La actividad económica de Chiapas en 2016
La actividad económica de Chiapas en 2016
Baltazar Mayo Mendoza[1]
El 27 de abril de 2017, el INEGI publicó el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) que corresponde a los últimos tres meses del año pasado. Por medio de una estimación indirecta, en 2016 la economía chiapaneca habría crecido sólo 2.2% con respecto al año anterior, esta ligera recuperación es insuficiente después de que, en 2015, el Producto Interno Bruto (PIB) del Estado registrara una caída de -3.3%, que fue la más pronunciada en los últimos doce años.
Si ponemos en contexto la actividad económica del estado, después de la crisis financiera de 2008-2009, la economía chiapaneca había empezado a ganar impulso durante el periodo 2010-2014, durante estos cuatro años, Chiapas había registrado una tasa de crecimiento promedio anual de 3%, alcanzando en 2010 un crecimiento de 8%, pero esta ligera recuperación, empezó a diluirse entrando 2015, y como ya lo comentamos, en ese año sufrimos nuestro peor empobrecimiento en materia económica.
¿Por qué no seguimos la tendencia ascendente que empezó en 2010?, ¿Por qué se truncó el crecimiento?
La respuesta se encuentra en el fallido enfoque de las políticas públicas que sigue el actual gobierno estatal, que asume que la pobreza estructural en el
Estado es un mal necesario que asegura una mayor cantidad de recursos federales para su combate, pues a mayor pobreza mayores recursos públicos .
Las grandes obras en Chiapas, que por cierto se presume en todos los medios de comunicación estatal, se han limitado sólo en regalar insumos agrícolas a los campesinos, vasos y ollas a las amas de casas, pantalones a toda la población (no importa si la temperatura llega a 40 grados), vistiendo a toda la niñez chiapaneca de verde, etc. Estas acciones, como lo refiere un colega, no tienen efectos multiplicadores en toda la estructura económica, más bien es un gasto improductivo que es útil sólo para administrar la pobreza y, lo más importante, muy rentable para la clase política, los que creen que haciendo lo mismo se van a obtener resultados diferentes.
La clase política chiapaneca sabe que el subsidio y las dádivas a los pobres es la mejor estrategia para ganar votos, y por tal razón, conforme se acerca 2018 para renovar la gubernatura y las alcaldías, muchos políticos buscan tomarse la foto regalando despensas, consultas médicas gratuitas a las familias más pobres del Estado, lucrando electoralmente con el hambre y la desesperación de muchas familias.
El debate de las buenas ideas para buscar erradicar el hambre y la desigualdad no existen en Chiapas, sólo existe la competencia de quién eroga la mayor cantidad de recursos para otorgar dádivas a los más pobres, porque saben que el éxito político-electoral deriva de ello.
[1] Economista Chiapaneco.
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