El riesgo de un nuevo endeudamiento
Desde que habitantes del municipio de Chenalhó secuestraron al presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado, Eduardo Ramírez Aguilar las sesiones del Poder Legislativo se volvieron asunto privado. Poco o nada sabe la ciudadanía de lo que se está aprobando en Chiapas, de lo que están haciendo las y los congresistas a nombre de tener la representatividad de la sociedad.
Las sesiones ordinarias desde esa fecha se realizan a horas inciertas desde las 6:00 de la mañana hasta las 10:00 de la noche. Usando como sede alternas los auditorios de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) y el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP).
El argumento de que el movimiento magisterial podría impedir las sesiones se cae fácilmente porque podría haber maneras de hacer publica las sesiones sin poner a nadie en un presunto riesgo, como por ejemplo, transmitir las sesiones en vivo vía internet o por medio del propio Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión. No se hizo.
Las transmisiones en vivo de las sesiones solo funciona cuando se avisa a la ciudadanía la hora en que se van a realizar, sino es así la hazaña de verlas es cuestión de la casualidad o de estar pendiente, literalmente, todo el día y todos los días de la página oficial.
El 30 de Junio se cerró el periodo de sesiones sin que la ciudadanía sepa qué se aprobó o discutió en el Poder Legislativo. Además sin una agenda legislativa. Tal parece que esta legislatura terminará su primer año de funciones sin tener un rumbo.
El que las sesiones del Congreso del Estado no estén siendo públicas no es cosa menor por ahí pasan los asuntos más importantes de la entidad, es un retroceso grave a la transparencia y el acceso a la información pública, a la construcción de democracia.
Con todo y la cerrazón que ha habido en todas las legislaturas lo que se está viendo ahora no la había visto en ninguna, y miren que cada una ha tenido sus puntadas. Las y los legisladores evaden a la prensa – de distintos partidos-, todos y todas han aceptado sin problemas en hacer las sesiones de manera privada, ninguno ha salido a posicionarse sobre esta aberración, ni siquiera quienes se asumen como de oposición.
La diputada Raquel Sánchez Galicia denunció hace unos días, por medio de un video difundido en las redes sociales, que el coordinador de la bancada del PVEM, Carlos Penagos Vargas presentó una iniciativa de Ley para que 30 municipios –entre ellos Tuxtla Gutiérrez, puedan solicitar préstamos con cualquier banca pública o privada.
Un préstamo por sí solo no es malo, pero en las condiciones en que se presenta la propuesta –sin transparencia y en las condiciones de endeudamiento que tiene el estado y los municipios- es altamente cuestionable.
De la iniciativa que presentó el diputado Carlos Penagos poco se sabe, sólo lo que ha dicho la diputada Raquel Sánchez Galicia, que tampoco fue mucho. Ni siquiera mencionó todos los municipios que podrían adquirir el nuevo endeudamiento. Solo habló de Tuxtla Gutiérrez, uno de los municipios más endeudados.
Este es solo uno de los temas que se están abordando en el Congreso Local y la ciudadanía desconoce. ¿Qué más están discutiendo? ¿en qué términos se están dando las aprobaciones? Todo puede pasar detrás de la puerta.
El problema con la falta de transparencia en las acciones de los Poderes de Gobierno es que aún no estén haciendo nada cuestionable todo se enturbia, todo huele mal, todo se vuelve sujeto a la duda porque no se sabe qué es lo que están haciendo.
No hay democracia sin acceso a la información, no hay gobernabilidad sin transparencia, no hay legitimidad sin rendición de cuentas.
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