Coneculta: una institución rebasada por los foros culturales independientes

CONECULTA: UNA INSTITUCION REBASADA POR LOS FOROS CULTURALES INDEPENDIENTES (PRIMERA PARTE)

Luis Fernando Bolaños Gordillo[1]

 Los independientes somos el martillo

en «The Wall», de Pink Floyd.

Zambra

¿Les son familiares los términos “intelectuales orgánicos” o “artistas del sistema”, cuando hacen referencia a ciertas personas o grupos cercanos al poder cuyos aportes son insignificantes para el desarrollo cultural? Si la respuesta fue afirmativa seguramente también lo serán los términos “artistas descarriados”, “poetas malditos”, terroristas culturales” y otros más instituidos para delimitar dos mundos: el de la cultura en su sentido purista y el de los culturalmente incorrectos.

El Coneculta no ha tenido a mi juicio políticas congruentes con la diversidad cultural y su capacidad de gestión y promoción ha sido elitista, parcial, convenenciera políticamente, sujeta a tendencias del mercado, excluyente y poco clara en cuanto a sus manejos. Los privilegiados por el sistema, los mismos de siempre de cada sexenio, saltan a la vista y los que se quedan en el panteón del olvido, no tienen visibilidad, apoyos y reconocimiento.

El sentido elitista del Coneculta

Juan Carlos Cal y Mayor Franco, titular de esa dependencia, no ha sido capaz de comprender la importancia de la diversidad cultural en Chiapas, porque la instancia hasta el momento ha sido excluyente con quienes tienen formas de pensar y crear distintas, aunque el funcionario se maneja con un discurso respetuoso muy a su estilo. Los patrones siguen siendo los mismos desde hace décadas y las inconformidades también, aunque éstas últimas han dado paso a dinámicas autonómicas paralelas a una cultura hegemónica de Estado que no ha sido capaz de establecer proyectos permanentes con dichos foros.

Los privilegios, la manipulación o el dispendio suelen acompañar a los programas         de estímulo a las artes que son impuestas desde una cúpula en una dirección        precisa: los ejemplos de un arte dirigido son casi siempre deplorables (Fadanelli,          2006: 37).

La parte excluida, lejos de victimizarse, ha tenido creatividad y empeño para gestionar y promover manifestaciones culturales que han hecho aportes significativos en la formación de nuevos artistas e intelectuales que han marcado por derecho propio fronteras ante lo oficial que ha sido rebasado en diversos ámbitos.

El titular del Coneculta ha sido objeto de severas críticas de quienes encabezan o integran los foros alternativos y a pesar de ello la institución sigue con los mismos patrones. Hay un desencuentro entre las visión institucional y los procesos autonómicos de esos foros, cuyo principal aporte es la construcción de nuevos imaginarios que influyen en la realización de eventos de calidad, sin muchos recursos técnicos o financieros de por medio, a diferencia de su contraparte que se ha desdibujado paulatinamente en los tres años del actual gobierno.

El Coneculta es percibido como manifestación de una cultura hegemónica de Estado que posiciona modos superficiales de entender el arte y el trabajo intelectual; es acusado de ser una dependencia cerrada que instituye valores y prácticas que legitiman las manifestaciones artísticas de ciertos individuos o grupos que no favorecen el desarrollo cultural.

Los culturalmente correctos

Ante estos actos de discriminación cultural, los foros independientes de Tuxtla Gutiérrez, han elaborado con base en sus respectivas experiencias con la compleja, contradictoria e ineficaz estructura burocrática de la dependencia, manifestaciones de resistencia traducidas en eventos producto de la autogestión, la solidaridad y la cooperación.

La contracultura es un paradigma que nos permite comprender el devenir de     expresiones culturales alternativas a un sistema. Incluye manifestaciones         artísticas, científicas, sociales, filosóficas, económicas y políticas, contrarias o            diferentes a la Cultura Oficial, a la cultura del sistema; es una forma específica de     ver la realidad, establece límites a lo hegemónico, formula interrogantes,            introduce enigmas en el imaginario       social (Herrera, 2009:1).

La experiencia tuxtleca como reflejo de lo que pasa en la entidad, donde muchas Casas de la Cultura agonizan, es clara en el sentido de que los artistas y creadores si quieren llegar a más público y pretender vivir de su arte, deben ser sus propios gestores y promotores en un contexto en el que es muy cuestionable la apertura de los espacios institucionales y los pocos que han habido en la presente administración encajan más dentro de acciones improvisadas orientadas a tener una opinión pública favorable.

