La disputa electoral por Tuxtla
Emilio Salazar Farías, Carlos Morales Vázquez, Francisco Rojas Toledo, Carlos Penagos y Zoé Robledo son los políticos que podrían convertirse en candidatos a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez.
Paco Rojas, después de ser derrotado por las autoridades “garantes del voto”, debería tener derecho casi automático de llegar a la alcaldía, pero sus aspiraciones ahora apuntan a la gubernatura, ya sea como independiente o por Morena, partido con el que ha tenido acercamientos, pero que difícilmente lo apoyará.
Contender como independiente, en un estado pobre y altamente sustentado por los programas sociales, es casi un suicidio, y la muestra la vivimos en las elecciones del Estado de México, en donde la candidata independiente apenas rebasó el dos por ciento.
La ruta natural de Paco Rojas, tanto para salvación de su partido como por congruencia para él mismo, debiera ser el PAN, coaligado posiblemente con el PRD. Sus bonos para ganar la presidencia se incrementarían notablemente.
Zoé Robledo también aspira a contender por la gubernatura, amparado por supuesto por Morena, pero es posible que quede marginado, y en esa búsqueda de espacios en disputa, no le quedaría nada mal buscar la presidencia municipal y con alta probabilidad de triunfo.
Más que ganar la gubernatura, por su falta de infraestructura en las zonas rurales —movidas al son del dispendio oficial electoral— Morena tiene muchas posibilidades de llevar a su nómina las principales ciudades de Chiapas, entre otras, Tuxtla Gutiérrez, Tapachula y toda la región costa.
Carlos Morales Vázquez intentará acercarse también a Morena, por sus lazos que ha tenido con la izquierda, al haber sido diputado por el PRD, aunque un poco diluido por desempeñarse como funcionario de primer nivel en la actual administración.
La única oportunidad que tiene el PRI y el Verde para mantener el poder en la capital será unirse, y sumar a sus siglas las de Chiapas Unido y Mover a Chiapas. Por consiguiente, alzarse con la candidatura en esta abigarrada aglomeración de partidos, conllevará enfrentamientos y disputas que se podría saldar con rupturas.
Por lo pronto, son dos que encabezan las apuestas, por un lado está Emilio Salazar Farías y por el otro Carlos Penagos. Entre ambos hay una gran distancia, tanto de sensatez, madurez como de preparación y de experiencia. Mientras que Emilio Salazar podría sacar avante el tren oficial o no salir tan mermado de las elecciones, Carlos Penagos ofrecería peores cifras que las de Fernando Castellanos Cal y Mayor.
Lo más probable es que para las elecciones de 2018 a la presidencia de Tuxtla Gutiérrez veamos a tres candidatos fuertes, sin la presencia, lamentablemente, de ninguna mujer: uno, el que emerja del PAN y del PRD, y que podría ser Paco Rojas; otro, el de Morena, en donde no se podría descartar a Zoé Robledo, y otro más del PRI, PVEM, Chiapas Unidos y Mover a Chiapas, que si fuera una carrera de caballos, está al frente Emilio Salazar, perseguido por el caporal Carlos Penagos, y muy atrás por Alfredo Araujo y Manuel Sobrino. Los demás candidatos que aparezcan, independientes o no, serán parte de la comparsa, que siempre se da en este festival de máscaras que son las elecciones.
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