Guerra de “baja intensidad” en contra del movimiento magisterial
Por los 50 días de manifestaciones desgastantes, el movimiento magisterial debería estar debilitado, pero, al contrario, ha tomado nuevo impulso, con la participación de entidades, tradicionalmente indiferentes, como Nuevo León, Sonora, Sinaloa, Aguascalientes, Colima y Nayarit.
Además, la insurgencia que, en un principio era solo por la reforma educativa, hoy toca otros terrenos, y hay voces que exigen una revisión de todas las reformas estructurales implantadas en México por presión de organismos internacionales.
En Nuevo León no se veía movimiento de protesta de profesores desde 1993, y al principio, el gobernador de ese estado, Jaime Rodríguez Calderón, prohibió que los maestros se manifestaran en las calles, pero al ver que la movilización de más de seis mil mentores era imparable, pidió al gobierno federal y a los legisladores que “la reforma educativa sea reformada”.
La CNTE, al contrario del pronóstico de Nuño que la cataloga como moribunda, ha crecido y se ha expandido a nivel nacional, y mantiene simpatías entre la sociedad.
Me tocó trasladarme a Suchiapa, en los días más críticos de protestas de la semana pasada, y aunque obviamente el bloqueo causaba contratiempos y se debía caminar algunos trechos y cambiar de vehículo, no vi a nadie protestar en contra de las maestras paristas. Al contrario, escuché expresiones de solidaridad.
El jueves, cuando el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas, Jorge Luis Llaven Abarca, se dirigía a su rancho acompañado por un grupo de policías, las paristas pensaron que el funcionario había llegado para desalojarlas, y solicitaron apoyo a través de altavoces.
Cientos de pobladores se presentaron de inmediato en el bloqueo para defender a las maestras. Llegaron armados con lo que encontraron: machetes, cuchillos, garrotes y piedras. No fue necesario hacer uso de ellas, porque el funcionario explicó que no tenía como fin desalojar a las profesoras, sino estar presente en una de las fiestas que con frecuencia organiza en su propiedad.
Esa simpatía social despertada es novedosa y debiera ser muy valorada por los profesores y dirigentes, porque tampoco se debe atentar en contra de la sociedad, por lo que ha sido buena idea destrabar muchos bloqueos y permitir el paso a vehículos particulares y de servicio público de transporte.
Urgen, desde luego, nuevas formas de protesta, ideas frescas que al tiempo que obligue al gobierno a negociar, no desgaste a la sociedad.
El movimiento magisterial tiene simpatía social y se extiende por el país porque representa causas dignas y porque constituye el único contrapunto a un gobierno insensible, corrupto, solapador de la impunidad, negado para el diálogo y represor.
El gobernador Manuel Velasco Coello, quien metió la pata al recordar una vieja frase de Gustavo Díaz Ordaz, ha tenido que rectificar al decir que mucha gente quiere “que usemos la fuerza pública, pero usarla no soluciona el problema; cuando se ha hecho, se han agravado los conflictos”. Su tolerancia, dijo, lo ha pagado con una “madriza” de señalamientos.
Evidentemente, el mandatario chiapaneco no pretende reprimir al movimiento magisterial, porque sabe que los costos políticos serían altísimos para su trastabillante administración, pero las decisiones del centro podrían ignorar su punto de vista.
Por eso Velasco Coello debería tener una participación más activa, como lo ha hecho Arturo Núñez, en Tabasco, quien se sentó a dialogar con los profesores, y como también lo ha hecho, El Bronco, en Nuevo León, para contener la oleada de protestas del magisterio.
La estrategia del gobierno federal ya está clara: reprimir, meter grupos de choque y someter a una guerra de desgaste, de “baja intensidad” al magisterio, el cual, por los días de protestas, vaticinan los funcionarios, no podrá sobrevivir. Vienen las vacaciones, dicen, y ese derecho mata cualquier manifestación, en especial la de profesores.
NO PUEDE SER QUE ENTRE HERMANOS NOS ESTEMOS ATACANDO, CUANDO OTRAS ECONOMÍAS LUCHAN PARA SALIR ADELANTE, SOMOS LA ÚNICA NACIÓN RICA EN EL MUNDO, LO LAMENTABLE ES LA DESIGUALDAD, DEBEMOS LEVANTAR ESTA NACIÓN, TENEMOS TODO PARA HACERLO, Y QUE NO QUEDE EN UNOS CUANTOS, QUE HASTA ELLOS SE VERÁN AFECTADOS SI SIGUEN CON LA MISMA CERRAZÓN.