Lucha magisterial, a favor, en contra o no me importa

Foto: Óscar León/Chiapas PARALELO.

Foto: Óscar León/Chiapas PARALELO.

 

“Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor” Desmond Tutu.

 

¿A quién apoyas, a los maestros o al gobierno? Es una interrogante recurrente en las conversaciones de las chiapanecas y chiapanecos, la respuesta a esta pregunta, con tintes de dilema, seguramente no será tomada a la ligera por quienes poseen un nivel básico e indispensable de conocimiento sobre el tema de la “Reforma Educativa”. Al respecto es deseable reconocer que somos muy dados a emitir opiniones desinformadas y sin contexto, y lo más preocupante, sin tener una postura clara. Pero bueno, en el supuesto de que el que cuestiona y el que responde sí cumplen con el criterio de ciudadanos informados, es de esperarse que se fije una postura que inevitablemente nos ubicará en alguno de los extremos en relación a la lucha magisterial.

 

De lo escuchado y analizado identifico tres posturas que enseguida enumero y describo.

  1. A favor.

Son quienes a pesar de no estar directamente involucrados en el movimiento magisterial, profesan  respeto y se mueven a brindar apoyo de maneras diferentes a la lucha, ya sea con sus voces, sus pasos, con aportes en especie o en trabajo. Asumen la postura magisterial como el reflejo de la lucha que cada mexicano debe sostener con un gobierno que ha pasado los límites tolerables de corrupción, impunidad, autoritarismo, abuso de fuerza, capaz de perpetrar crímenes de lesa humanidad, saqueo sistemático y voraz de los recursos económicos y explotación de recursos naturales de la nación para enriquecimiento personal.

En este grupo hay desde burócratas, artistas, empresarios chicos y grandes, estudiantes, entre otros tantos sectores de la sociedad. Analizo que no sólo es un ejercicio de empatía humanitaria, de compadecerse de los maestros como sector afectado, estoy convencido de que hay profundidad en la solidaridad, porque se asume que es el inicio de mucho más que algo, que es necesario para la misma supervivencia del país, no es el simple hecho de protestar por protestar, es la verdadera consciencia que lleva a ver en la lucha magisterial un camino que puede cambiar estructuras de fondo en este país que se cae a pedazos.

Parece un sueño posible y  busco ser justo al describir en estas letras lo que he visto y experimentado en estos quince días ya de lucha magisterial, intento traducir el apoyo sincero y espontáneo como una convicción indispensable y urgente demandada por los tiempos que vivimos plagados de malos gobiernos y de complicidad social

 

  1. En contra.

Son aquellos que con el argumento del daño que ocasionan las manifestaciones descalifican el movimiento magisterial como causante de pérdidas económicas. Subrayo desde ya que revisando la línea de todos los argumentos en contra, se concluye que el daño como factor de descalificación se refiere siempre a lo económico, no es extraño por lo tanto encontrar en este sector a grupos de empresarios y también burócratas pero que ostentan cierto nivel en jerarquías de gobierno, entre otros.

Siendo justos con este ejercicio reflexivo, trataré de encontrar la lógica de la postura y no desacreditar de facto. Leí recientemente una frase que me hizo pensar al respecto, decía que “cuando cierren los negocios, empresas privadas, hoteles y por lo tanto disminuya el turismo, cuando deje de haber circulante y se genere una ola de violencia… Entonces les encargan a los lectores que sigan agradeciendo  a los maestros por “hacer patria”.

Con este argumento se muestra y reitera que el interés más comprometido es con el dinero, quienes ven amenazada su fuente de ingreso consideran al movimiento magisterial peligroso, sé que no descubro el hilo negro, pero si confirmo que detrás  del rechazo hacia la lucha magisterial hay un interés simple y egoísta, válido, sí, para una concepción personal y financiera del problema.

Es lógico que no se está pensando en el bien común. Por otra parte es necesario dejar en claro que la percepción del Chiapas que vivimos es completamente distinta, porque exactamente ese argumento que se usa contra el movimiento magisterial, es lo que la sociedad puede cuestionar de las acciones del gobierno, no es reciente la quiebra de negocios locales, empresas chicas y grandes, tampoco es reciente que no haya dinero circulante y la ola de violencia evidente tampoco es reciente.

Luego entonces, ¿podemos culpar a un movimiento que tiene escasos días de iniciado de ser factor desencadenante y culpable, de una de las circunstancias de descomposición gubernamental y social más críticas vividas en Chiapas en las últimas décadas?

Para el que tenga ojos que vea, la pregunta ahí queda.

 

  1. No me importa.

Son el grupo de personas que prefieren mantenerse al margen, no les gusta ni la pregunta que dio inicio al tema, tampoco invierten tiempo en enterarse y tuercen la conversación hacia otros tópicos más confortables. En este sector hay personas de diferentes estatus económicos, sociales y profesionales con un denominador común: la apatía.

Estas no son letras para enjuiciar y tampoco se trata de denostar, pero es inherente a esa condición asociar un alto contenido de ignorancia, conformismo y comodidad. Seguramente habrá variantes de personas con menos o más de cada característica, pero al final es un grupo de personas que terminan afectando,  de muchas maneras, a la lucha magisterial.

Es importante hacer hincapié en la urgente necesidad de contar con ciudadanos que tengan claridad y se asuman como parte activa y fundamental para lograr cambios en nuestro entorno. Si algo le ha hecho daño a este país es precisamente la apatía, no podemos darnos el lujo de voltear la cara como si no pasara nada, este es momento de sumarse a un cambio que está en frente; las oportunidades de actuar exigen participar, tengamos presente que el bienestar que puede procurarse una persona en una burbuja es susceptible de colapsarse en un entorno de espinas.

 

Pensemos, analicemos, optemos y actuemos, dejemos que nos mueva y prevalezca por encima de lo personal y lo económico la conciencia social.

3 Responses to “Lucha magisterial, a favor, en contra o no me importa”

  1. Blanca Hernández Sánchez
    5 junio, 2016 at 0:05 #

    Creo fielmente que la ignorancia es el mal de la sociedad mexicana, no es necesario que la lucha magisterial a nivel nacional nos afecte directamente, es necesario ser críticos para entender las demandas de los maestros acciones que muestran el hastío de un sistema represor complaciente con un grupo oligárquico que es el que mantiene todo el poder.

  2. Hijo de SU
    3 junio, 2016 at 20:17 #

    Muy tendencioso. No todos los antimagisterio somos progobierno.

    Eso es precisamente lo que caga del movimiento, su PROPAGANDA.

  3. Manuel
    3 junio, 2016 at 9:09 #

    No hay peor ciego, hasta cuando entenderá todo el pueblo, que si no se pone un freno, nos afectara a todos por igual esta situación en el país, cada vez se hunde mas.

    REFLEXIONEN Y ACTÚEN, PERO YA.

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