Los alternativos configuran su propio contexto como un espacio de sentidos, valores y conductas alternativas que promueven formas de pensar, ser o crear distintas. La respuesta contra la exclusión reivindica lo autonómico y fomenta redes de solidaridad que se traducen en eventos. Foros como San Rocker o Caleidoscopio tienen una agenda permanente que aglutina a creadores que promueven un arte anti hegemónico y que se desmarca de un sentido superficial de entender al arte.

Manifestaciones de Resistencia y autonomía

Esto significa que todo proyecto y todo conjunto de acciones, toda creación      simbólica y material, todo espacio de intenciones, deseos y propósitos son siempre         emergentes de una cultura entendida ésta como una forma integral de vida        creada histórica y socialmente por una comunidad a partir de su particular manera            de resolver física, emocional y mentalmente las relaciones que mantiene con la             naturaleza, consigo misma, con otras comunidades y con lo que ella considera             sagrado, para dar continuidad y plenitud de sentido a la totalidad de la existencia    (Santillán, 2006:127).

Ante estas acciones, los independientes autogestionan sus eventos (algunos con cooperación económica voluntaria), aglutinan a artistas e intelectuales que se han sentido excluidos, y construyen sus propios espacios y medios de promoción, siendo las redes sociales una de las principales. Lejos de ser masivos, sus eventos corresponden más bien a esferas grupales e intergrupales donde prevalece la noción de que se está en un espacio alternativo no propio de la gran mayoría.

Los contestatarios

En la medida en que “lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer”, y en la medida en       que la política se expresa en términos culturales, las diversas formas de    contestación y disidencia juveniles, los cambios en sus formas de vida y valores          pueden ser interpretados como uno de los índices privilegiados de la “crisis de       autoridad” (Feixa, 1998: 61).

La alternatividad en la gestión y promoción cultural tiene un sentido polisémico originado en las experiencias negativas de los jóvenes excluidos por la parte institucional; los eventos dan cara a las contradicciones de la cultura hegemónica y muestran patrones novedosos deresistencia, que han dado paso a proyectos independientes como Editorial Sophia, encabezada por Antonio Quijote.

La operatividad institucional de la cultura no ha cumplido con su misión y visión en cuanto a incluir a los foros independientes en el desarrollo cultural del pueblo chiapaneco, y las acciones orientadas a la discusión y construcción colectiva, han sido más bien estrategias emergentes dada la inconformidad de quienes integran las otras instancias.

Referencias bibliohemerográficas

·      Consejo Estatal Para las Culturas y las Artes de Chiapas. Programa Institucional 2013-2018. Recuperado de www.planeacion.chiapas.gob.mx/…%20CONECULTA/ProgIns.%20CON.

·      Fadanelli, Guillermo (2006). La inconforme política del arte. Nexos. Año 28. Vol. XXVIII Num. 345. Septiembre.

·      Feixa, Carles (1998). De jóvenes, bandas y tribus. Ariel. Barcelona.

·      Herrera Zavaleta, José Luis (2009).Filosofía y contracultura. Cuadernos de Filosofia y Ciencia. Sociedad Filosófica del País Valenciano. Recuperado de http://www.uv.es/sfpv/cat/revista_num39.html

·      Martucelli,Danilo (2006). Las contradicciones políticas del multiculturalismo. Gutiérrez Martínez, Daniel (coord.). Multiculturalismo: perspectivas y desafíos. Siglo XXI-El Colegio de México.

·      Santillán Guemes, Ricardo (2006). Desarrollo humanizante y decisión cultural. Cultura y desarrollo humano. Visiones humanistas de la dimensión simbólica de lo individual y lo social. Colección Intersecciones. Consejo Nacional Para la Cultura y las Artes. México.

[1] Profesor e Investigador de Tiempo Completo de la Licenciatura en Comunicación Intercultural de la Universidad Intercultural de Chiapas; forma parte del Cuerpo Académico Lenguas y Discursos Culturales en la Frontera Sur y trabaja temas sobre culturas juveniles, diversidad cultural y contracultura; Doctor en Ciencias Sociales y Humanísticas por el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.