Roberto Borge, un preso en Panamá

Roberto Borge, un preso en Panamá

Miguel Lisbona Guillén

Desde Panamá he seguido todas las noticias que han circulado sobre la detención y posterior encarcelamiento del que fuera gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge. Como es lógico, el país centroamericano tiene sus propios problemas internos, donde destacan hoy en día la corrupción y el incumplimiento de promesas electorales de su Presidente, Juan Carlos Varela. Por ende, tal detención de un político mexicano es más anecdótica que una noticia destacada; caso contrario al ocurrido en México, donde ese hecho y lo que gira en torno a él ha revolucionado las redes sociales.

Borge cuenta con denuncias a nivel federal y estatal y que tienen distinto contenido, aunque tal vez sean las más llamativas las relacionadas con su imputación en la venta ilegal de terrenos, parte de la reserva territorial del estado que gobernó. Denuncias que propiciaron la acción de la Procuraduría General de la República (PGR) para extender la búsqueda internacional del denunciado, a través de la Interpol, y todo ello debido a la orden de aprehensión dictada por un juez federal mexicano.

El periodista quintanarroense, Pedro Canché (http://www.pedrocanche.com), se desplazó a Panamá con la finalidad de entrevistar al político encarcelado o, a lo sumo, poder conocer sus condiciones de vida en prisión. Además, en su página de internet se siguen sus reportajes en Youtube, donde junto a sus comentarios aparecen imágenes de Panamá y de los lugares donde estuvo o se encuentra el que fuera todopoderoso gobernante del estado de Quintana Roo.

Hay que recordar que este periodista fue encarcelado durante nueve meses, siendo liberado en 2015, no sin que su detención y estancia en presión estuviera llena de irregularidades y denuncias por parte de organismos de Derechos Humanos; hecho que permitió que de manera pública se reconociera por parte de las autoridades quintanarroenses y del municipio de Felipe Carrillo Puerto lo arbitrario de la detención y obtuviera la disculpa pública solicitada por el propio periodista. Así, cuando Roberto Borge ostentaba el poder en el estado caribeño Pedro Canché sufrió la estadía en la cárcel. Ahora, por el contrario, el encarcelado es el político y Canché quiso documentar tal circunstancia de primera mano en Panamá.

El periodista, que le compró una torta a Borge en el tradicional restaurante de comida criolla panameña, “El Trapiche”, para llevársela a la prisión, también destacó la forma en la que el político obtuvo su traslado a una mejor dependencia carcelaria, considerada menos conflictiva y llamada “Renacer”, mediante un pago al fiscal encargado de su caso. Tal hecho le permite contar con ciertas comodidades en la celda, como son un colchón o una televisión.

Dicho esto, lo que ha removido las redes sociales, como dije antes, ha sido el cuestionamiento del viaje del periodista, criticándole o preguntándose de dónde obtuvo los recursos suficientes para pagarse vuelo y estancia en Panamá, además de acusar a la actual administración política del estado de Quintana Roo que sea su fuente de financiación. Como es lógico, no cuento con tal información, pero es cuestionable, como mínimo, que un periodista no pueda realizar su trabajo sin ser atacado sin las pruebas suficientes. De la misma forma, tampoco su reporte desde el país centroamericano se ha caracterizado por el encarnizamiento contra Roberto Borge. Por el contrario, y no cabe duda que con cierta ironía, lo mostrado es la forma en que un todopoderoso gobernante mexicano puede caer, como cualquier delincuente, en manos de la policía y ser encarcelando, aunque tal circunstancia haya ocurrido lejos de su tierra.

Informar, analizar o criticar, tareas del periodismo, no son asuntos ajenos al subjetivismo, por supuesto, pero las redes sociales tampoco son indiferentes al mismo, por no decir que lo enaltecen con insultantes afirmaciones, muchas veces; por ello la tarea de Pedro Canché debe revisarse con desapasionamiento y sin partidismo, y así se verá un trabajo respetuoso, como mínimo, difícil de objetar cuando el hoy preso y objeto de los reportajes lo encarceló.  Pensémoslo.

 

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