Entre el gusto de leer por placer
«La vida es la cosa mejor que se ha inventado.»
Gabriel García Márquez
En la oportunidad de continuar en este sueño de vivir, les saludo con mucho gusto en esta primera entrega de Voces Ensortijadas del 2018… Hoy comparto una pequeña reflexión sobre la lectura por placer.
Dispersos pero de alguna manera organizados –así quiero concebir-, se hallan los libros que no he podido leer, he perdido la cuenta de cuántos están pendientes, están los de temas académicos, periodísticos, las novelas y por supuesto, los cuentos. Algunos apilados en una mesa, otros sobre la cama, un par más en la parte más visible del cuarto para tomar alguno de estos antes de conciliar el sueño… qué deleite es leer por placer, una de las actividades que más disfruto y la realizo en la medida de mis tiempos.
Soy afortunada en que me obsequien libros, lo agradezco mucho, es uno de los mejores regalos para mí y aunque me he querido resistir para no seguir adquiriendo libros –hasta que no lea los que tengo en espera-, he sucumbido a ese intento, más de un nuevo ejemplar se ha venido conmigo en alguna compra.
Como en cada inicio de año tengo mis propósitos, la lectura es uno de estos, leer los libros que tengo pendientes es un gran reto. En esta ocasión les hago extensiva la invitación de agregar a sus propósitos: leer por placer. No todas las personas tenemos el hábito de la lectura y quizá menos el de leer por gusto. Sin embargo, les recuerdo que leer abre puertas, nos conduce a nuevos mundos, adquirir más vocabulario, ampliar nuestro acervo sobre otras culturas, entre muchos aprendizajes más.
Hay una inmensa gama de temas para leer, para todos los gustos y también para diferentes bolsillos, por aquello del costo elevado que puede tener un libro nuevo. Tenemos varias opciones a nuestro alcance. Eso sí hay que buscarlas, desde las ferias de libros, hasta aquellos espacios en donde se realizan trueques o intercambios de libros y novelas. Incluso con nuestras amistades o familiares podemos hacer este intercambio de lecturas, y con ello ahorramos en comprar libros. Está también la opción de adquirir los libros en editoriales más sencillas y económicas.
Es importante tener en cuenta que la literatura local o de nuestra región también es una excelente opción para leer. Las regiones que conforman nuestra entidad chiapaneca son ricas en lenguaje, modos de vida, expresiones artísticas, gastronómicas, costumbres, esto se refleja en la literatura. Y es oportunidad de conocer más sobre las culturas de nuestras regiones, que se han ido transformando con el paso del tiempo.
Les comparto dos opciones que me han resultado lecturas muy amenas, textos de autores chiapanecos, Cuentos jerigonzos de Chiapas y otras hormigas, de Raymundo Zenteno Mijangos, y Rincón Sobaco, de Enrique Orozco.
Los dos libros son una compilación de cuentos, que nos presentan a nuestro terruño chiapaneco desde dos estilos diferentes, ambos ricos en sus expresiones coloquiales, en su narrativa, en los personajes que cobran vida en sus relatos. Así como estos textos hay muchísimos más en la espera que los conozcamos.
Iniciemos este 2018 con el ánimo de recorrerlo con las mejores vibras de inicio a fin, qué mejor manera que irlo disfrutando acompañado de una buena lectura, la que les resulte más placentera.
HOLA GABRIELA,
Buscando en la red un libro que añoro y quiero con todo mi corazón encontrarlo y tenerlo cerca de mí, encontré tu blog. Recomendaste Cuentos Jerigonzos de Chiapas y otras hormigas, de Raymundo Zenteno y ese es mi libro no encontrado. Lo añoro, lo gozo solo al recordarlo y quisiera tenerlo de nuevo, Hablé con Raymundo y me dice que no tiene ya y que no sabe en dónde conseguirlo. Sabrás tú?
Estiada Gabriela:
Permítama saludarla con tal propiedad, su artículo provoca reflexionar con paciencia una de las manifestaciones magistrales de las capacidades humanas, el arte expresado en el lenguaje escrito.
Compartiré mi reflexión, para este menester parto de la premisa de que el arte tiene multiples interpretaciones, una cualidad estética sin igual, propiedad que hace de éste, plantearnos, ¿cuál es la razón, causa o nuestras motivaciones para apropiarnos de tal o cual expresión artística? o la esencia de la misma pregunta ¿por qué causa o motivación nos conduce para apropiarnos del arte materializado en la literatura sea ésta científica, narrativa, etc.?
Responder a este plantemiento es simplemente recordar su solución, el arte cualesquiera de sus manifestaciones, expresa fiel o tergiversadamente la realidad humana con determinados rasgos, matices tanto psíquicos, políticos, ideológicos, morales, culturales, etc. éstas llegan a ser un retrato genuino de lo que somos, hacemos o queremos de nuestra existencia o la manifestación de nuestras relaciones sociales.
Decir que se lee por placer entraña el placer como causa de la acción leer, el placer como principal motivación para leer. Este modo de plantear este asunto filosófico, existe en esa premisa un dejo personalísimo de leer, como Hegel, Kant u otros personajes quienes hicieron de la cultura un placer propio, por el momento histórico que les tocó vivir y su seno familiar, aunque hicieron aportes indiscutibles a la humanidad.
El placer cuando es un efecto secundario o bien, cuando se lee no al tener el placer como motivación sino como necesidad determinada, específica, es decir, interiorizar la práctica de la léctura para resolver necesidades concretas.
Verbigracia, leo para comprender el fenómeno de la inflación, éste como una causa de penurias para nuestros semejantes en condición de pobreza material, para eso, debo leer ciencia económica. Si mi intención es mejorar mi práctica en el arte culinario, un recetario sería lo idóneo o conocer lo elemental en nutrición para planificar mejor mi dieta. Es en la solución de determinadas necesidades como interiorizamos paulatinamente el hábito de la lectura, por ende, del placer como un efecto. El placer de leer cambia su fundamentación.
El espíritu humano está tan degradado por la explotación, la miseria, la angustía ante el desempleo, la carestía de la vida que el pueblo entero, salvo algunas excepciones, no está entre sus prioridades leer para explicarse su condición, leer por necesidad el placer es una consecuencia sublime.
Que su noble esfuerzo contribuya a la ingente necesidad de que el pueblo eleve su nivel cultural.