Lecciones para la vida

Foto: Chiapas Paralelo

Cada día de nuestra vida estamos aprendiendo cosas nuevas, o bien, reafirmando aprendizajes o desaprendiendo, es un ciclo dinámico. De tal manera que, es muy probable, cada una de las personas tenga una diversidad de lecciones para la vida. Estas lecciones pueden ser agradables, desagradables, producidas por distintas experiencias, situaciones, factores e interacción con muchas personas. ¿Alguna ocasión ha pasado por su mente y corazón las lecciones que nos da la convivencia con los perros?

Quienes tenemos como parte de nuestra familia a integrantes caninos, sabemos que no solamente son mascotas, los amamos y cuidamos. Es importante no pasar por desapercibido todo lo que nos brindan los caninos en cada instante de la vida.

Al llegar a casa nos reciben con entusiasmo, siempre dispuestos a mostrar su cariño, pareciera que nos quieren decir tanto, corren, mueven la cola, ladran; son capaces de disculpar algunos instantes de mal humor que luego pueden asomar en nosotros. Pueden ser buenos canalizadores del estrés, si nos detenemos a jugar un rato con ellos, o simplemente los acariciamos.

Además de ser buenos compañeros nos muestran su amor incondicional, ávidos de cariño, apapachos y buenos tratos. Son juguetones, también gustan de correr en el bosque, sobre todo cuando son cachorros. Les encanta ir viendo en la ventana del coche cuando viajan, me encanta observar cómo disfrutan cuando el aire les acaricia el rostro y sus orejas se mueven rápidamente.

La mirada de cada perro puede decirnos tanto, las miradas que intercambian con nosotros pueden conectar con los corazones, mostrar su nobleza, así lo percibo. Los perros que llegan a formar parte de las familias tienen un lugar especial en los corazones de sus integrantes, su lugar favorito dentro o fuera de la casa donde viven, sus hábitos, sus gracias y las enseñanzas que pueden compartir con las familias, desde que son pequeños hasta que se vuelven adultos.

Seguramente hay muchas experiencias sobre caninos que cada lector o lectora pueda tener, si tiene un perrito, perrita, cachorro o adulto, le recuerdo que debe aprovechar al máximo su compañía. Evite dejarles mucho tiempo en soledad, recordemos que también necesitan de amor, de sentirse queridos, bien tratados, cuidados en su salud, alimentados y tener un espacio para su esparcimiento. Es muy triste observar perritos en las azoteas, encadenados, asoleándose, mojándose, sucios, enfermos y algunos más abandonados en las calles. Quizá muchos alguna vez estuvieron dentro de un hogar… los perros no son objetos y es inhumano abandonarlos, tener un canino en casa es una responsabilidad, si se acompaña con amor y gratitud hacia ellos se convierte en una experiencia hermosa.

Haga memoria, ¿qué lecciones para la vida le han dejado sus caninos? Estoy casi segura que más de una…

PD. A un año de tu partida te extraño, te extrañamos mucho, son innumerables las experiencias, anécdotas y lecciones para nuestras vidas en quince años de convivencia, siempre estás en nuestros corazones y te amamos.