Corrupción. Parte I, percepción

Los tres problemas que más preocupan a las y los mexicanos se pueden englobar en: pobreza y desempleo, inseguridad y corrupción. No necesariamente en ese orden. Los dos primeros refieren a aspectos de derechos y seguridad, es decir, el derecho a un trabajo digno, vivienda, acceso a oportunidades, etcétera, y el derecho a la integridad física y patrimonial. En cuanto al tercero, la corrupción, refiere a la falta de transparencia y buena gestión del actor a quien más se le reclama que atienda los dos primeros derechos.

La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) es levantada por el INEGI cada dos años desde 2011. No tardaremos en ver los resultados correspondientes al último año, los datos disponibles más recientes son los de 2015. En ella se puede observar cómo, a nivel nacional, el 66% de la ciudadanía considera a la inseguridad el problema más apremiante; en segundo puesto se encuentra la corrupción que fue considerado como un problema vital por 50.9%; el desempleo y la pobreza se encuentran en tercer lugar con 40.5 y 36.2 por ciento.

Para algunas personas quizá no resulte sorprendente que, en Chiapas, la encuesta levantada entre la población urbana mayor de 18 años, señale que es la pobreza el problema más importante que se vive en la entidad. Sin embargo, debe destacarse que la percepción sobre la problemática chiapaneca según la ciudadanía coloca casi a la misma altura a la pobreza con el desempleo y la corrupción.

La ENCIG 2015 pregunta de forma expresa a la ciudadanía cuáles son los problemas más importantes presentes en Chiapas, según su percepción: 47.5% señaló a la pobreza; 47.3 el desempleo, 46.1 la corrupción y no muy lejos, presente en 42.4%, la inseguridad y la delincuencia.

Sabines, símbolo de la corrupción.

Dado que en ocasiones anteriores abordamos el apartado de la economía, nos enfocaremos ahora en el tema de la corrupción en Chiapas.

Aunque la ENCIG es una encuesta aplicada en contextos urbanos y no nos permite sacar conclusiones de cómo se perciben estos temas en áreas rurales, sí nos dan una pista sobre cómo evalúa gran parte de la población el desempeño de su gobierno. El tema de la corrupción, uno de los más acusados, refleja la opinión que la ciudadanía tiene no sólo de los distintos niveles de la administración pública sino también lo que percibe de su entorno, es decir, de otros grupos ciudadanos.

Mientras a nivel nacional, el 48.9% de la gente percibe como “muy frecuentes” los actos de corrupción; en Chiapas esta percepción es compartida por más de la mitad de las personas: 55.9%. Si a ello sumamos a quienes perciben que la corrupción se presenta de forma “frecuente” (38.2%) tenemos que el 94.1% de la población urbana chiapaneca cree que la corrupción es algo de todos los días en la entidad. Esto se encuentra 3 puntos porcentuales más alto que el nivel nacional. Peor, Chiapas es el único estado donde no hay personas que crean que “nunca” se cometen actos de corrupción.

Pero, ¿quiénes son los más corruptos?

La ENCIG pregunta a la ciudadanía con qué frecuencia cree que se cometen actos de corrupción en distintos ámbitos de la vida pública y social. A nivel nacional, la percepción generalizada es que los policías son los personajes más corruptos del ámbito público, mientras que partidos políticos y gobierno federal ocupan los lugares siguientes. En Chiapas, la relación es inversa.

Para 69.4% de la ciudadanía urbana chiapaneca, en los partidos políticos la corrupción es un fenómeno muy frecuente; las policías ocupan el segundo lugar (62% de percepción de mucha frecuencia de corrupción) y sorpresivamente, en tercer lugar se encuentran los institutos electorales (56.3%). Esto último quizá tenga que ver con el desempeño que tuvo el órgano electoral local en las elecciones de 2015, y cuyas irregularidades llevaron incluso a la destitución de sus consejeros.

Entre los niveles de gobierno, hay una percepción generalizada de que los actos de corrupción ocurren de forma “muy frecuente”: en el nivel municipal, la percepción incide en 55.9%, en el nivel federal 55.5% y en el nivel estatal 52.8%.

Si bien los gobiernos estatal, municipal y federal están por debajo de otras figuras en cuanto a la percepción de corrupción, la diferencia está lejos de ser significativa cuando más de la mitad de la población ve a este problema como algo muy frecuente. Y los legisladores no se salvan de esta percepción, para 52.2% la corrupción también es moneda corriente entre ellos.

Finalmente, de entre los ámbitos públicos no-gubernamentales que registra la encuesta, los medios de comunicación son los peor percibidos por la ciudadanía en Chiapas: la corrupción sería muy frecuente en ellos con 42.3%. El ámbito de la familia es el menos percibido como corrupto, aunque 4% considera que se registran actos de corrupción muy frecuentemente.

Si bien estas son estimaciones, en la próxima ocasión abordaremos los actos reales, es decir, las experiencias reportadas por la encuesta y en los que se señala la existencia de corrupción.

 

 

Nota: Los resultados de la ENCIG en los que se basa este artículo pueden consultarse en: http://www.beta.inegi.org.mx/proyectos/enchogares/regulares/encig/2015/

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