La buena y la mala noticia para Roberto Albores Gleason
Roberto Albores Gleason tiene una noticia buena y una mala: la buena es que tiene muchas posibilidades de encabezar la candidatura del PRI al gobierno de Chiapas para el 2018, la mala, es que perdería.
El PRI, ese viejo PRI en el que ha militado y ha construido su carrera política, se ha empequeñecido, ha perdido militantes, votos y puestos de elección popular.
En la elección a gobernador de 2012 llegó al tope cuando obtuvo 596 mil 231 votos, pero fueron 50 mil votos menos que el Verde. En 2015, en la elección de presidentes municipales, se achicó: apenas alcanzó 439 mil 969 votos; el Verde, por su parte, subió a 701 mil 324 votos sufragios.
En una comparación rápida (ver tabla), el PRI apenas si ha crecido desde 1994 cuando Eduardo Robledo Rincón ganó la gubernatura con 502 mil 898 votos. Se calcula que su voto duro anda entre 450 mil y 500 mil votos, una cantidad insuficiente para disputar el gobierno de Chiapas, que requerirá para ganarla de al menos 700 mil votos.
Roberto Albores Gleason sabe que la única posibilidad de ganar la gubernatura es mediante una alianza con el Verde. Pero esa alianza hace aguas, por el momento, y se ve muy difícil que pueda convertirse en realidad.
Además, de unirse el PRI y el Verde, aparecerían otros actores que pelearían sus derechos, como Eduardo Ramírez Aguilar y Luis Armando Melgar, con muchas posibilidades de este último de encaramarse a esa alianza, por sus conexiones en el centro del país.
Para que el PRI ganara la gubernatura sin alianza tendría que contar con el apoyo de la estructura gubernamental estatal, manejar programas sociales federales y locales, así como poner en marcha una bien aceitada maquinaria de compra del voto. Y ahí esta su problema, porque no tiene el apoyo estatal, maneja pocos programas sociales y su maquinaria necesita de al menos mil millones de pesos, difíciles de obtener para un partido en retirada.
El PRI iría en alianza con el Verde en la elección para la presidencia de la república, senaduría y diputaciones federales, pero para las diputaciones locales, presidencias municipales y gubernatura, cada partido marcharía por su lado.
En un escenario así, el PRI estaría disputando la gubernatura ante dos candidatos fuertes: el de Morena (con Zoé Robledo, Rutilio Escandón o Luis Armando Melgar) y el del Verde (con Eduardo Ramírez o Luis Armando Melgar) que congregaría a Mover a Chiapas, Chiapas Unido y posiblemente al PAN y al PRD.
¿En qué lugar quedaría Roberto Albores ante esas candidaturas? Difícilmente alguien diría que en primero.
NI RUTILO ESCANDOM, NI MELGAR, NI EL ZOE, NI LOS MISMOS LOS QUEREMOS LOS CHIAPANECOS QUE VAYAN DE PUNTITAS A CHINGAR A SU MADRE
Coincido contigo, pero desafortunadamente la mayoría de gente vota por el que más les de, o al menos prometa apoyos principalmente sin tener que trabajar y solo cobrar . Ni a cual ir, ni por quién votar, todos están cortados con la misma tijera de la corrupción.