Misofonía… shhh

Agosto fue un mes con varias actividades en materia teatral en ciudad coneja, lo cual es de celebrarse y me da mucho gusto. En agosto fui invitada a ver una obra de teatro en Tuxtla Gutiérrez, puede parecer extraño pero no sabía cuál era la obra,  sin embargo, como me gusta el teatro acepté ir.  De entrada creí sería en el marco de unas actividades que se desarrollaron en el Centro Cultural Jaime Sabines, pero no,  no era ninguna de ellas, sino una que organiza el colectivo Alebrije Negro y tuvo lugar en un espacio cultural alternativo llamado Casa con alas, ubicado en la colonia Moctezuma donde se llevan a cabo talleres, presentaciones de libros, eventos musicales entre otras actividades culturales.

Antes de llegar al espacio cultural, casualmente tuve oportunidad de ver un cartel en el Museo de la Ciudad anunciando la obra, Misofonía, es el título de ésta. Mi cabeza comenzó a recordar qué es Misofonía, traté de asociar la imagen plasmada en el cartel con este título. Dentro de algunas frases que recuerdo escritas en el cartel se evocaba al terror y la imagen al centro reforzaba esto. Hice nuevamente un esfuerzo para recordar… para contextualizar un poco haré mención sobre qué es misofonía, de acuerdo al portal http:// m.hear-it.org/es/Misofonia, se refiere a “sentir irritabilidad o pánico ante sonidos cotidianos como el goteo de un grifo, el ruido de alguien mascando chicle o cliqueando un bolígrafo. El término misofonía significa odio (miso-) al sonido (-fonía)”.

En palabras de Raymundo Zenteno Mijangos, por quien tuve la oportunidad de disfrutar la puesta en escena, Misofonía es “obra de tres habitaciones donde tímpano y corazón (del espectador) quedan atrapados sin posibilidad de escapatoria. ¡Es locura atravesar la puerta!”.

Y vaya que fue toda una locura esta experiencia teatral, una locura donde quienes asistimos nos mantuvimos en suspenso desde inicio hasta el final; por instantes mi corazón latía con más fuerza por la expectativa de qué pasaría. Una obra de teatro donde se conjugan el misterio, el silencio como el ingrediente esencial e hilo conductor de la obra, shhh, shhh, nos decía el velador de la casa, uno de los personajes, desde que esperábamos afuera para ingresar a presenciar la obra.

¿El velador de la casa? ¿Afuera para ingresar a presenciar la obra? Sí, quizá les surjan dudas, pero la obra se lleva a cabo al interior de una casa, y como bien dice Raymundo la trama se desarrolla en tres de sus habitaciones. La actuación de los personajes, la decoración de la casa, la iluminación, el sonido, los efectos, se integran para recrear una atmósfera terrorífica que conjuga la intención de la puesta en escena.

Misofonía es obra del autor Santana García; es muy gratificante y de aplaudir que haya colectivos como Alebrije Negro que estén apostándole a desarrollar sus talentos teatrales desde una manera creativa, dándole un giro al teatro e invitando al público a darse la oportunidad de acercarse a las artes desde otra perspectiva diferente a la tradicional, en donde una llega a sentarse, ocupar una butaca y estar frente a un escenario. La propuesta de Alebrije Negro permite estar dentro del escenario, al lado o frente a los actores, mantenerse a la expectativa y por instantes sentir que algún actor o actriz te hará participar, o que tu garganta no aguantará  y gritarás o podrás dar un sobresalto de tanto suspenso.

Si bien es importante felicitar esta propuesta, de igual relevancia es que como ciudadanía apoyemos desde la divulgación y asistamos a presenciar las obras de teatro para que proyectos, como el de Alebrije Negro continúen creciendo, fortaleciéndose y permitiendo que como ciudadanía también podamos educarnos  a través de las actividades artísticas y seamos partícipes de estos logros en colectivo.

Queda la invitación para estar pendientes qué nuevas propuestas nos tendrá preparadas el colectivo Alebrije Negro y otros colectivos que desarrollan proyectos artísticos en los espacios locales.