Del acoso moral al síndrome de falsa victimización
Por Flor Marina Bermúdez[1]
En México la investigación sobre acoso laboral o acoso Moral –también llamado Mobbing– es relativamente reciente. Su desarrollo en países anglosajones ha mostrado la complejidad de su estudio y medición a través de pruebas estandarizadas. Algunos autores estiman que los métodos hasta ahora utilizados son insuficientes para conocer su dimensión en diferentes contextos culturales y laborales.
El acoso moral puede ser definido como: “una actitud deliberada y sistemática de agresión psicológica que se expresa en: la privación o saturación de trabajo; la asignación de tareas sin sentido, el encargo de misiones por debajo de la competencia, críticas constantes, vejaciones, humillaciones, declaraciones calumniosas, insultos, amenazas entre otros”[2].
Las especialistas[3] en el tema apuntan la importancia de distinguir con toda claridad cuando se presenta el acoso moral. En sus estudios han encontrado que es frecuente que un llamado de atención o una exigencia extra de trabajo puede ser confundida con acoso.
Es sumamente complicado encontrar cifras que permitan dimensionar el acoso moral en los ámbitos laborales en México. Algunas paginas de internet[4] refieren encuestas realizadas por consultoras de empleo, empresas privadas. Las investigaciones realizadas por instituciones educativas son prácticamente inexistentes y las dependencias gubernamentales no ofrecen cifras al respecto. Sin embargo, los pocos datos existentes, NO permiten establecer una tendencia lineal respecto a la presencia de un mayor acoso hacia las mujeres, las cifras varían en cada contexto laboral y cultural; sin embargo, se observa un mayor acoso entre personas vulnerables por su edad o nivel laboral (a menor jerarquía, mayor acoso). Destaca también las bajas cifras de denuncia formal ante instancias judiciales.
Derivado de la gravedad del fenómeno se ha comenzado a caracterizar un fenómeno paralelo que ocurre ante el incremento de denuncias de acoso. En España y Estados Unidos países en donde las demandas de acoso laboral generan elevados costos financieros de reinstalación o indemnizaciones a las empresas, especialistas como Marina Pares[5] aporta elementos para comprender en que consiste el síndrome de falsa victimización o denuncia falsa.
Michaell, Russell y Palarea[6], señalan que el síndrome de falsa victimización ocurre cuando una persona construye un escenario complicado para apoyar falsamente la postura de que esta siendo acosada. Estas personas expresan emociones superficiales y rápidamente cambiantes. En un estudio realizado por Pathé, Mullen, y Purcell[7] encontraron que las falsas victimas consumieron más servicios médicos que las victimas de acoso genuinas y se vieron envueltas en más de una acción legal. En general las falsas victimas buscan generar estados de excepción o privilegios en sus entornos laborales. Sus escandalosas denuncias atemorizan a compañeros y subordinados quienes generalmente evaden el tema para no ser también acusados.
Hiroguey[8] señala que los falsos acusadores tienen: “el perfil de enfermos paranoicos, que encuentran en el tema de acoso un soporte increíble de sensación persecutora”. A diferencia de las victimas verdaderas una persona con carácter paranoico no intenta solucionar el problema, sino que intenta mantener su denuncia contra el acosador-victima que ha designado. La especialista afirma que: “con un paranoico es imposible argumentar y los conflictos nunca se pueden resolver”. Hiroguey considera que las autenticas victimas de acoso moral viven en la duda, se cuestionan sus propias actuaciones y buscan soluciones que pongan fin a la situación que viven. Los paranoicos no dudan, afirman y acusan.
Marina Pare señala que para detectar un engaño es necesario valorar el elemento grupal de cualquier acoso y en los casos de fraude es fundamental un análisis del razonamiento y argumentos esgrimidos por la supuesta victima de acoso. La especialista señala que es importante proteger a las acosadores-victimas de denuncias falsas. Las acusaciones infundadas pueden dañar su integridad moral y honorabilidad.
Ante el incremento de denuncias mediáticas de supuestos actos de acoso, las probables victimas deben de presentar sus denuncias ante los órganos legales competentes, aportar las pruebas necesarias que soporten sus dichos y con ello encontrar la justicia y resolución del conflicto por la vía legal. Se ha visto que las denuncias ante órganos vinculantes como las Comisiones de Derechos Humanos pueden ser insuficientes por la capacidad de resolución acotada que tienen estas instancias. Si cuentan con las pruebas que soporten una acusación deben de seguirse los cursos legales establecidos en las legislaciones estatales y nacionales.
Por su parte, los medios de comunicación deben de asumir posiciones responsables, tratando a las personas acusadas como probables responsables, y ser neutrales hasta que un órgano jurisdiccional resuelva el caso. Asignar el mote de “acosador” a personas que no han sido sancionadas por una instancia jurídica daña la honorabilidad y buen nombre de las personas vinculadas con las acusaciones. los juicios morales que se emiten desde la redes sociales se constituyen en otro tipo de violencia, acoso, menosprecio y denostación que no ayuda a incrementar la denuncia, ni termina con el acoso.
[1] Académica del CESMECA-UNICACH con licencia.
