La visita fallida de Peña Nieto a Chiapas

Enrique Peña Nieto y Manuel Velasco Coello iniciaron su campaña política –uno como candidato a la presidencia de la república y otro a gobernador del estado- en Chiapa de Corzo en Mayo del 2012. Aunque, realmente, fue en varios lugares que hicieron actos parecidos diciendo que iniciaban su campaña.

En Chiapa de Corzo, en donde ahora  el presidente de la república fue declarado como persona “non grata”, firmó cinco compromisos para el desarrollo tanto de la ciudad colonial como Tuxtla Gutiérrez.

Algunos de los compromisos que firmó para Chiapa de Corzo fueron: impulsar la infraestructura turística, mejorar las vías de comunicación y dotar de agua potable al municipio. Nada de lo pactado han visto los chiapacorceños en los cinco años de gobierno de Enrique Peña Nieto, pero no fue esto lo que ocasionó el repudio de las y los pobladores de esa ciudad, sino un hartazgo generalizado a las políticas –o la falta de ellas-  que han impulsado los dos gobernantes.

Desde un día antes de su visita -07 de Agosto- , las y los inconformes declararon a Peña Nieto persona “non grata”. Aun así llegó. Hoy, ya estara arrepentido de su necedad o la de su anfitrión.

“La heroica Chiapa de Corzo no recibe a traidores «, señalan habitantes de Chiapa de Corzo. Foto: Cortesía

Las y los pobladores que se manifestaban de manera pacífica cerca del exconvento de Santo Domingo, donde presuntamente sería el acto político, fueron rodeados por cientos de policías antimotines sin que hubiera justificación legal para ello. Era, evidente, que lo que hacían era impedir que la marcha avanzara y se trasladarán a la unidad deportiva de Chiapa de Corzo, en donde se realizaba el evento con el presidente.

El grupo de manifestantes, en su mayoría, se refugió en la propia iglesia de Santo Domingo cuando un grupo de jóvenes con el rostro cubierto se empezó a enfrentar con el grupo antimotines. Los policías respondieron con gas lacrimógeno y mantuvieron cercados a las y los inconformes hasta después de que se fuera el presidente de la ciudad colonial.

El saldo fueron algunos civiles detenidos y 7 policías retenidos por los manifestantes. En la madrugada del martes ambos grupos liberaron a quienes mantenían detenidos.

Hasta ahora no se había conocido de un lugar que “recibiera” así al presidente Enrique Peña y que, además, las y los manifestantes fuera un grupo de la ciudadanía que no pertenece, propiamente, a alguna organización.

En la Ciudad en donde hace cinco años tanto el presidente como el gobernador fueron “bien recibidos” y pudieron estar sin problemas en la plaza central, ahora, ni uno, ni otro pudo llegar más allá de la unidad deportiva.

En la unidad deportiva de Chiapa de Corzo se montó un escenario, en donde lamentablemente, una vez más se “usaron” a las y los indígenas como parte de la utilería. Nada de fondo en el acto, nada que marcara el seguimiento o inicio de una política pública para los pueblos originarios de México.

La situación es simbólica, dibuja bien el ocaso de ambos gobiernos, el hartazgo de la ciudadanía, la frivolidad de ambos gobernantes que a pesar de ver la situación decidieron dar un paseo en lancha en el Cañón del Sumidero acompañados del cantante Julión Álvarez y publicitar en las redes sociales la imagen. En está ocasión su falta de tacto les salió cara.

A esta hora, tal vez, el presidente piensa que debió de haber entendido las señales y mejor no haberse parado en Chiapas. “Lejos, lejos/ como a un ciego/ me han llevado de la mano” dice el poeta Italiano Ungaretti y bien le viene la frase a Peña Nieto en este momento en donde se le cuestiona sus vínculos con el cantante grupero, a quien llamó, en alguna ocasión “ejemplo para la juventud en México”.

La imagen de los políticos con el cantante y presunto lavador de dinero del narcotráfico, Julión Álvarez con un lanchero de Chiapa de Corzo en el cañón del sumidero, y que fue tomada en su reciente visita, ha sido difundida y convertida en memes hasta el cansancio ahora que fueron divulgados los presuntos delitos en los que pudo haber incurrido el cantante, quien mantiene una amistad cercana con el gobernador.

La visita de Enrique Peña Nieto a Chiapas fue un desastre para el propio presidente y el gobernador del estado, Manuel Velasco, un reflejo de lo que el gobierno de ambos se ha convertido al pasar de los años, es un anuncio de que ambos ya van de salida y que si las cosas siguen en el mismo tono será por la puerta trasera.

 

 

 

 

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