Satanismo y redes sociales: los nuevos imaginarios religiosos juveniles

Satanismo y redes sociales: los nuevos imaginarios religiosos juveniles

Luis Fernando Bolaños Gordillo[1]

El satanismo dejó de ser una actividad underground propia de ciertas minorías anticristianas y aumentó paulatinamente su presencia en la música, la literatura, la cinematografía y las redes sociales, donde se producen y comparten mensajes, imágenes y videos que describen una identidad de corte autonómico.

Buena parte las ideas compartidas por quienes simpatizan con esa identidad, se basan en interpretaciones personales de obras como La Biblia Satánica, de Anton Szandor La Vey, o en libros del ocultista inglés Aleister Crowley, este último considerado como el impulsor del resurgimiento del satanismo a principios del siglo pasado.

Las páginas satánicas o luciferinas no son homogéneas, en ellas hay archivos en PDF de literatura de terror, enlaces a páginas de grupos de black metal, artículos que analizan las ideas de Lavey o Crowley, arte de diferentes etapas históricas y culturas, literatura creada por los usuarios, liturgias, rituales, grimorios y mucha información que podría tener entretenido durante años a cualquier interesado en la materia.

En mi tesis doctoral trabajé un capítulo que abordaba la influencia del satanismo en la elaboración de la identidad gótica y destaqué el hecho de que no solamente eran las ideas metafísicas las que prevalecían en ese acto social, sino las de autodeterminación: ciertos jóvenes eligen el satanismo al no tener respuesta de parte de las instancias religiosas originales donde no tenían  participación, voz o reconocimiento.

En Facebook existen perfiles y comunidades satanistas o luciferinas, donde los jóvenes se relacionan entre sí de manera selectiva para compartir información, música, literatura o ligas de páginas relacionadas con el ámbito oscuro; en ese ámbito prevalece un marcado sentido de superioridad intelectual que desmarca a estos jóvenes de aquellos que siguen los preceptos religiosos tradicionales. En su sentido individualista, los satanistas afirman buscar el cultivo de la inteligencia y la voluntad –un asunto de la influencia que tiene Nietzsche en ellos- a fin de alcanzar la autonomía y la elaboración de nuevas formas de expresión o creación contrarios a los valores instituidos.

 Amor satánico

Amor satánico

Basándome en Feixa (1998) los jóvenes simpatizantes con el satanismo o el luciferismo se sitúan en el ámbito de las microculturas, donde ponen de manifiesto su individualismo, narcisismo, sentido de superioridad intelectual, alarde de identificarse con una instancia distinta a la original y, en síntesis, formar parte de un mundo oscuro en el que no cualquiera tiene cabida.

Estos jóvenes son nihilistas y para tal efecto se basan de referentes románticos, decadentes, terroríficos o sobrenaturales, para fijar su posición ante diversas instancias, tal y como lo hicieron diversos escritores y ocultistas en la literatura del siglo XIX. La historia y la cultura juegan un papel fundamental en este proceso autonómico porque es ahí donde están las visiones oscuras que tuvieron sus autores preferidos en sus respectivas épocas.

Buena parte del fortalecimiento del estereotipo de que el satanista o luciferino debe ser autónomo, culto e independiente, se basa en interpretaciones de las obras de Anton Lavey, quien afirmó que Satán es la representación de la inteligencia y la humanidad en la Tierra, que dicho personaje era un ángel de dios que pensó por sí mismo y se rebeló contra él.     Anton LaVey con su filosofía acusó al cristianismo de ser una plaga en la tierra que atemoriza, reprime y no deja pensar a millones de personas, muy similar a las ideas de Nietzsche.

Las nuevas generaciones de satanistas niegan la figura del diablo como un ser malvado con cuernos y rabo, y acusan al cristianismo de ser el creador de dicha imagen para atemorizar a la gente. «Benditos sean los destructores de la falsa esperanza, pues ellos son los verdaderos Mesías. ¡Malditos sean los adoradores de Dios, pues ellos serán ovejas esquilmadas!», apuntó Anton LaVey en La Biblia Satánica.

 Amor satánico

Amor satánico

 

Los jóvenes satanistas quieren reconstruir su mundo alrededor de varios ideales como la trascendencia personal, el ensalzamiento de las pasiones, la creación sin límites y el ejercicio de la voluntad por sobre todas las cosas –tal y como lo hacen de su particular interpretación de Nietzsche- para liberar al superhombre que superará los vacíos que la propia sociedad ha creado.

Hay que destacar que esto no significa que estos jóvenes desde sus trincheras individuales simbólicas estén en pugna contra el sistema, sino que están deslindándose de toda forma totalitaria, de todo rasgo de hegemonía social, y de normas consideradas como ataduras para la liberación de lo que consideran auténtico, lo que se refleja en sus actitudes irreverentes, ácidas y controvertidas, las cuales también tienen influencia de las posiciones de los escritores románticos y decadentes.

La autonomía, desde el punto de vista satánico, comienza con el reconocimiento que toda persona debe hacer de su fortaleza interior y para tal efecto se toma como referente El Libro de la Ley escrito por el inglés Aleister Crowley. Comunidades como Thelema en Español, comparten en sus muros citas textuales de este libro: «Soy la llama que arde en todo corazón de hombre y en el fondo de toda estrella. Soy Vida y el dador de Vida, sin embargo, por esto el conocerme es el conocer la muerte. Soy el Mago y el Exorcista. Soy el eje de la rueda y el cubo en el círculo. Venid a mí es una palabra tonta, pues soy yo el que va. Quienes adoraron a Heru-pa-kraath me han adorado, mal, pues soy yo el adorador».

