Asamblea SPAUNACH, sumisión e ignominia II

 © Segunda versión de Los mameyes. Dominio público. Auditorio de Los Constituyentes (2016).


© Segunda versión de Los mameyes. Dominio público. Auditorio de Los Constituyentes (2016).

 

 

Leopoldo Medina Sansón, profesor de Veterinaria y del Doctorado en Estudios Regionales, logra con buenos modales acceder al micrófono, estrategia que le permite reforzar los puntos anteriores, más la conveniencia de divulgar semestralmente la síntesis del Informe Financiero del sindicato. Mediante carteles, redes sociales y correo electrónico. Una síntesis de dos columnas. Por un lado, origen de los recursos, y por otro, destino de los mismos. E inmediatamente la Mesa decreta que a propósito de “las dudas y sugerencias de los compañeros”, pase Indira, regente de la organización, “a informar sobre las gestiones y predicamentos en que la mesa directiva ha puesto a la rectoría de la Universidad”.

Termina el acto y la jauría se prende: aplaude, zapatea y grita a rabiar. Dos compañeros se animan a poner en duda el palabrerío y las supuestas acciones del sindicato, pero entonces la broza, la de las filas de atrás, exactamente como hacen los cargadores, la lacra, el lumpen —al modo de los acarreados priístas, verdes, rojos y amarillos—, estallan los señores profesores en diatribas. Claro que para ocultar la palabra de los oponentes.

Incluso en el inter, los de la Mesa cortan la conexión del micrófono, piden a la Asamblea votar la Orden del Día sin modificación ninguna, alzan sus brazos los mameyes, mayoritean a la asamblea, e inmediatamente hacen pasar al escenario a diez o veinte nuevos miembros para tomarles “la protesta de Ley”. Sigue la lectura de una lista de sindicalizados que hace tiempo causaron baja, y en fin, menudencias que no ameritan el tiempo de los asambleístas, de frente a la gran cantidad de abusos… del patrón y del propio sindicato; asuntos que reclamamos una y otra vez sin ser escuchados. Mientras tanto, oigo a unos compañeros soconusquenses, justo detrás de mí, aunque en voz baja:

—¡Qué bárbaro éstos compas! Ora sí que se volaron la barda. No han dejado pasar nada…

—Y eso que nadie ha dicho lo del exceso de las aportaciones —le responde alguien—. Con menos de la mitad de nuestras cuotas, el sindicato podría mantenerse al pedo.

—Hmmm —replica seguramente el primero—. Aunque debíamos de eliminar también, los dos pesos que mensualmente nos descuentan por el CONTU.

 

Pero continúa ahora el Informe General de Indira la secretaria, y cuando expresa algo así como “nuestro aplauso y reconocimiento” a algo o a alguien, por increíble que parezca, los lacayos en su papel de hooligans, aplauden a más no poder, aunque en especial los miembros uniformados de enfrente y los de la porra inidentificable de atrás. Ni una sola palabra respecto de las ilegalidades, desmanes y riesgos provocados por el patrón. Viene el Informe Financiero y es ahí que vengo a enterarme de la cosecha mensual del sindicato: entre 240 y 242,000 pesos mensuales a costillas nuestras, de nuestras aportaciones. A enterarnos de que sus ingresos por cuotas reglamentarias, el último año ascienden a dos millones 789,861 pesos, además del millón y medio que escamotean a la UNACH; ello sin contar el salario de las plazas comisionadas al órgano.

¡Vaya pues, razón excelsa la de los profesores y técnicos académicos que prefieren el sindicalismo y la politiquería! No al pizarrón, no al debate, no a la investigación y a la escritura, ni en general al trabajo académico e intelectual. He ahí las razones del teatro y la lucha banal, encarnizada, de quienes batallan por el control del aparato y los dividendos que esta actividad reporta.

¡Informe de la Comisión de Vigilancia! Casi truena el de nombre rimbombante, don Macario Melitón De-los-diez-minutos-de-gloria. Quien se engañita al pronunciarlo, pues dice que todo marcha sobre ruedas, todo conforme a Derecho. Que las cuentas son claras y el chocolate espeso… igual que como anuncia, quizá en un desliz, la grave depreciación de un condominio propiedad del sindicato (suponemos el ubicado sobre la Calle Central de Tuxtla, su antiguo cuartel general). Y viene la puntilla de nuestros queridos contlapaches: el puñal con que se llevan el rabo y hasta las orejas.

Dicen los de la Mesa de Debates que “el punto final es Asuntos Generales, compañeros, aunque como no se han agendado ítems específicos, salvo las explicaciones pedidas y obsequiadas por la compañera Secretaria General”, dan por terminada la Asamblea. Todos al unísono se levantan de sus asientos, orquestados, autómatas; tanto los de la Mesa y los uniformados, como los innombrables del fondo. Cierran la Asamblea, a pesar de los gritos desfallecientes aunque enardecidos de los profesores consecuentes, quienes insistimos en los puntos reclamados, cruciales para el devenir del sindicato y sus agremiados.

Creo es apenas la una de la tarde. Una o dos horas antes de lo previsto. Corren los incondicionales (aunque quizá sólo comprometidos, o en vías de negocios). Corren hacia adelante, hacia el estrado, para felicitar y abrazar a su secretaria. Los delegados buscan el souvenir. Todos se dan espaldarazos sonoros y se toman videos, selfies y muchas fotos. Abren las puertas posteriores, disminuyen las luces muy de poco a poco, desconectan el clima y… ya se cierran las cortinas del teatro.

—Cosas de la vida, mi querido Toño —dice un porro de los años ochenta, hoy profesor titular tiempo completo categoría D, distinguido y notable notario—, tener que callar mejor, tras esas insinuaciones… Qué porqué no me autopropuse, me dicen, que por qué no me propusieron para dirigir la Mesa de Debates.

Otras crónicas en cronicasdefronter.blogspot.mx

cruzcoutino@gmail.com agradece retroalimentación.

 

3 Comentarios en “Asamblea SPAUNACH, sumisión e ignominia II”

  1. Jose Lopez
    18 agosto, 2016 at 9:57 #

    Cruz Coutiño también ha sido beneficiado por la corrupción que él describe, sino cómo llegó a ser profesor de tiempo completo? Baja un grupo mafioso, asciende otro

  2. Jose Lopez
    18 agosto, 2016 at 9:43 #

    Si lo dijera otra persona, tal vez se le diera credibilidad, pero el redactor del texto: «Asamblea SPAUNACH…» fue también beneficiario de una plaza académica en la época del extinto L. Talavera y también llegó a ser profesor de tiempo completo de la universidad no por méritos académicos, sino por pertenecer al grupo del exrector ya mencionado, por ende, no hay solvencia para criticar a este sindicato ligado al Partido Verde

  3. Isidro Ovando
    16 agosto, 2016 at 11:33 #

    Hey Antonio, corrige; ya desde la primera parte te dije que la secretaria se llama Indra (que en hindú es nombre de varón y significa «dios del cielo») y no Indira (que también en hindú es nombre de mujer y significa «belleza»).
    Salvado el asunto menor, quiero decirte que lo que dices es cierto, menos que haya profesores consecuentes en la UNACH; muchos de los que hoy critican han sido funcionarios en gestiones anteriores y han hecho e-xac-ta-men-te lo mismo. Varios de los que has nombrado fueron tomadores de decisiones en el periodo de Ordóñez y tenemos recuerdo de sus acciones.

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