Definición de fondo
Menos mi mamá todo mundo recomienda llegar “al fondo de las cosas”. Una definición simple de diccionario dice que fondo es “parte opuesta a la entrada”. Es una bobera, el sentido común diría que la parte opuesta a la entrada es la salida, pero como, en nuestra sociedad, empleamos la entrada también como salida y viceversa todo es un absurdo.
Los objetos simples tienen fondo, pero lo más complejo ¡no! Uno puede meter la mano en un vaso y llegar al fondo, asimismo, un buzo puede tocar el fondo del mar, pero ¿quién llega al fondo de un agujero negro, por ejemplo?
La gente insiste en llegar al fondo de las cosas, cuando se trata de una historia. ¿Acaso la gente no sabe que las historias no tienen fondos? Las historias son como los agujeros negros del universo: atrapan la luz y no se sabe en dónde la esconden.
El tío Eugenio siempre ha sido muy curiosito, como ya es jubilado y no tiene mucho en qué ocupar su tiempo, lo dedica a pensar por qué la gente dice que cuando piensa en algo intrascendente dice que piensa en la inmortalidad del cangrejo. Piensa, por ejemplo, en que es una estupidez pensar en la inmortalidad del cangrejo, porque dicho animal, como cualquiera del planeta Tierra, es mortal, así que en Semana Santa fue a Puerto Arista, atrapó a diez o doce de esos animales, los metió en una caldera de agua hirviendo y los preparó en un rico chilpachole. Luego se tomó una selfie que mandó a la familia. En la foto se ve al tío sentado debajo de una palapa, con el mar de fondo, con una cerveza al lado y comiendo el guiso con jaibas. El pie dice: “Acá, pensando en la mortalidad del cangrejo”.
Así pues, nadie se extrañó el día que, con un soplete, le quitó el cristal del fondo a una botella y retó a todos los sobrinos a que dijéramos dónde estaba el fondo. Elena reflexionó tantito y colocó la botella sobre el piso y dijo que el suelo era el fondo, pero el tío, un segundo después levantó la botella y dijo que no había tal fondo. La tía Asunción se permitió un chistorete, tomó la botella, se subió tantito la falda y colocó la botella al lado de su fondo y dijo: “Ahí está”. El tío trató de quitarle la botella, la tía titubeó, la soltó y se quebró.
Mi sobrina Pao escuchó que el tío Eugenio dijo que Rodrigo era “un barril sin fondo”, porque no había dinero que le alcanzara. Cuando su maestra de Ciencias le preguntó cómo se imaginaba que era un agujero negro dijo que era “como Rodrigo”, porque no había luz que le alcanzara.
Mi mamá odia que alguien quiera llegar al fondo de las cosas, dice que siempre hay que flotar y nunca aventurarse en las profundidades, porque, a veces, dice, hay cosas que no tienen fondo y la gente termina ahogándose.
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