Ese tipo de referentes al constituirse como imágenes contraculturales o contrareligiosas, sirven para que ciertos jóvenes reordenen sus nuevos elementos simbólicos para resignificarlos y dar paso a nuevas formas de expresión que pueden compartir en sus perfiles o comunidades de Facebook. Existe, por ende, una estrecha relación entre los elementos materiales y la nueva identidad satánica: aglutinan discos, películas, videos de Youtube, fotografías, animaciones, libros en PDF, vestimenta, accesorios y todo aquello que les haga sentir que forman parte de una instancia poderosa en la que aparecen como seres resignificados culturalmente.

Es común encontrar en diversos perfiles o comunidades satánicas ideas como la siguiente: Muere diariamente, disuelve tu consciencia, que tus huesos se quiebren y que tu energía se posicione justo en el medio de tu vientre, sostén la vigilia, en el placer, en el dolor, en el éxtasis de esta unión, entonces redefine tus creencias, altera tu personalidad, mantente atento, paseando con Minotauros y con Ninfas, con dioses y demonios, que la inconsciencia no te abrace mientras duermes ,una sonrisa para el destierro al despertar, un giro y una vuelta al comienzo de la espiral. Muere diariamente, condensa tu consciencia y recuerda, has de morir sin miedo. No es la muerte acaso, otra ordalía más?. La más bella de las muertes, comprende, se enfrenta con mente clara, con la mirada fija en el abismo y la voluntad tensa como una flecha a punto de ser disparada. Recuerda aquellas palabras escritas en el Libro de la Ley: ¡Estremécete con el goce de vida y muerte! ¡Ah! tu muerte será hermosa: quien la vea se alegrará. Tu muerte será la promesa de nuestro longevo amor. ¡Ven! ¡Solivianta el corazón tuyo y regocíjate! Somos uno; somos ninguno.

 

El Tarot versión Crowley

El Tarot versión Crowley

La lucha entre el bien y el mal, entendida como la lucha entre el pretederminismo y la autonomía, da un carácter muy especial a las ideas de estos jóvenes, funciona como una unidad que da sustento a cuestiones que tienen que ver con la crítica a las religiones en general (principalmente la católica) y a la figura del diablo como un símbolo que tiene que ver con el ejercicio de la libertad del ser y no como una imagen perversa que asola a la humanidad.

En las redes sociales puede encontrarse fácilmente la Biblia Satánica y extractos del Necronomicón, así como textos considerados de culto como El Evangelio de los Vampiros, popularizado por el mexicano Mario Cruz. Si internet es global, la escena oscura apunta a serlo gracias a la tecnología y al cobijo de las industrias culturales. Los satanistas a través de los discos y la literatura, por ejemplo, encuentran referentes de diversa índole para elaborar una identidad siniestra que tiene el espacio ideal para tener razón de ser en las redes sociales.

El satanismo se elabora en términos de codificación de música e ideas que se hacen a través de una transnacionalidad y una transhistoricidad de modelos que se han consolidado en otros contextos: Baudelaire, Rimbaud, Nietzsche, de Sade, entre otros son símbolos universales y aplicables en cualquier contexto para ellos, y son la base de lo que denominan la gran familia oscura, a la que se unen otras identidades como la gótica o la metalera.

Al buscar información seria sobre el satanismo en internet, también encontré cosas mezquinas como “ofertas” para destruir a enemigos, lograr éxito material, gozar de riquezas, tener infinidad de placeres, recibir la protección del maligno y muchas maneras de “vender” el alma al diablo. Esto que dista mucho de los elementos intelectuales o autonómicos descritos anteriormente, puede definirse como un supermercado de magia negra en la que también hay pornografía disfrazada de “magia sexual” o “sexo sagrado”.

El satanismo en redes sociales puede percibirse a través de miles de adeptos ávidos de descubrir o autoafirmar su lado oscuro, de ir a contracorriente ante lo socialmente establecido, de manifestar su odio al cristianismo y a las religiones en general o simplemente incursionar al mundo de lo prohibido. Similar a lo que ocurre con la cultura gótica, el satanismo es una identidad en resistencia que elabora permanentemente, una posición crítica ante diversas instancias como la familia, la religión, el gobierno, los sectores conservadores y otros jóvenes a los que consideran sumisos ante el sistema.

 

El yo individual vs el yo social

El yo individual vs el yo social

El sentido de autonomía del satanismo corresponde a una visión que se tiene de la decadencia y contradicciones de dichas instancias y que son un punto de partida para asumir esas nuevas posturas apartándose de otros sujetos y elaborar mediante la reflexión, el análisis o la creación artística una forma de ser distinta.

 

Referencias

 

Aries, Paul (2005). “Culto generacional”. Revista Proceso. Edición Especial. 18.

Baddeley, Gavin (2007) Mundo Gótico. Robin Book. Barcelona.

Campa, Homero (2005). “Una Realidad Poderosa”. Revista Proceso. Edición Especial. 18. México.

Feixa, Carles (1998). De Jóvenes, Bandas y Tribus. Ariel. Barcelona.

Fuentes Rodríguez, César (2007). Mundo Gótico. Quarentena Ediciones. Barcelona.

[1] Profesor e Investigador de Tiempo Completo de la Licenciatura en Comunicación Intercultural de la Universidad Intercultural de Chiapas; forma parte del Cuerpo Académico Lenguas y Discursos Culturales en la Frontera Sur y trabaja temas sobre culturas juveniles, diversidad cultural y contracultura; Doctor en Ciencias Sociales y Humanísticas por el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.

 

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