Cochupos en la obra pública de Chiapas
Bayardo Robles Riqué terminará este 2015 al frente de la Secretaría de Infraestructura y Comunicaciones (Sinfra) en medio de la corrupción, la falta de transparencia, la asignación de obras a sus propias empresas, a los Jotapé y un incumplimiento a su palabra por los adeudos no pagados.
El próximo jueves, además, puede culminar con una cerecita más al pastel putrefacto cuando se den a conocer dos los ganadores de licitaciones por modernización de caminos en Venustiano Carranza-Nicolás Ruiz y Altamirano.
No se espera, sin embargo, que beneficie a su empresa, tampoco a alguno de los Jotape (Juan Pablo Montes de Oca o Juan Pablo Orantes Coello), sino a directivos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) para que se sigan mordiendo la lengua ante el expolio que se vive de la obra pública.
Aparte de favorecer a sus amigos, Bayardo no ha cumplido con su palabra ni con la ley en el asunto referente a la deuda con empresas chiapanecas.
El artículo 54 de la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionadas con las Mismas, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 4 de enero de 2000, se indica que las estimaciones por trabajos ejecutados deberán pagarse por parte de la dependencia o entidad, “en un plazo no mayor a 20 días naturales, contados a partir de la fecha en que hayan sido autorizadas por la residencia de la obra de que se trate y que el contratista haya presentado la factura correspondiente”.
En Sinfra hay facturas que fueron entregadas cuando llegó Bayardo como secretario y que aún no han sido liquidadas, no obstante que ya se concluyeron las obras. El 15 de julio de 2015, Bayardo Robles, así como Juan Carlos Gómez Aranda, secretario de Gobierno, y Juana María de Coss, secretaria de Hacienda, se comprometieron a liquidar los adeudos con los constructores chiapanecos pero no cumplieron.
El 21 de septiembre de este año el secretario de Infraestructura reconoció un adeudo de 177 millones 462 mil pesos (ver cuadro 1), el cual pronto, dijo, se habría de pagar sin que hayan avances. Eso sí, a los Jotapé se les paga hasta por adelantado.
Las asignaciones de la obra pública en Chiapas dan para una novela, para un libro de la corrupción y, principalmente, para que un juez destapara y castigara la pudrición existente solo en la Secretaría de Infraestructura.
Un ejemplo reciente:
En agosto de este año se dio a conocer el fallo de la licitación L0-907005981-N108-2015, la cual contemplaba la construcción y modernización del subtramo 131+000 al 132+000, de la carretera San Cristóbal de Las Casas-Comitán de Domínguez. Lo “normal”, como sucede desde que Bayardo está en Sinfra, es que resultó ganadora, Gorsa, una empresa que estaba en el lugar 39 del concurso y con el más alto, pero vinculada nada menos que a los Jotapé (ver cuadro 2).
El jueves, próximo, como le decía, sabremos de dos nuevas licitaciones y seguramente los ganadores (ver cuadro 3 y 4) no serán quienes hayan hecho la mejor oferta y tengan más experiencia, sino aquellos que callan ante el escándalo que se vive en la Secretaría de Infraestructura. Total el descaro y la complicidad los caracteriza.
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