Aguilar Bodegas, el “insider”

José Antonio Aguilar Bodegas es un político que los norteamericanos clasificarían como un insider. Es decir, alguien quien desde el interior del sistema irrumpe y cuestiona al establishment.

Por tal razón, su candidatura es incómoda para muchos actores políticos, entre otros para el gobernador Manuel Velasco Coello, para Roberto Albores Gleason y para Rutilio Escandón Cadenas.

El gobernador preferiría que Jósean no se convirtiera en candidato, porque aunque llevaba una buena relación con él, se distanció precisamente en ese tramo en que el tapachulteco se planteó seriamente contender por la gubernatura de Chiapas.

Después de su desalentadora experiencia como candidato del PRI en 2006, y la posterior persecución que sufrió del cavernícola Juan Sabines, Jósean había plegado velas para no navegar como candidato en esos mares turbulentos de la política chiapaneca.

José Antonio Aguilar Bodegas. Foto de su página de FB.

De esos pensamientos de anacoreta lo sacó Maveco, cuando una encuesta pagada por el gobierno y para consumo interno, lo ubicó como un aspirante con posibilidades para ocupar Palacio de Gobierno: “Deberías contender”, le dijo; “tienes arraigo y puedes dar la sorpresa en un escenario en donde los electores demandan experiencia y honradez”. Jósean, quien como todo político mexicano no se jubila jamás, escuchó con atención la sugerencia, y la aceptó de inmediato.

Inició entonces una campaña para obtener la candidatura del PRI, pero Roberto Albores Guillén truncó su proyecto, al darse a la tarea de hablar con políticos locales y nacionales para que detuvieran al tapachulteco que estaba complicando las aspiraciones de su hijo.

Manuel Velasco, en respuesta a la petición expresa del exgobernador de Comitán, ordenó a Aguilar Bodegas que no continuara con su campaña, que algo obtendría en premio a su obediencia y lealtad. Pero Jósean no aceptó negociar nada. Dijo que él seguiría adelante en sus sueños de convertirse en gobernador y que si tenía que dejar el PRI en el que había militado más de 40 años, lo haría con gusto. Cumplió su palabra el 16 de diciembre del año pasado.

Las relaciones entre el gobernador y Jósean se enfriaron, incluso se tensaron y se hicieron evidentes con aquel equívoco inconcebible de la Fiscalía al llevarle una carpeta de investigación en donde figuraban cuentas bancarias y presuntos desvíos en la Secretaría del Campo.

Aguilar Bodegas no se doblegó. Siguió en la búsqueda de un carril para competir. Se presentó como precandidato del PRD y hace unos días fue proclamado candidato del PAN por Janette Ovando, presidenta estatal de ese partido.

Ahora, con la probable caída de Eduardo Ramírez Aguilar como candidato a gobernador, Jósean podría convertirse en abanderado del PRD, Movimiento Ciudadano y PAN.

Si eso sucede, sería un “caite” en el estómago de Roberto Albores Gleason, porque le mermaría votos en las zonas urbanas, en donde se le percibe como un disruptor, un insider capaz de construir un discurso crítico en contra del gobernador Manuel Velasco Coello y del sistema priista.

Por ese motivo, le han armado campañas de desprestigio. Se trata de eliminarlo ahora, antes de que sea demasiado tarde y aparezca en las boletas electorales. Él culpa directamente de estas acometidas a Roberto Albores y también del hackeo de su cuenta de Twitter, desde donde el fin de semana se enviaron mensajes en contra de Ricardo Anaya.

Su irrupción también dañaría al candidato a gobernador de Morena en la disputa del voto urbano. Ahí muchos que votarían por AMLO, no sufragarían por Rutilio Escandón, por su dependencia a la esfera gubernamental. La única alternativa sería el tapachulteco.

A doce años de su fallida búsqueda a la gubernatura de Chiapas, Jósean está de nueva cuenta en campaña, después de sortear varios obstáculos y presiones, y todo apunta que se convertirá en candidato de Por Chiapas al Frente.