profunda crisis social.

Los escenarios Europeos, no tan lejanos como parecieran, son también preocupantes. España se encuentra sumergida en una crisis que es más compleja y aguda que lo que aparenta. Un gobierno retrógrada encabezado por Mariano Rajoy actúa igual que Francisco Franco y está conduciendo al país a otro enfrentamiento que puede resultar en situaciones graves. Pero no vemos a una izquierda capaz de proponer esquemas viables de convivencia cultural y política. Es una izquierda con notables inteligencias pero desmembradas, desorganizadas. En Francia las derechas han avanzado peligrosamente y en Italia el racismo galopa lacerando al país. Pareciera que los proyectos de nación no sólo se resquebrajan sino además no son imaginados. El próximo Presidente de México necesitará de un equipo diplomático que no sólo piense en la economía, sino que tenga sensibilidad hacia las estructuras sociales y las visiones culturales. Necesitamos plantear una solidaridad más activa con Africa y el Oriente, con el llamado aún Tercer Mundo. Estamos en tiempos en que el capital financiero ahora se vuelve contra su criatura, la globalización, para penetrar a los países con otras formas. El fomento de la pobreza, la profundización de la dependencia vía la deuda, el racismo militante, el nacionalismo fundamentalista, son ahora las prioridades de ese capitalismo. Así que no será un escenario fácil de manejar. Y más, si no se tiene un proyecto claro que proponer a la sociedad mexicana y un consenso alrededor del mismo.

Ajijic, Ribera del Lago de Chapala. A 26 de febrero de 2018.