En el Jalsa Salana de la Comunidad Musulmana Ahmadía
La Comunidad Musulmana Ahmadía y su Jalifa Hazrat Mirza Masrur Ahmad, llevaron a cabo su 50 Jalsa Salana (Convención Anual) en el Reino Unido los días 12, 13 y 14 de Agosto del año en curso. A esta convención, en la que los Ahmadís reiteran su compromiso con el Islam, asistieron unas 30 mil personas de 90 países y de los cinco continentes. Este 2016, la sede fue Alton, Hampshire, un poblado ubicado a 84 kilómetros Sureste de Londres. La primera tuvo lugar en Qadián, India hace 125 años (1891), a la que asistieron 75 personas. Muy cerca de Alton, los Ahmadís cuentan con predio de unas 20 hectáreas. Es un lugar agradable. Un entorno verde y arbolado enmarcó el encuentro.
El discurso inaugural lo dio el califa Hazrat Mirza Masrur Ahmad y se abordaron los siguientes temas: Requerimientos prácticos de las Condiciones de Iniciación; Ejemplos de las Promesas del Mesías siguiendo la tradición de la Sunna (las enseñanzas de Muhammad); Nuestras obligaciones hacia la Promesa Sagrada hecha en el centenario del Califato Ahmadiyya; Respuesta a las acusaciones de que el Santo Corán aboga por la violencia; la Fe que inspiran los Mártires Ahmadi; Nuestro Dios, Dios Viviente; Medios para alcanzar la reforma práctica y la pureza espiritual; Eligiendo el camino correcto; Dando preferencia a la Fe sobre los asuntos mundanos. Dentro de esas temáticas se abordan los problemas económicos, sociales y políticos y sus soluciones desde la perspectiva del Islam.
La Comunidad Musulmana Ahmadía fue fundada por Hazrat Ahmad el 23 de marzo de 1889. Hazrat Ahmad declaró ser él “… el Prometido esperado por las distintas religiones de todo el mundo”. El enviado que llegó a restaurar el Islam y el Jalifato. Un soberano temporal encargado de hacer reinar sobre el dominio islámico las prescripciones coránicas. Los Ahmadís, aseguran que Jesús no murió en la cruz, que sobrevivió y siguió predicando hasta llegar a India. Ahí llevó su prédica entre los budistas. Aseguran, también, que la tumba de Jesús está en Cachemira.
Por esas afirmaciones, el tronco común y demás ramas del Islam consideran que los Ahmadías no son parte de la Umma (comunidad musulmana). Así lo declaró la Liga Mundial Islámica en su conferencia anual de 1974. Diez años después, en 1984 el gobierno pakistaní emitió leyes que permiten la persecución de los Ahmadíes. Tarea en la que también participa la población. El instrumento más eficaz para tal hostigamiento es la Ordenanza Militar nª XX del 26 de abril de 1984. También son acosados en los países musulmanes donde no existe la libertad religiosa.
De 2010 a 2016, los Ahmadís han registrado los siguientes agravios: asesinatos, denegación de asilo, intento de quemar vivos a áhmadis en Jehlum, campañas de odio, persecución y tortura por extremistas, tumbas profanadas, acusaciones de blasfemia y cárcel. Lugares: Pakistán, Indonesia, Gambia, Punjab, Sindh, Nawabshah, Hayderabad, Karachi, Kazajistán, Libia, Emiratos Árabes Unidos, Tailandia y Egipto.
Por su parte, los Ahmadíes reconocen a “todos los Profetas y Maestros Religiosos designados por Dios”, entre otros: “Muhammad, Abraham, Moisés, Jesús, Krishna, Confucio y Zoroastro”. Buscan, por tanto, “establecer la paz entre todas las religiones”. Afirman que el Islam “no permite la explotación de ningún tipo, sea social, política, económica o religiosa”. Reconocen las libertades individual y religiosa. En el mundo, la Comunidad Ahmadía ha construido más de 8000 mezquitas.
Esa Comunidad Musulmana predica un mensaje de paz, condena la violencia y el terrorismo. Mensaje que sinteriza en la frase: “Amor para todos, odio para nadie”. Condenan con firmeza el terrorismo: “Los extremistas contradicen las enseñanzas religiosas… bajo ninguna circunstancia puede justificarse el asesinato, y aquellos que tratan de justificar sus actos llenos de odio en nombre del Islam consiguen sólo difamarlo de la peor manera posible”. La Comunidad Ahmadí percibe el riesgo de una Tercera Guerra de carácter nuclear. Una guerra que “ha comenzado a pequeña escala”. En 2015, subrayaron los “efectos de la crisis financiera” en el mundo y el riesgo de la “integridad de la Unión Europea”. Advirtieron que los partidos nacionalistas y anti emigrantes habían “adquirido popularidad”. Les preocupa el conjunto de conflictos armados y la carrera armamentista. Factores, “que amenazan la paz mundial”.
Para la Comunidad Musulmana Ahmadía: “La urgencia de nuestro tiempo es la Paz y la Seguridad Mundial” y propone las siguientes claves para establecer la paz: “Debemos reconocer la urgencia de estos momentos de necesidad. Debemos aceptar que la paz sólo podrá edificarse sobre los cimientos de la honestidad, la integridad y la justicia. (…) Hasta que no haya honradez y justicia ninguna solución demostrará ser beneficiosa.”
Con ese mensaje, en 2012, Hazrat Mirza se presentó en el Parlamento Europeo en 2012. El 27 de junio de ese mismo año, fue recibido en el Capitolio, Washington, por un grupo de 30 senadores y congresistas. Ahí pronunció un discurso titulado “El camino hacia la paz: Relaciones justas entre las naciones.” En 2015, la Comunidad Ahmadía organizó un Simposio por la Paz en Londres.
Los Ahmadíes realizan “diversos proyectos para ayudar a los países subdesarrollados en Asia y África, para asistir a las víctimas de las guerras y desastres naturales.” La Comunidad Ahamadía apoya y respalda a Humanity Firts, una organización caritativa radicada en el Reino Unido “consagrada a promover y salvaguardar la vida y la dignidad humana.” Han construido hospitales y/o remodelado escuelas, además de sistemas para el abasto de agua y de energía alternativa en las comunidades.
Actualmente los ahmadíes afirman estar presentes en 200 países de los cinco continentes. En América Latina y El Caribe. Se han establecido en México, Guatemala, Panamá, Bolivia, Paraguay, Argentina y Puerto Rico.
En México la comunidad Ahmadí es pequeña. No pasa de 200 personas y tienen presencia en la Ciudad de México, Guanajuato, Yucatán y Chiapas.
A la Comunidad Musulmana Ahmadía pertenece la pequeña comunidad de Ahmadís en San Cristóbal de Las Casas. En su mayoría de origen Tzotzil Chamula. Tzoziles que se han sumado a los 10 o 20 millones de ahmadíes en el mundo.
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