La “remodelación” del Centro Social Francisco I. Madero

La fachada del Centro Social Francisco I. Madero.

En enero del 2016 el presidente municipal de Tuxtla, Fernando Castellanos Cal y Mayor; el director del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Coneculta), Juan Carlos Cal y Mayor; y el senador Zoé Robledo iniciaron de manera simbólica los trabajos de remodelación del Centro Social Francisco I. Madero, ubicado en la segunda norte y segunda oriente en el centro de la ciudad.

El día del recorrido se anunció que la obra estaría lista a más tardar en seis u ocho meses. Este mes cumple dos años de que la obra sigue en proceso a pesar que ya se reportó como 100 por ciento de avance en su estado físico ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

La obra está muy lejos de parecerse a lo que se mostró a la ciudadanía el día de la remodelación. El recubrimiento que tenía el edificio en parte de la fachada se pintó y el resultado final  es que el inmueble quedó como cualquier escuela pública de bajo presupuesto.

La obra ya fue presentada como 100 por ciento ejecutada, pero aún sigue en proceso su remodelación.

La ejecución de la obra no pasa una auditoria federal ni ciudadana. El proyecto que debió de tardarse a lo mucho seis meses ya se llevó dos años. Se ejercieron alrededor de 22 millones de pesos en la obra -¿se ejercieron?-. El proyecto que se ve a simple vista no es el que se presentó a la ciudadanía.

El Centro Social Francisco I. Madero debe de ser un espacio ciudadano, no perder su lugar como centro social, un sitio en donde converjan las diferentes expresiones artísticas, culturales y de la ciudadanía. Cualquier cosa diferente a esta que intenten hacer sería condenar al fracaso y el abandono el espacio. Los espacios que son administrados por el Coneculta tal parece que están condenados a la destrucción, ejemplos: Centro Cultural Jaime Sabines, las propias oficinas de Coneculta y hasta el recién remodelado Museo del Café, que hasta hace un mes los baños estaban inservibles y a “cubetazos” se tenía que echar agua a los baños. Hasta ahora no se puede poner en funcionamiento la cafetería.

La remodelación del Centro Social Francisco I. Madero se debe a que un grupo de ciudadanos y ciudadanas, encabezados por la querida Reyna Chávez y Carlos Vásquez, se dedicaron durante todos los jueves durante más de un año a hacer un “Jueves Cultural” afuera del Centro Social fue la forma más propositiva de protesta que encontraron para hacer visible el abandono del espacio.

En la banqueta del Centro Social Francisco I. Madero se presentaron grupos de danza, música de diferente género, teatro, narradores, poetas. Cada jueves se unía un grupo de ciudadanos y ciudadanas para hacer posible que el edificio abriera sus puertas de una forma digna.

El Centro Social Francisco I. Madero  fue construido en 1883 en el atrio de lo que fue la Iglesia de San Jacinto. En este lugar se entonó por primera vez el himno a Chiapas, se proyectó la primera película.Fue el primer espacio dedicado a la cultura en Chiapas. El  gobierno del estado  y un grupo de ciudadanos se unieron para construir el sitio. Se pudo haber emulado de nuevo el logro, pero hasta ahora se ha obviado las observaciones del grupo ciudadano.

Antes de cualquier acto protocolario de inauguración se debe transparentar el uso del recurso en la obra, rescatar el proyecto de remodelación y dejar claro el esquema de participación ciudadana para el funcionamiento del Centro Social Francisco I. Madero. Los espacios públicos son de la ciudadanía.

 

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