Tony Macías, el chiapaneco que se enriqueció en Veracruz

Cuando Carlos Loret de Mola preguntó a Javier Duarte si tenía propiedades en el extranjero, el exgobernador de Veracruz contestó que no, pero que su suegro, Antonio Macías Yazegey, sí.

El chiapanecoTony Macías es en Veracruz un hombre famoso, rico y protagónico. Su hija Karime era, hasta la semana pasada, la primera dama de ese estado, y él, uno de los beneficiarios de los dineros públicos.

Ahora no se sabe en dónde está el suegro del exgobernador, pero todas las lanzas apuntan hacia su persona para dar escarmiento del saqueo vivido en el duartismo.

Javier Duarte, gobernador de Veracruz, un virrey represor

Tony Macías difícilmente esquivará la cárcel, porque ha dejado tras de sí una estela de corrupción, contratos amañados y empresas fantasmas, que lo condenan, y con las que podría armarse el Museo de la Infamia en Veracruz.

Primero, con su compadre Fidel Herrera, y después con su yerno Javier Duarte, el empresario chiapaneco aprovechó apoyos estatales, en especial para su propiedad Parque Tecnológico Nuevo México de 120 hectáreas, con sede en Coatzacoalcos, y que eran terrenos pertenecientes al estado.

Miguel Ángel Yunes, conocedor de las triquiñuelas de Tony Macías, ha aprovechado cuanta ocasión ha tenido para decir que en Veracruz se hará justicia con el suegro acomodaticio: “Desde aquí le mando un saludo al suegro de Javier Duarte, Tony Marcías, ni un metro de terreno te vas a quedar con él. Ni metro de terreno de los veracruzanos. Veracruz tendrá un gobernador que hará justicia, que se vaya preparando, que contraten abogados porque irá directo de su casa a Palma Sola».

De empresario mediocre y quebrado, en menos de dos sexenios el chiapaneco se ha convertido en potentado, con propiedades en Estados Unidos, penhouse en varias playas, gran número de negocios y un rancho de cien hectáreas en el Estado de México el cual posee dos helipuertos, 50 caballerizas, picadero, cortijo y hospital para caballos.

En la investigación que le realiza el gobernador electo de Veracruz y la Auditoría Superior de la Federación, Tony Macías también arrastra a su esposa María Virginia Yazbín Tubilla Letayf, quien figura en empresas fantasmas.

A Tony Macías se le ha documentado un desvío por 283 millones de pesos, pertenecientes a apoyos a cafeticultores, y 300 millones indebidamente recibidos por el gobierno del estado para el Parque Tecnológico.

Las acusaciones en contra del suegro de Javier Duarte no se detendrán ahí. A medida que avancen las investigaciones se irán conociendo más de sus andaduras, sus arreglos y los cobros de comisión a empresarios beneficiados con la obra pública estatal.

Su carpeta de corrupción apenas está abriéndose pero ya sirve para documentar el saqueo vivido en Veracruz en los últimos 12 años.