Preguntas para la agenda de los candidatos chiapanecos

A Carlos Salinas de Gortari no se le puede escamotear el acierto de haber modernizado económicamente a México. Además, durante su presidencia y la de Ernesto Zedillo se actualizaron nuestras instituciones y se crearon otras. Su problema es que la otra realidad, la de la presidencia autocrática y cleptómana eclipsó su legado de transformaciones económicas. Por si fuera poco, no pudo contener la pobreza como tampoco la desigualdad.

Hace algunos días, el ex presidente lanzó públicamente una serie de preguntas a los “electores”. Las preguntas en realidad van dirigidas a quienes buscan la presidencia de la república y con ello Carlos Salinas busca incidir sobre la construcción de políticas públicas en el futuro a partir de un contexto internacional que está cambiando rápidamente.

Acierta cuando dice que la geopolítica en la toma de decisiones mexicanas es importante o debe de serlo. Lo que sucede más allá de nuestras fronteras siempre nos impacta. Ese impacto ha sido positivo, pero también negativo. Cerrar los ojos al mundo no es válido.

Habla también del “debate electoral” anclado en la confrontación neoliberalismo-populismo. ¿Cómo organizamos a la sociedad que no sea para cuestiones de movilizaciones electorales?. Cuando un político es candidato habla de justicia social, de más empleo, más seguridad, más programas sociales; es decir más promesas; más populismo.

Cuando ya es funcionario o logra ser elegido electoralmente se topa con deudas de sus antecesores, recursos financieros etiquetados y políticas públicas que le impiden cumplir sus promesas. Aun así, es posible que intente cumplir sus promesas y en esa ansia se le van pulverizados los recursos y no se atienden los problemas de fondo.

Salinas comenta también de como México podría entrar en la senda de la prosperidad incluyente. Es decir, lo que el mismo no logró durante su presidencia. Pero que hoy el país para lograrlo tiene que hacer más esfuerzos porque las políticas públicas incluyentes ahora tienen que considerar el género, el impacto medio ambiental y el cambio tecnológico, por lo menos.

Se refiere después a la democracia, a los problemas de seguridad, a la inclusión de los jóvenes, las mujeres y pregunta a los candidatos ¿cómo encausar el descontento social?. Por último, les pregunta sobre el perfil de los colaboradores con los que piensan gobernar.

 

Un ejercicio similar valdría la pena hacer en Chiapas. En nuestro estado por vez primera hay incertidumbre sobre quien será el gobernador para el periodo 2018-2024. Hoy vemos precampañas inciertas, pero pronto, las fechas fatales se cumplirán y tendremos candidatos al gobierno.

Sin duda; quien sea el elegido, tendrá sobre sus hombros una responsabilidad enorme; atender asuntos rezagados y lo ideal es que a la par, también sentara las bases para un futuro más democrático e incluyente. ¿Quiénes aspiran a gobernarnos están preparados para ello?

En el estado más joven del país solo hay una certeza; está lleno de jóvenes y con tanta juventud en toda su geografía solo hay una seguridad: la efervescencia social está consolidada; pues mientras el país envejece y cambian sus prioridades, en Chiapas dichas prioridades seguirán siendo las mismas; salud, educación básica, agua y drenajes dignos que la ciudadanía exige y continuará exigiendo. Prioridades que, por cierto; nunca en nuestra historia han tenido una cobertura universal.

¿Cómo resolver nuestros problemas -y de paso detener un germen de protesta local- de infraestructura básica si las deudas municipales y estatal ahogan a los dos niveles de gobierno y también asfixiarán a los gobiernos entrantes?. Los candidatos deben de abordar este asunto en dos sentidos. ¿Qué pasará con los culpables de las deudas? y en segundo lugar, ¿Cómo construir nueva, necesaria y vital infraestructura en un contexto de restricciones presupuestales?.

Respecto a la brecha industrial, comercial, de pobreza y desigualdad que nos separa con el resto del país, ¿Qué propuestas tienen para reducirla?. Dicha brecha no se solucionará con más dinero federal. Se requiere también menos corrupción y el desarrollo de infraestructura logística regional e intermunicipal.

Otro problema; la frontera sur que lo único que ve de la globalización es la pobreza y la migración. En Chiapas este fenómeno no tiene un enfoque integral. ¿Cerrarán la frontera; acorde con las políticas de Trump de inhibir la migración mexicana y centroamericana y con ello hacerla más costosa socialmente?. Ningún muro ni ningún peligro contienen a un migrante que huye de la violencia, de la pobreza y de la falta de esperanza de construir una mejor vida.

Respecto a la reconstrucción por el sismo de septiembre del año pasado. ¿Habrá impulso al desarrollo de la cultura de resiliencia? y también es necesario un compromiso con los ciudadanos de los municipios afectados de garantizar transparencia en los recursos. Pero el nuevo gobierno, ¿podrá tolerar que la reconstrucción quede inconclusa?.

 

¿Qué hacer con la insurgencia magisterial? El magisterio ve el problema educativo como un simple problema gremial y no un asunto complejo que debe de transformarse para ofrecer a los alumnos chiapanecos programas educativos que desarrollen sus habilidades, porque en el futuro necesitarán ser competitivos. ¿Cómo detener ese rezago educativo estatal en la enseñanza y en la infraestructura que es corresponsabilidad magisterial y gubernamental?.

Interesante también el fenómeno de la ingobernabilidad actual en las zonas de los pueblos originarios. ¿Conoceremos a fondo los chiapanecos los múltiples intereses económicos y políticos que la causan?. ¿Qué garantías hay de que no habrá más imposiciones?.

¿Que propondrán para detener el saqueo minero? Esto representa un nuevo esquema de despojo en el estado. Con un estado de derecho débil, no se siente que el sistema gubernamental proteja a las comunidades chiapanecas afectadas por la minería, que ven como saquean su riqueza, contaminan sus tierras y al no tener respaldo gubernamental no tienen otra salida más que la movilización social.

Estos y otros temas locales deberían de ser la agenda de campaña y precampaña de los candidatos chiapanecos. Son problemas estructurales y coyunturales que obstaculizan nuestro desarrollo y requieren atención vía las políticas públicas. ¿Tendrán nuestros candidatos las respuestas o las propuestas?.

Hasta ahora, durante casi dos sexenios hemos visto a una clase política llena de políticos caprichosos, adictos al poder, saqueadores, indolentes, insensibles, frívolos y con otras calificaciones. Por lo menos así lo ve la mayoría de la opinión pública, lo mismo a nivel nacional que estatal.

En el Chiapas de los rezagos históricos, esta característica de nuestra clase política hizo detener el desarrollo social y económico. Una docena de años trágicos está a punto de cumplirse. Nos deja de saldo una crisis económica enraizada, una debilidad institucional y una indignación local que no se desborda por la estructura económica tan dependiente de las inversiones gubernamentales. ¿Pero cuánto tiempo resistiremos así?

Del desarrollo estatal, ¿Qué les preocupa a los precandidatos?

¿Cuál es su visión del desarrollo estatal?

¿Será que están conscientes de lo que implica gobernar Chiapas?

Al que sea el elegido en las urnas, la opinión pública lo juzgará. Ante la falta de resultados gubernamentales tangibles y las -hasta ahora- ansias de cambio frustradas; sus juicios cada vez serán más implacables.

Twitter: @GerardoCoutino

Correo: geracouti@hotmail.com

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