El libro y la película
Casa de citas/ 308
El libro y la película
Héctor Cortés Mandujano
Vi dos películas al hilo cuyos protagonistas son profesores (de literatura uno; de latín, otro), abandonados por sus parejas (ha muerto el compañero gay de uno; la esposa dejó al otro), cuyas vidas están centradas en el recuerdo.
La primera es Solo un hombre (A Single Man, 2009), dirigida por el elegante Tom Ford, nombre vinculado a lo mejor de la moda. Fue su debut y está basada en el libro Un hombre soltero de mi admirado Chistopher Isherwood. La actriz Julianne Moore da vida a la amiga del protagonista (Colin Firth, perfecto en su papel) y dice algo que podría resumir la intención de los dos seres que ya han renunciado al presente: “Mi futuro es vivir en el pasado”.
Jeremy Irons protagoniza la segunda, Tren nocturno a Lisboa (2013), dirigida por el genial Bille August. Su personaje deja vida y trabajo en Berna, Suiza, para tomar el tren nocturno a Lisboa, persiguiendo la historia que le sugiere un libro que llega a sus manos por azar (salva a una mujer suicida y se queda con su abrigo en el que estaba el volumen). Su viaje parece seguir las líneas del libro: “El verdadero director de la vida es el azar”, “¿y no todo lo que hacemos es por miedo a la soledad?”. En una cena con la mujer que tal vez lo rescate a la vida dice: “Si Jesús hubiera muerto en una guillotina le rezaríamos a una hoja brillante. Si lo hubieran electrocutado, nos arrodillaríamos ante una silla”. No perderás el tiempo, lector, lectora, si las ves.
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El número diez es obstinadamente invariable,
no tiene necesidad de pasar por el nueve
ni le devora la ambición de convertirse en once
José Saramago
Desde que vi La mujer que cantaba (Incendies, 2010), dirigida por Denis Villeneuve, busqué hacia atrás todo lo dirigido por este director quebequés y, por supuesto, he visto todo lo que ha seguido haciendo. Me sorprendió su película Enemigos idénticos (Enemy, 2013), porque supone un enredo nada fácil de desentrañar y tiene, además, un final absolutamente sorpresivo y desafiante a la lógica que nos ha acostumbrado el cine. Luego de ver cada cinta, de quien sea, religiosamente me aplico a leer las críticas que sobre ella se hacen. Para ésta hallé una magnífica, plagada de conocimiento, claridad de pensamiento, inteligencia: http://www.seriemaniac.com/2014/07/05/explicacion-del-final-de-enemy/
La otra cosa que me sorprendió de la cinta de mi admirado Villeneuve fue que estuviera basada en una novela de José Saramago. Hay escritores que se vuelven populares, quién sabe por qué, y es el caso de este hombre. Cuando ganó el Nobel de Literatura, qué gran error, amigas y amigos dieron en regalarme libros suyos que fui apilando sin leer durante un tiempo. Luego he leído El evangelio según Jesucristo, Cuadernos de Lanzarote, La muerte de Ricardo Reis, que me parece el mejor, y tres o cuatro más; por eso digo que no me gusta.
Vi la peli y busqué en mi biblioteca el libro. Sí, fue uno de los regalos de quién sabe quién. El hombre duplicado se llama. Hasta el título es malo. Lo leo y eso me hace admirar más a Villeneuve. El estilo narrativo de Saramago es tautológico, cansino, moroso y, en esta novela, su final es poco creativo, con el agravante de que contradice sus propios postulados y hasta su título. La película me parece fascinante.
Contactos: hectorcortesm@gmail.com
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