[2] Lidia Guevara, Reflexiones sobre el acoso moral en el trabajo Disponible en: http://www.azc.uam.mx/publicaciones/alegatos/pdfs/48/53-10.pdf
[3] Lidia Guevara…
[4] http://www.elfinanciero.com.mx/economia/44-de-los-profesionistas-en-mexico-ha-sufrido-acoso-laboral.html
[5] Marina Parés Soliva, La detección del falso mobbing, Disponible en: http://psicologiajuridica.org/psj205.html
[6] The Psychology of Stalking: Clinical and Forensic Perspectives de J. Reid Meloy (ed.) Academic Press (Mayo, 2001). Una síntesis en español del texto se encuentra en el sitio Web: http://lasdisidentes.com/2013/04/25/el-sindrome-de-falsa-victimizacion-y-algunos-tras-cosas-sobre-sobre-el-acoso/#more-2608
[7] Pathé M, Mullen PE, Purcell R. Victorian Institute of Forensic Mental Health, Rosanna, Australia. The British Journal of Psychiatry : the Journal of Mental Science [1999, 174:170-172] Una síntesis en español del texto se encuentra disponible en el sitio web: http://lasdisidentes.com/2014/08/13/acoso-falsas-declaraciones-de-victimizacion/
[8] Hirigoyen, Marie-France. » El acoso moral » .Barcelona. Paidós, 1999
II CONGRESO MEXICANO SOBRE MOBBING Y OTRAS FORMAS DE VIOLENCIA EN INSTITUCIONES Y X CONGRESO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO SOCIOCULTURAL
Toluca, Estado de México, 28-30 noviembre, 2016
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Publicar que las denunciantes de violencia sexual tienen un perfil psicópata, que le generan pérdidas a las empresas y que está mal «asignar el mote de ‘acosador’ a quienes no han sido sancionados por las instancias jurídicas» en un país donde la pobreza feminizada, las violencia sexual normalizada y el feminicidio se han establecido como como normas de convivencia, y además hacerlo en medio de la denuncia de las trabajadoras de la Unicach que han sido ya revictimizadas, desde una posición de poder otorgada por el grado académico de «doctora experta en género» para después, como si fuera poco, ostentar que ha «ubicado» casos de mujeres acosadas, para referirse a su trabajo como legítimo haciendo de ellas un capital político, haciendo de la academia una mafia utilitaria de las condiciones de despojo, haciéndole el trabajo sucio a los agresores. Eso es lo que hace Flor Marina Bermúdez con este documento misógino, hipócrita y falto de objetividad.
Es una verdadera lástima saber que quienes ostentan el papel de feministas académicas hagan este tipo de tretas porque generan un consenso en la opinión pública de que realmente las mujeres que denuncian agresiones sexuales en el ámbito laboral están locas y necesitan ser revisadas antes de creerles que enfrentaron acoso.
Es un verdadero asco.
Que lamentable artículo, sobre todo porque hay hechos recientes de acoso laboral y agresiones a mujeres trabajadoras de UNICAH. Con esto se deslegitima la acción social y legal que busca lo igualitario y justo a fuerza de esta opinión dura y crítica. (En mi opinión muy fuera de ética y de lugar; me sorprende un artículo así en chiapas paralelo)
Estimada Flor Marina
Si hablas de violencia de género en tu comentario, sería bueno que tu artículo lo elaboraras desde esa misma premisa.
Si ha sido, como se puede pensar, realizado con el fin de descalificar la situación y demanda de algunas trabajadoras de la UACH es lamentable. Si no ha sido así, sería benéfico que consideraras la reflexión desde la perspectiva de género, así como cuidaras que no fuera usado de esa forma, pues lo primero que hace el poder cuando se denuncia un abuso realizado por él es tratar de descalificar a quien, se encuentra defendiéndose. Eso es lamentable.
No a la violencia de género y sexual dentro de las instituciones.
Que terrible artículo en donde se excusa a los victimarios y se deslegitima todos los años de lucha para el reconocimiento del acoso sexual en espacios laborales. Mi alianza es con las mujeres, lastima que este tipo de argumentación solo sirva para que los machos justifiquen sus violencias.
Cuanto le habrán pagado a Flor Marina por este «sesudo artículo»? Ah, ya me acordé: dos años con licencia y goce de sueldo íntegro.
Selene Dominguez si no estas de acuerdo con el contenido del articulo puedes contra argumentar desde un debate académico, que es el que hace falta. Chiapas Paralelo va a publicar tu texto. Pierdes credibilidad cuando utilizas la mentira como recurso para desacreditarme. La mentira es también una patología. Ya te demostré con pruebas documentales que no tengo licencia con goce de sueldo. Me declaro violentada por tus mentiras. Te comparto un articulo de Veronica Velazquez de la UNAM sobre el chisme y el rumor como un tipo de violencia de violencia de género.
http://www.crim.unam.mx/drupal/crimArchivos/Colec_Dig/2007/Roberto_Castro/4_El_chisme_y_la_violencia_de_genero.pdf
No, pues ya mejor ni contradecir a la «académica», sino nos va a terminar de diagnosticar a todxs con vayan ustedes a saber cuanto mal psiquiátrico donde, la única cuerda, será ella. ¿Debatir en Chiapas paralelo? Por favor, la literatura en contra de tu argumentillo es aplastante, ¿quién perdería un tiempo precioso en contraargumentar un texto indefendible? y en esta arena… ni al caso.