¿Quién ganó con el CUD?

El pasado miércoles 3 de febrero, la Universidad Autónoma de Chiapas lanzó una convocatoria pública para participar en el concurso para el diseño del Centro Universitario de Diseño de la Facultad de Arquitectura (CUD). Un proyecto que busca redefinir los espacios educativos en la UNACH para albergar a los nuevos profesionales del diseño arquitectónico y urbano en Chiapas. Desde su lanzamiento, el concurso generó grandes expectativas y mucha desconfianza.

La convocatoria generó grandes expectativas por muchas razones, entre ellas principalmente porque abría la posibilidad por primera vez en nuestro estado a que estudiantes presentaran o participaran en algún equipo para presentar una propuesta de diseño para un edificio público. Además, porque el equipo ganador ganaría el contrato para desarrollar el proyecto ejecutivo que con los aranceles del gobierno del estado de Chiapas, representaba un premio atractivo al menos económicamente.

Sin embargo la convocatoria generó también mucha desconfianza porque solo se podía participar si se era estudiante, graduado o docente de la UNACH, así como agremiado al Colegio de Arquitectos Chiapanecos, lo que de un principio parecía una convocatoria poco incluyente. Pero principalmente porque en un estado como el nuestro donde los contratos de construcción de obra pública rara vez se concursan, sonaba extraño esperar concursos sobre el diseño arquitectónico de proyectos públicos.

La convocatoria fue todo un éxito y se inscribieron 33 equipos de los cuales 30 presentaron sus propuestas a concurso del 24 de febrero, para ser evaluadas y deliberar el viernes 26 de febrero en un evento que contó como jurado a arquitectos de reconocimiento nacional. Al final, como en cualquier concurso de su tipo, se presentaron las críticas particulares tanto a la organización del concurso como a la decisión del jurado, sin embargo la convocatoria y el evento dejan muchas reflexiones generales.

La primera es la relevancia y valor de que la sociedad profesional organizada como el Colegio de Arquitectos Chiapanecos, las plataformas de conocimiento como la UNACH y el Gobierno del Estado convoquen en conjunto y participen activamente en concursar un proyecto de uso público a ser construido con dinero público. Segundo porque ese concurso se enfocó únicamente en el diseño arquitectónico del mismo, un enfoque olvidado históricamente por las autoridades y universidades. Tercero porque abre la puerta para que no solo se concurse la construcción sino ahora también el diseño de espacios y edificios públicos.

El concurso del Centro Universitario de Diseño puede y debe ser un precedente en la forma que gobierno y sociedad toman decisiones en conjunto sobre obras públicas, no solo porque a través el concurso en sí mismo es un esquema de participación ciudadana que promueve la transparencia, sino porque en la medida que más profesionales participen se genera más sentido de pertenencia al proyecto. Es responsabilidad de los organizadores promover de ahora en adelante más concursos de diseño de espacios públicos para generar no solo foros de sana competencia entre profesionales sino para visibilizar nuevos liderazgos; del equipo ganador velar por el buen desarrollo del su proyecto para generar confianza en futuras convocatorias; y de las autoridades respetar los acuerdos y promover más y mejores para el diseño de espacios públicos.

El éxito de la convocatoria para el diseño del CUD solo se podrá medir después de varios años, en función de la capacidad de todos los actores de tomar esta sinergia generada por primera vez y transformarla de una novedad a una costumbre. Quienes organizaron y quienes participaron, han sido parte fundamental de una valiosa oportunidad de demandar y proponer mejores mecanismos para la toma de decisiones en la construcción de ciudad, pero esto solo podrá aprovecharse en la medida en que no nos desviamos de las generalidades a las particularidades. El CUD puede hacernos ganar a todos y a todas.