Tuxtla con rumbo… a la desgracia

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¿Hablemos con la verdad?… Efectivamente Tuxtla ha estado sin rumbo desde que la misma gente que hoy cobija y premia Fernando Castellanos en su cabildo como Victoria Rincón Carrillo y Felipe Granda Pastrana, fingieron saber administrar una ciudad cada vez más fea, improductiva, desordenada y con un ausencia de civismo ciudadano .

Fernando Castellano NO miente en su “informe” al decir que las ¿obras? han sido para empresas chiapanecas pero omite mencionar que han sido para sus cuates, patrocinadores de su campaña y funcionarios públicos en turno y, las mismas, se destacan por carecer de estrictos controles de calidad. Ni bien han transcurrido 48 horas de pavimentar una calle y reinstalar sistemas hidráulicos y drenaje, cuando vuelven a romper porque se les olvidó conectar algo o porque la obra de nuevo presenta fallas. Por cada calle “reparada” la maquinaria y camiones empleados destruyen 5 más. La colonia Jardines de Tuxtla es ejemplo de ello.

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Exhibe en esa ofensiva propaganda de su “cercanía” con la gente, pero se le olvida decir que a la misma NO le soluciona los problemas ni les da acceso a la y de la información que por derecho los ciudadanos tenemos; por el contrario, su actuar en las sesiones de cabildo son tan sospechosas que NO procura la transparencia que tanto pregona, pese a ahora contar con un “comité” responsable de “verificar” el manejo de los recursos cuyo titular proviene de una dependencia satélite del gobierno la cual se ha caracterizado hasta el momento por solapar las anomalías ocurridas en la administración de Juan Sabines y de Manuel Velasco. Que cuando los ciudadanos solicitan información generalmente obtienen como respuesta: “Se desconoce información” o “No se encuentra la información solicitada en la base de datos”.

Hasta la fecha, ese que tanto se presume como honesto NO ha logrado demostrar la procedencia legal del millón de pesos que, en 2009, portaba y por lo cual fue detenido; lo salvó la intervención y tráfico de influencias del ahora y siempre delincuente Arturo Escobar. Es más, dicha cantidad NO aparece en la declaración patrimonial del “honrado” Castellanos quien de la noche a la mañana destaca como nuevo rico de caudal sospechoso y socio de decenas de negocios.

Vergüenza debería darle presumir la seguridad inexistente de la ciudad. Ante la inoperatividad y contubernio de la polEcía castellanista-velasqueña con los criminales, la población ha tomado cartas en el asunto dando ultimátums a los delincuentes. Este chamaco metido a alcalde cree que por gastar en patrullas y cámaras el hampa detendrá sus acciones. Cada vez la ciudad es más insegura y las estadísticas registradas por la cada vez más la ineficiente secretaría de seguridad, son inexactas ante la ausencia de denuncias pues los ciudadanos constatan como al día siguiente los facinerosos vuelven a delinquir con la impunidad que les privilegia la “autoridad”.

Un alcalde que se acerca a la gente para tomarse la foto como ocurrió con los damnificados de las pasadas inundaciones de septiembre; un alcalde que confunde acercamiento real con virtual y quiere solucionar todo a través de las redes sociales, como esa aplicación que presume pero que NO ha arrojado resultados reales.

Castellanos asegura, en sus mentiras informativas, trabajar en la disminución de la contaminación visual. Menciona que “cerca” del 50% de los anuncios en la vía pública no contaban con los permisos correspondientes. Pero la única estructura homogénea que priva en Tuxtla, es la flagrante violación del reglamento al permitir la invasión del alineamiento de miles de anuncios de empresas de sus cuates.

Pero el mismo abusa de su fuero no solo al ofender con el derroche de gallardetes y lonas en la ciudad a la que dice “darle rumbo”, sino al traspasar los limites de la ciudad, al promover su “honradez y compromiso de trabajo” en otros municipios del estado, abusando de ese vacío legal que como legislador NO QUISO remediar, y utilizar una revista como “salvavidas” para no ser amonestado por los institutos responsables de cuidar el equilibrio electoral y sancionar a los adelantados, como lo hacen Emilio Salazar en sus anuncios espectaculares disfrazados, Harvey Gutiérrez en invitaciones insertadas en los medios y el “transparente” Castellanos Cal y Mayor.

