Hidrocarburos y solidaridad con los zoques
Hidrocarburos y solidaridad con los zoques
Miguel Lisbona Guillén
A finales del mes de junio del presente año apareció, de manera pública, una carta signada por científicos sociales mexicanos, y de otras nacionalidades, donde mostraban su solidaridad con el “pueblo zoque de Chiapas en contra de los hidrocarburos”. Tal vez por encontrarme fuera del estado y de las fronteras del país, no tuve acceso a tal documento, ni a firmarlo si estaba de acuerdo. En tal sentido, hay que recordar que el 5 de abril de este mismo año, y en este medio, escribí sobre este tema y manifesté mi preocupación por lo que ocurría en municipios históricamente zoques y sobre las detenciones de personas involucradas en la defensa de su territorio. Una muestra de ello es repetir algunas partes del mencionado artículo:
A principios del siglo XXI resulta imprescindible contar con soluciones que vayan más allá de la protesta y la judicialización de la misma. La política tiene la obligación de encontrar las vías necesarias para desechar violencias o represiones como únicos caminos para acometer esa negación del diálogo que es la confrontación sin resultados. […]. Si nada de ello se toma en cuenta se estará en las reacciones de siempre y que el refranero recuerda con trágica rotundidad: “ahogado el niño, a tapar el pozo”.
La carta referida arriba firmada por destacados académicos tiene un inicial problema que no debe dejarse de lado porque significa un posicionamiento que los críticos o contrarios a las propuestas de amplios sectores de zoques y ciudadanos chiapanecos, o de otros lugares, pueden retomar para asirse a su postura. Ello es la afirmación del título de la carta donde se afirma la solidaridad “al pueblo Zoque de Chiapas en contra de los hidrocarburos”. Contundente título pero que no creo responda a la realidad puesto que dudo del odio o la confrontación de los zoques hacia los hidrocarburos, más bien su queja es ante la exploración, explotación, etc., sin control, sin contraprestaciones o sin ser tomados en cuenta a la hora de decidir sobre el territorio donde habitan. Los ciudadanos involucrados en la defensa del territorio municipal se manifiestan ante las formas institucionales y las consecuencias sobre su tierra natal. Y dicho lo anterior, no cabe duda que es necesario consultar a los zoques, a los habitantes de los municipios afectados por los procesos de licitación y concesión para efectuar explotaciones “salvajes”, por decirlo suavemente. Todos somos conscientes de ello porque mientras las empresas, sean mexicanas o extranjeras, nunca realizarán tales formas de explotación en Europa o en los países situados al norte de México, aquí y en Latinoamérica, en general, la indiferencia de los resultados que afectan a las personas o a la naturaleza que los rodea es totalmente reprobable por vandálica.
Y también tiene razón el manifiesto al preocuparse del modelo de desarrollo que se ha generado en algunos municipios zoques desde hace años. Aunque tal circunstancia, sin que se mencione en el texto, no ha sido o es una singularidad ejemplificada por los zoques. Presas, deforestación en favor de la ganadería extensiva, puesto que la intensiva es inexistente en nuestro estado, y estos proyectos extractivos, encabezados por compañías mineras, son el ejemplo cierto. Aquí considero que la actual reclamación desde los municipios zoques debe involucrar a buena parte de Chiapas, también perjudicada por esas formas de crear riqueza sin retribución perceptible para la mayoría de la población. Igualmente, tomar ciertos elementos que han tendido a folklorizarse, como ocurre cuando se menciona que las tareas criticadas “han causado un terrible golpe a Nasakobajk (la madre tierra en lengua zoque)”, puede sonar bien, y en correspondencia con discursos establecidos en los últimos años como parte de reivindicaciones políticas y sociales, aunque dudo de su validez analítica. Y todo ello sin entrar en el sentido del nombre en zoque Nasakobajk, no necesariamente unido en la forma de traducción que se le ha querido dar y que, en este caso, reaparece para defender la tierra, el territorio vivido.
Solidaridad siempre hacia los pobladores del territorio históricamente zoque que desean decidir sobre el futuro de su tierra; pero también habrá que pensar renovadas formas discursivas para expresarla donde se incluyan más ciudadanos chiapanecos y, sobre todo, alejadas de retóricas sacras establecidas con conceptos como el de “la madre tierra”.
Saludos Miguel,
Es bueno conmemorar que los pueblos al tener historia, son dueños de lo que implica el territorio, que va más allá del espacio geográfico. Esa es la razón de la lucha del pueblo Zoque, ya que por mucho tiempo se han visto como pueblos que tienen recursos prestados a la luz del Estado Nación. ¿Será esa la luz bajo la cual debemos seguir viendo a los zoques y los demás pueblos originarios?
Gracias.