Poder judicial (y machista) del estado
“La violencia contra la mujer tiene sus raíces en las desigualdades y la discriminación contra las mujeres, y su prevención y erradicación debe basarse en alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.” El señalamiento es del “Llamado conjunto de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer y todos los mecanismos internacionales y regionales para terminar los feminicidios y la violencia de género”, emitido a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Lo he retomado porque pienso que no le falta razón, y podemos constatarlo en nuestro contexto. Las diametrales desigualdades entre hombres y mujeres que existen en el servicio público no tienen otra explicación que no sea el atender a una política pública que discrimina a las mujeres en la designación de los cargos públicos. La Universidad Autónoma de Chiapas parece ser el ejemplo más claro y ocupaba el primer lugar en discriminación. Sin embargo, el Poder Judicial del Estado de Chiapas le disputa esa triste y lamentable posición.
“Las mujeres, prioridad en cualquier agenda de gobierno”, afirmaba hace unos días Rutilio Escandón, titular del Poder Judicial del Estado, en uno más de sus eslóganes de precampaña. El primer párrafo del comunicado decía: “En el Poder Judicial es prioridad eliminar toda forma de violencia y discriminación en la sociedad, y ha establecido la perspectiva de género como una herramienta para la planeación y ejecución de los programas…”
Develemos la hipocresía. Los datos que se presentan a continuación se pueden verificar en la página de internet del mismo Tribunal Superior de Justicia del Estado.
El Tribunal Superior de Justicia se integra por un Tribunal Constitucional, que se integra por 4 magistrados y una mujer. Además contempla un Consejo de la Judicatura, que se compone por 4 hombres y una mujer; y una Coordinación de Visitaría, también con 4 hombres y una mujer.
Después de las instancias mencionadas, le siguen las 9 Salas Regionales Colegiadas. Cada Sala la integran tres magistrados, por lo tanto son 27 magistrados. De este total, 25 son hombres y solo 2 mujeres.
En los Juzgados de Primera Instancia, los datos podrían parecer mejores. Del total de jueces, hay 30 hombres y 19 mujeres, entre estas habrá que considerar que las juezas están asignadas a los juzgados de lo familiar o los civiles, no los penales, porque esos asuntos parecen ser solo cosa de hombres.
Con relación a los jueces de control, nombrados a raíz de la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal, el asunto es desolador. Se confirma la perspectiva de que las mujeres deben estar alejadas de la violencia que supone el delito y su castigo. Del total de jueces de control, hay 13 hombres y solo 2 mujeres. De los Jueces de Ejecución de Sentencias, 3 son hombres y una mujer.
Los Juzgados de Paz y Conciliación Indígena son 22 jueces, de los cuales 20 son hombres y solo 2 mujeres; mientras que del total de jueces municipales 63 son hombres y 16 mujeres.
Al hacer la suma de todas las posiciones que integran el Poder Judicial del Estado de Chiapas, concluimos que el total de jueces es de 166 hombres y 45 juezas, es decir, un poder judicial muy macho.
Por eso, en el marco del Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, y a propósito de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, una medida adecuada y preventiva sería erradicar la discriminación institucional hacia las mujeres. Mientras no se erradiquen las causas que generan la violencia, las medidas que se puedan implementar solo tendrán un efecto temporal que no solucionara el problema. Esperemos la respuesta a la Declaratoria.
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