La Tecnocracia en México y Chiapas
Concebido como el constructor del mundo global y también gestor de gobierno, el tecnócrata despunta en política como un experto en el campo de su conocimiento o profesión. La aplicación del método científico en la solución de los problemas sociales y económicos por sobre la ciencia política.
En su ideal el tecnócrata es concebido como una oportunidad a la “meritocracia”. Los más preparados académica y científicamente en los mejores puestos del gobierno y la iniciativa privada. Para que como decían los empresarios americanos del siglo pasado se pudiera “concebir un gobierno mediante la toma de decisiones técnicas”.
Hoy los tecnócratas, sobre todo los mexicanos, son los miembros de una élite técnica neoliberal y excluyente. Son secretarios de estado, virreyes (gobernadores) hijos de virreyes, parientes de altos funcionarios y miembros de la elite social y política nacional. Es decir, están alejados del sentir popular.
Por su término, hay tecnócratas en todas las ciencias; pero los más famosos son los economistas. Defensores del liberalismo; hoy conocido como “neoliberalismo”, la tecnocracia mexicana pugna por una economía mexicana de libre mercado -como son hoy casi todas las economías del mundo con todo y sus ajustes hegemónicos entre Estados Unidos y China- y lo hace promoviendo las libertades políticas y también la democracia como sistema político.
El quiebre tecnócrata; aquella situación que permitió que en México saltaran de puestos estrictamente técnicos a llevar la técnica a los puestos políticos fue el cambio de modelo económico en los años 80 del siglo pasado.
¿Pero que han cambiado en México los tecnócratas mexicanos y el modelo económico que los promueve?
Antes y durante el denominado “modelo de sustitución de importaciones” México exportaba productos básicos, especialmente agropecuarios y petróleo y hoy con un modelo neoliberal; nuestro país sigue exportando petróleo, pero siempre está incrementándose el nivel de nuestras exportaciones manufactureras.
Pero el saldo negativo de la gestión neoliberal en México y que atañe a Chiapas, es la poca efectividad de un modelo económico orientado a la exportación cuando a la heterogeneidad de su implementación se refiere. El país tiene un modelo económico dual en varios sentidos. Es decir coexisten en el país sectores económicos divididos por diferentes niveles de desarrollo, tecnología y diferentes patrones de demanda.
Pocos ricos, muchos pobres y una clase media que en épocas de crisis es la que termina pagando a través de la tributación fiscal el costo de las crisis económicas o de las malas decisiones de política fiscal. Agricultura moderna, exportadora y en contraste, campesinos que claman apoyo financiero en las oficinas gubernamentales para poder seguir produciendo y subsistir. Norte y centro del país maquilador, productor de servicios, enfocado a la exportación y sur agropecuario y con industria petrolera.
De manera tal que la tecnocracia mexicana tiene que administrar un país con distinto rumbo y por tanto con múltiples prioridades. Para el México globalizado y enfocado a la producción exportadora lo prioritario es la inversión extranjera o nacional directa. Para el México pobre lo principal son los programas sociales, la construcción de carreteras y caminos, la electrificación, la introducción de agua potable y etcétera.
Chiapas no pasó de una economía atrasada a una moderna, en buena medida -se culpa- por su lejanía del centro, por su accidentada geografía y todo lo demás que ya se conoce. Pero también porque ¿Cuántos chiapanecos han demostrado un espíritu empresarial?. Nuestros empresarios históricos se cuentan con los dedos de la mano. Y lógico, no hay ni hubo estrategias de competencia para participar en los mercados mundiales o siquiera nacionales.
Pero grupos chiapanecos poderosos, si bien no se preocuparon por el desarrollo económico del estado -y las políticas públicas estatales tampoco, eso hay que decirlo- no significa que no tuvieran intereses políticos y económicos.
El problema es que esos intereses estatales se han impuesto siempre y lo han hecho con la complicidad de los políticos del centro. En consecuencia, algunas de las características históricas de la economía chiapaneca son la subsistencia y explotación de la mayoría de sus habitantes, pero también el saqueo.
Es decir nuestro atraso es culpa de nuestra clase política y de las políticas económicas impulsadas desde el centro del país. La lejanía del centro, la accidentada geografía no son más que características propias de nuestro estado y lo que se tiene que hacer es revertirlas con políticas públicas efectivas.
El verdadero problema de nuestro atraso es la falta de conectividad, la mala inversión pública, la falta de visión de la clase política, el saqueo. La debilidad institucional que no permite un estado de derecho efectivo. ¿Cómo puede ser posible que en un país donde comprar un producto te cuesta lo mismo en cualquier parte de la nación -lo que significa que producir cualquier cosa es un costo igual en cualquier parte- no tengamos industria y si muchos changarros?.
En consecuencia, en Chiapas no se usa la técnica para gobernar. Y a los tecnócratas nacionales que tanto pugnan por utilizarla para hacer efectiva las propuestas de administración pública. Lo que si se utiliza es el populismo.
En Chiapas, en donde la población requiere de los subsidios federales para subsistir, el populismo tiene un campo fértil para enraizarse y lo hace con efectividad. Hay populismo de derecha y de izquierda. Pero la derecha está más cohesionada ideológicamente y operativamente, la izquierda por su parte está esperanzada en que la indignación nacional le otorgue el triunfo electoral en el 2018.
Pero seguiremos esperando que la técnica llegue a sustituir a una clase política que solo busca sus intereses. Y es que el problema es que la tecnocracia mexicana actual ya no es meritoria, es elitista y por lo tanto insensible y alejada de la realidad nacional.
El neoliberalismo, que tanto le gusta a la tecnocracia nacional no ha traído ningún beneficio a Chiapas, lo que sufrimos son algunos coletazos de este fenómeno ideológico mundial y este se expresa en sus efectos negativos. El saqueo gubernamental, el saqueo de nuestras riquezas naturales es permanente. Y es la característica del modelo económico que más ha persistido.
Twitter: @GerardoCoutino
Correo: geracouti@hotmail.com
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