El secreto de cortarse las uñas
Casa de citas/ 334
El secreto de cortarse las uñas
Héctor Cortés Mandujano
Creo que he leído todos los libros de poesía de Manuel José Othón, pero no había leído nada de su teatro, nada de su narrativa. Por eso compré su Antología: Poesía, teatro, narrativa (Océano, 2004). Caigo de nuevo en las redes de sus poemas (p. 51):
En las noches tediosas y sombrías
buscan su nido en mi cerebro enfermo,
plegando el ala ensangrentada y rota,
mis antiguos recuerdos.
Es muy buena la introducción que hace a los temas, los géneros, la vida y la obra de Othón, Ignacio Betancourt. Dice él que este hombre, ahora más recordado como poeta, triunfó primero como dramaturgo y el fragmento de una obra (“Después de la muerte”, muy melodramática) y la completa (“el último capítulo”, el protagonista es Cervantes y está escribiendo la segunda parte del Quijote) que aquí se publican, muestran su talento en el drama.
En narrativa insistió en el tema rural, que tan bien desarrolla en poesía; en “Coro de brujas” dice una cosa curiosa sobre uno de los secretos de curación de doña Francisca (p. 238): “Para las ‘riumas’ prescribía cortarse las uñas todos los lunes”.
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Las palabras más comunes tienden a ser asimismo las más breves
Guiraud,
citado por Bertil Malmberg
Constituido por distintos ensayos, Los nuevos caminos de la lingüística (Siglo XXI, 2003), de Bertil Malmberg, nos propone la revisión de la sabiduría antigua y la posibilidad de, a partir de aquella, arrancar nuevas andaduras.
Habla del alemán Humboldt, muerto en 1835, quien (p. 37) “vio claramente el papel que desempeña el lenguaje en nuestra experiencia del mundo que nos rodea, su importancia al conceder forma reconocible a lo que de otra manera sería un caos inaccesible e ininteligible. El lenguaje –dice– otorga al hombre el poder de dar forma al mundo y de convertirlo en propiedad del espíritu”.
Croce, italiano nacido en 1900, dice Malmberg (p. 76), “identifica la lingüística con la estética. […] Esto, asimismo, conduce naturalmente a Croce a identificar lenguaje y poesía. El lenguaje –declara– no es cosa de lógica; es imaginación”.
En un libro de 1952, Psicología del lenguaje, Ernst Cassirer dice que (p. 235) “el lenguaje determina nuestra imagen del universo. […] El lenguaje mira hacia adentro tanto como hacia afuera”.
E. Negus, inglés, dice (p. 240): “Lo que llamamos órganos del habla son órganos que se han adaptado a las necesidades de la comunicación, pero cuyas funciones biológicas son harto diferentes (respiración, deglución, etc.). Hablamos, antes que nada, con el cerebro, no con los llamados órganos del habla”.
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Mi querido amigo Alejandro Molinari me regaló sus dos novelas breves El día que Julio Cortázar llegó a Chiapas y La tarde que conocí el cine, a las que hincaré el diente apenas pueda. Mil gracias, querido Alex.
Contactos: hectorcortesm@gmail.com
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