Evocando la magia del mundo árabe
Entre los regalos más preciados en la vida: la literatura.
Evoco en mis recuerdos, te halló allí Concha, mi estimada Concha, con mucho cariño hasta donde estés.
Una soleada mañana del mes de julio, hace alrededor de seis años, en Villena una ciudad cercana a Alicante, España tuve la fortuna de conocer a una mujer sencilla, carismática, conversadora, con buen sentido del humor y una gran pasión por las letras y la vida, la escritora asturiana Concha López Sarasúa.
En las charlas sostenidas con Concha a lo largo de mi estancia en Villena, vinieron a mi mente gratos recuerdos de la literatura que yo solía leer en mi infancia cuando tomaba prestado un libro de mi abuelita materna, Las mil y una noches, donde las historias del mundo árabe robaban mi atención. Recuerdo el libro, era grande o al menos yo lo apreciaba así, con grabados, sus hojas en tono amarillento y tenía una peculiaridad, sus hojas se desprendían poco a poco. Era un tesoro para mi abuelita, ahora que yo tengo tanto amor por mis libros comprendo por qué lo cuidaba y no gustaba que yo contribuyera a deshojarlo.
En mi imaginación recreaba las historias del mundo árabe a través de sus dibujos, algunas de ellas quedaron guardadas en mi mente y mi corazón. Con la literatura de Concha se volvió a reavivar ese interés mío; la magia que brota de los textos de Concha y la pasión con la que habla del mundo marroquí incita a recrearse en su literatura y a interesarse por la cultura árabe.
Concha López Sarasúa es de cabello rubio, tez bronceada y una sonrisa que contagia alegría, actualmente radica en Alicante, España, región cercana al Mediterráneo. La escritora es originaria de Asturias, de Mieres, un pueblo minero. Siempre le ha gustado escribir, su afición comenzó en Marruecos donde vivió veinte años.
Su literatura comprende una diversidad de temas, en los que envuelve al público lector en cada una de sus historias, en muchas de ellas sus protagonistas son mujeres y niñas. Su obra ha sido galardonada, aborda desde temas sociales como la migración de Marruecos a España que se refleja en ¿Por qué tengo que emigrar?; la migración española a Marruecos en La llamada del almuédano; un recorrido desde las costas españolas hasta Estambul en La daga turca y otros relatos mediterráneos; también describe la fantasía del mundo árabe, la poesía, la literatura presentes en ¿Qué buscabais en Marrakech?, que quedó como finalista del Premio de Novela Café Gijón 1999.
Su escritura también ha deleitado el mundo de la literatura infantil con sus libros Meriem y la ruta fantástica, En el país de Meriem y Los mil y un cuentos de Meriem, aquí sus personajes cobran vida con las historias de ensueño, la magia acompañada de relatos con dibujos que ilustran y nos sitúan en el contexto marroquí.
En su obra la autora describe personajes, recrea historias, nos ubica a quienes leemos en los paisajes de los escenarios árabes, así como algunos españoles. Sus historias atrapan la atención, de tal manera que quien las lee, comenzará hasta terminarlas.
Concha ha sido una viajera en su vida, esto también lo plasma en la última novela que escribió situada al sur de la Argentina en la Patagonia, Regreso a la Patagonia.
Hoy evoco con mucho cariño a Concha, la escritora que removió el gusto e interés por el mundo árabe, pero más aún a Concha, la mujer que ha dejado una huella en mí, por su actitud entusiasta ante la vida, por sus ganas de compartir su mundo, su amor por hacer gimnasia frente al mar, su gusto por el baile, su alegría para cantar canciones mexicanas, su encanto al conversar, su humildad y sencillez, la evoco con esa bella sonrisa y me quedo con ese grato sentimiento.
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