Los riesgos de la autonomía de gestión en la educación, 200 o 185 días de clase
En casi todas las escuelas del país se desarrolló ya la sexta sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar, la guía de trabajo establece como uno de sus principales propósitos “que el colectivo esboce sus argumentos con relación al establecimiento del calendario escolar y las fechas de las sesiones ordinarias del Consejo Técnico Escolar de su escuela, con el referente de mejorar el uso efectivo del tiempo en las aulas y el logro de los aprendizajes de todos los alumnos.”
Con un atractivo anzuelo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) lanzó hace unos días dos calendarios para un ciclo escolar 2016-2017, uno con 200 días de clase y otro con 185, bajo el burdo argumento otorgar más vacaciones a escuelas que concluyen el plan de estudios antes que aquellas que sólo tienen cuatro horas de actividad al día.
Con el calendario de 200 días y la afirmación de que se trabajan 4 horas diarias, estamos hablando de 800 horas de trabajo áulico, mientras que al reducir el calendario a 185 días con una jornada de 8 horas, la cifra alcanza las 1480 horas anuales, claro sin pago extra, puesto que la propuesta es reducir la cantidad de días de trabajo; todo esto sin tomar en cuenta que las escuelas no cuentan con instalaciones adecuadas (cocinas, comedores, albercas, bibliotecas, salas audiovisuales) para mantener a los niños y niñas en diversas actividades en las que “desarrollen integralmente sus facultades” tal y como reza el tercero constitucional; mucho menos personal capacitado en las más diversas temáticas que una escuela de primer mundo demanda.
Bajo el argumento de la autonomía de gestión, planteado en el artículo 28 de la Ley General de Educación, donde se deja en manos de los Consejos Técnicos Escolares y los Consejos Escolares de Participación Social “la responsabilidad de administrar, en forma transparente y eficiente, los recursos que la escuela reciba para mejorar su infraestructura, comprar materiales educativos, resolver problemas de operación básicos y propiciar condiciones de participación para que alumnos, maestros y padres de familia, bajo el liderazgo del director, se involucren en la resolución de los retos que cada escuela enfrenta.” Lo preocupante es la poca claridad sobre los responsables de otorgar esos recursos y que da lugar a la legalización de las cuotas escolares “voluntarias”. Dejando la responsabilidad de la escuela pública en la mermada economía de los padres de familia.
En enero de 2016 se realizó una Reunión Extraordinaria del Consejo Nacional de Autoridades Educativas, este encuentro tuvo lugar en la biblioteca de la primaria capitalina Benito Juárez. Ahí Nuño Mayer comentó sobre la publicación de dos calendarios, optativos. Señaló que se mantienen bajo los parámetros que se practican en el resto de los países de la OCDE. Señaló que países miembros cuentan con 185 días con 791 horas en primaria y 183 días con 907 horas en secundaria, con esto queda claro quien da la pauta para las políticas educativas del país.
Si la escuela en la que trabajo tomara la decisión de laborar en el calendario de 185 días, lo más seguro es que se tuvieran que instalar cocinas y comedores, además de organizar a los padres de familia para llegar a preparar alimentos o pagar para que alguien los prepare. Las propuestas de Nuño no dejan claro quien pagará por estos servicios, instalaciones, etc.
En diversas declaraciones del Secretario de Educación, Aurelio Nuño ha argumentado que con base en la disponibilidad financiera que se tenga en los próximos años, se irán asignando a todas las escuelas del país maestros de taller de lectura y escritura, de inglés, de tecnologías de la información, de educación física, artística y de educación especial, si tomamos en cuenta que habla de la posiblidad de “disponibilidad financiera en los próximos años” entonces no asegura nada, más aun cuando le quedan escasos dos años a esta administración.
¿Por qué la estrategia de mandar a consulta en los Consejos Técnicos Escolares el tema de los calendarios? a mi juicio, tiene la intención de legitimar parte de la Reforma Educativa, en la que de nuevo se le hace creer al maestro y a la sociedad que tiene el poder de decidir, que las escuelas tienen autonomía.
Por fortuna y de acuerdo con los comentarios de los compañeros maestros que laboran en otros estados, la propuesta del calendario de 185 días no avanzó. Los maestros han decidido en esta sesión de CTE seguir con el calendario de 200 días.
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