Metáforas de vida

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¿Han puesto atención en la riqueza cultural de las frases coloquiales que empleamos en nuestro lenguaje? Cada una de éstas tiene vínculo con los conocimientos locales del terruño donde nacemos, crecemos y nos acompañan como parte identitaria en nuestro constante caminar aun cuando migremos. Por supuesto que estas expresiones coloquiales están ligadas con los contextos, costumbres y culturas; la familia es una de las principales formadoras y transmisoras de dichas expresiones. Además, en el significado de cada expresión hay maneras creativas, sencillas y amenas de argumentar acciones y ejemplificar situaciones.

En el caso de quienes somos oriundas de Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, hay una variedad de frases que se puedan citar como ejemplos. Haré alusión a algunas de ellas, que he aprendido a través de las veces que mi mamá, papá o alguien de la familia las han citado, podría decir que en cada una hay  metáforas de vida que encajan en las situaciones en las que se mencionan. Quizá coincidan con algunas frases que se expresan en otras regiones del territorio chiapaneco, quizá no del todo, es importante recordar que son códigos que nos permiten comunicarnos y cuando alguien no las comprende del todo hay que situarles en el contexto al que se refieren para su entendimiento.

Una de las expresiones más comunes cuando no tienen cabida los pretextos es, ‘No hay pero que valga’; qué decir cuando no se planean las cosas y se hacen sin organización previa, aplica la de ‘todo a la hora’ y se le puede agregar ‘es su costumbre, todo a la hora’. También hay frases donde sale a relucir la flojera, como cuando alguien menciona que ya la vida no tiene sentido, ahí cabe decirle la frase  ‘todo flojo quiere morir’; o cuando queriendo ahorrarse la fatiga uno no hace las cosas bien y como consecuencia debe hacerlas nuevamente, ‘el flojo trabaja dos veces’.

Y  cuando a una persona, en su afán de ser  muy participativa o confiada, le sucede algo inesperado y no grato, una expresión puede ser ‘por salida está bueno que le pase’; o cuando se hacen las cosas rápidamente, a veces sin seriedad, jugando, sin detenerse a revisar detalles, con el afán de terminar pronto la labor, ‘es medio atrabancado, no tiene juicio’.

Otro ejemplo es cuando una va caminando y por casualidad tropieza, ‘ya quiere comprar terreno’; o también cuando se aprenden hábitos no tan gratos, aquí tiene cabida la expresión ‘pepena cosas buenas, no gargajos’; cuando alguien quiere abarcar todo sin compartir, ahí viene como anillo al dedo, ‘ni come ni deja comer’; también cuando una persona es abusiva se menciona la frase ‘está bueno ser cochi pero no tan trompudo’.

Así como las frases citadas hay muchas más que forman parte del lenguaje cotidiano, ése que con la dinámica actual en la que vivimos puede pasar desapercibido, sin embargo, es importante detenerse un instante para darnos cuenta que ahí tenemos metáforas de vida. ¿Y a ustedes qué metáforas de vida se les han venido a la mente con este texto?