 

foto1Son miles de anuncios espectaculares que le dejan buenas ganancias al ayuntamiento, y no esa ridícula suma expuesta en su informe la cual se suma al desorden que impera en toda la ciudad con las invasiones de espacios públicos por comerciantes ambulantes, quienes pagan diariamente diversas cantidades según espacio, zona y giro; por restaurantes coludidos con Salubridad y Verificaciones y Clausuras, para no ser sancionados por las pésimas condiciones de higiene y riesgo sanitario que prevalecen en sus cocinas y personal. Y súmele los grandes “moches” que los antros entregan a los “representantes” del ayuntamiento para NO ser clausurados por permitir el ingreso y venta de bebidas alcohólicas a menores de edad.

Las redes sociales son el espacio para desmitificar al mitómano alcalde con sus 3 calles pavimentadas al día, cuyas palabras fueron originalmente PAVIMENTACIÓN CON CONCRETO HIDRÁULICO pero sus asesores le dijeron que eso NO es posible por lo cual corrieron a corregir el discurso; para ello, han recurrido a artilugios de medidas y juego de palabras, pues suman metros cuadrados y una misma avenida de 400 metros la consideran como 4 calles, esto arroja 1,095 calles en un año ¿dónde? ¿cuál fumó? Lo que ha llevado a ciudadanos a denunciar la falsedad de las calles restauradas en los croquis exhibidos por el alcalde y cómplices. Los mañosos del municipio están seguros que los ciudadanos NO saldrán a contar las avenidas, primero porque es inoficioso para quienes sí trabajan y segundo, solo las cazafantasmas lograrían encontrar esas inexistentes arterias y son personajes ficticios como el mito del alcalde de las calles. El mismo modus operandi del delincuente Juan Sabines imitado por la quimera castellanista.

Y qué decir de su video insulso en Caña Hueca, lugar donde los cristalazos están a la orden del día a todas horas; donde unas cuántas asociaciones se han adueñado de las instalaciones que deben ser para todo el público pero éste es corrido de los espacios. El falso runner de Fernando presume que son instalaciones de nivel internacional. Nada dice de esa falsa pista de tartán que diariamente lesiona a más y más corredores; que NO hay vigilantes y ante ello los franeleros se coluden con los delincuentes para saquear a quienes no les dan propinas; nada menciona que de noche Caña Hueca es un verdadero antro no solo por los que llegan a consumir alcohol sino por las luces que se prenden y apagan como si fuera una discoteca de los años ochenta; que gente como Rodulfo Gálvez Gómez del patronato de bomberos, invade cajones para discapacitados y prende la sirena para aparentar supuesto operativo. Y eso que Tuxtla ya tiene rumbo.

Fernando quiere hacernos creer que es el salvador de la ciudad. Que solo él sabe trabajar y que debemos estar agradecidos por hacernos el favor de ser alcalde. Habla de la ciudad sin rumbo pero él, como diputado local NADA hizo para que se aplicaran las legislaciones correspondientes y evitar el desorden que hoy priva. Solo se limitó a posar en fotos y videos en supuestas acciones de bacheo que no duraron ni una semana en la farsa de la clausura a Proactiva, a mentirle a los colonos de Real del Bosque al “demandar” a la constructora HOMEX por incumplimiento en la contratación de los servicios básicos, pero todo quedó en pura lengua. Por el contrario, como vicepresidente de la comisión de hacienda avaló las cuentas públicas de Samuel Toledo, Felipe Granda

Fernando Castellanos concede el tráfico de influencia y conflicto de intereses al permitir que parientes de regidores y regidores se adjudiquen sin licitación permisos de enajenación y, además, premia la desobediencia al otorgarle a Felipe Granda la concesión de estacionamiento público propiedad pública, siendo que éste NO ha acatado el fallo de NO cobrar en Galerías Boulevard. Tampoco explica ni compromete al constructor Gildardo Robles y al millonario Mandiola a ser responsable de lo que puedan ocurrirle a los vehículos. En caso de ocurrir algún siniestro de seguro se lavarán las manos con un cartel  donde se lea “la empresa no se hacen responsables por robos o daños que pudieran ocurrirle a su vehículo”, cobijando la ilegalidad al amparo de la “autoridad”, pero esto podría ser una bocanada de oxígeno para que el títere de Chacha Pariente presente “otra iniciativa” como la del NO cobro de estacionamiento en las plazas: NADA.

Es cierto, Tuxtla es una capital que inspira… pero lástima y más con este alcalde mitómano que ni siquiera pavimenta la calle por donde dice vivir.

Un comentario en “Tuxtla con rumbo… a la desgracia”

  1. Jose Lopez
    7 octubre, 2016 at 9:58 #

    Si cuando se les solicita cambiar una lámpara no vienen, qué será otra reparación mayor. Negligencia y corrupción sello de esta administración (falsamente) verde

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