Definición de cuidar
Es uno de los verbos más chantajistas. Los grandes dictadores se han abrogado el derecho a justificar todas sus acciones en nombre del verbo cuidar. ¿Cómo define el diccionario al verbo cuidar? Veamos: “Procurar a una cosa o persona la vigilancia o las atenciones necesarias para evitarle algún mal o peligro”.
¿Se dan cuenta? Siempre hay un trato superior que minimiza las acciones del otro. El que cuida lo hace, en la mayoría de ocasiones, sin el consentimiento de los cuidados. ¿Para qué existen los ejércitos y los policías? Para la salvaguarda de la patria y de las instituciones. Los poderosos se encargan de “cuidar” a los desvalidos, a los inocentes, a los desprotegidos.
Los padres consideran que su responsabilidad mayor está depositada en cuidar a sus críos. Esto sucede en todo el reino animal. Vemos cómo el papá perro cuida y protege a sus chuchitos ante el alevoso ataque de un tigre. Asimismo vemos cómo la mamá defiende con todo su coraje cuando alguno de sus hijos es atacado en la escuela por un compañero abusivo.
Pero, ¿en qué momento mamá leona deja de sobreproteger y cuidar a su crío? Un ligero análisis del comportamiento animal en la selva indica que llega el momento en que los animales dejan que sus crías se defiendan por sí mismas.
En las sociedades, los gobernantes asumen el control de los ciudadanos creyendo que son (¿quién más?) los elegidos para cuidar a sus gobernados. De esta manera, todos los excesos son justificados con la cantaleta de que lo hacen para cuidar el orden. Los gobernantes nunca dan alas a sus criaturas para que éstas puedan volar por sí solas. No, ¡jamás! Las bestias saben que los peligros de la calle son supremos así que, para que a sus criaturitas nada malo les suceda, es preferible que estén en casa a resguardo de los peligros. Así, en perversa conjunción, se alían con las televisoras comerciales y oficialistas y ofrecen diversión light a todos los televidentes. Que no razonen, porque si razonan pueden ver que el vuelo es posible.
Para los gobernantes, las sociedades nunca crecen, no es bueno que crezcan. Los padres, de igual manera, justifican su presencia en la tierra y su destino cuidando a sus hijos, aunque estos tengan cuarenta o más años. Así vemos a la abnegada y sufrida madrecita pendiente de la comida del huevoncito de su hijo de cuarenta años que no trabaja, porque, pobre, algo le puede pasar en la calle, mejor que esté dentro de casa. Y que, por favor, cuando salga que se abrigue bien, que se ponga bufanda o que lleve la sombrilla porque puede llover.
Siempre, en el acto de cuidar, el cuidador menosprecia el carácter del necesitado. Por eso, los jóvenes se sublevan contra la autoridad de los padres, porque se sienten atados a la hora que éstos se exceden en su tarea de cuidadores. ¿A qué hora tendrán alas?
Cuidar es el verbo más chantajista del mundo. Los Estados Unidos de Norteamérica siempre han cuidado que los países pequeños (casi sus hijos) no caigan en la garra del socialismo o del comunismo, las grandes bestias del mundo hegemónico. Así, pues, las sociedades democráticas están sumamente agradecidas con el cuidado del papá mayor.
¡Ah!, como dirían los clásicos: Verbo cuidar, cuántas injusticias se comenten en tu nombre.
¿Recuerdan la definición de Dictadura Perfecta que dio Mario Vargas Llosa? El PRI mantuvo el orden bajo su cuidado por más de sesenta años. Es penoso decir que durante ese tiempo el país se mantuvo en un orden aparente. Si comparamos el México de los ochenta con el México actual vemos que el país se ha desordenado. ¿Por qué? Tal vez porque el pueblo nunca tuvo alas y cuando vio abierta la jaula no supo qué hacer con la libertad.
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