Buen Fin de mentiras
Atrapados por la excesiva publicidad y promociones confusas, los tuxtlecos salieron a endeudarse en un buen fin que poco tiene de bueno.
Sin cifras precisas sobre los productos más consumidos y el porcentaje de participación de los ciudadanos, esta edición del Buen Fin tuvo algunos sin sabores más de índole operativa para trasladarse a los centros de consumo, y no tanto de productos o servicios.
Mientras en el estudio de opinión aplicado a mil mexicanos, a través de una encuesta nacional en viviendas, por Consulta Mitofsky[1] mostró que 3 de cada 10 sí planeaban ir de compras principalmente para adquirir ropa, calzado, electrodomésticos, línea blanca y algún televisor, las cámaras locales no tienen idea del repunte o caída en las ventas en Tuxtla Gutiérrez, cuyo primer día vivió un caos vial agonizante pero no por la cantidad de consumidores en pos de esos espejismos promocionales, sino por la macha magisterial que convulsionó la ciudad.
El principal punto de venta de la ciudad, porque se unen dos plazas, estuvo abarrotado a tal grado que los negocios registraron significativo aumento en sus ventas. Desde las cero horas del día viernes, supermercados como Chedraui, Walmart, Soriana, Sams y Aurrerá abrieron sus puertas esperando “turbas” de compradores. Uno que otro trasnochó, la mayoría sabedora que es más un afán para atrapar los próximos aguinaldos, prefirió esperar la luz del día.
Las dos principales tiendas departamentales de Tuxtla, Liverpool y Sears, aumentaron sus ventas en 20% y 25%, respectivamente, a diferencia del año anterior. Y no porque hayan bajado los precios, sino porque de todas las ofertas en el mercado tuxtleco, éstas ofrecieron con mejor claridad las ventajas promocionales de sus productos así como facilidades informativas.
Otro punto de venta que repuntó comparado a 2014 fue Sam’s Club, aunque vendieron 7 millones de pesos el primer día y 8 el segundo (7 millones diariamente el domingo y el lunes), esperaban llegar a la meta de 36 millones de pesos durante los cuatro días del Buen Fin.
Como se esperaba, los artículos electrónicos fueron la demanda constante especialmente por esa campaña alarmante del gobierno sobre el inevitable apagón analógico. Para evitar que el consumidor fuera sorprendido, Profeco delegación Chiapas realizó operativos de verificación previo al Buen Fin, para que no llevarse chascos y sorpresas. Publicó el famoso “Quién es Quién” (por cierto con diseño aburrido e incongruentes para los tiempos i) de los precios mínimos, máximos y promedios de algunos productos, pero esa lista dejó mucho a desear.
Pese a ese listado impreciso, a decir de la misma Profeco las quejas registradas en los módulos que instaló en los diversos centros comerciales de la ciudad, fueron escasas. Sí recibieron supuestas quejas, pero mas bien fueron errores de interpretación de los consumidores y no tanto de las empresas por lo que, aun sin emitir un comunicado local oficial, declaran que el Buen Fin pasó ni contratiempos de abusos al consumidor.
Las “promociones” no fueron de grandes descuentos como sí se dan en el Black Friday de los Estados Unidos de América de donde se importó esta idea mal llevada a la práctica en México. Todo giró en torno a meses sin intereses y de entre todas las tarjetas bancarias y departamentales la “ganona” fue Banamex que ofertó el mayor número de meses sin intereses así como el mayor descuento al reintegrar hasta dos mensualidades en compras a 18 meses.
Aun se desconoce si la serie de ofertas exhibidas por la banca mexicana se respetaron o no, pues en el caso de Tuxtla Gutiérrez, Condusef apenas está en el proceso de integrar los expedientes de reclamos. “El año pasado la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) reportó que 25.3% de las ventas del Buen Fin de 2014 fueron pagadas con tarjetas de crédito, y el 20.1% con tarjetas de débito”[2].
Pero la que si no tuvo vergüenza en su retórica de algunas ofertas fue la tienda Walmart poniente, que recurrió a la estrategia de exhibir etiquetas con la leyenda “Oferta” siendo que era el precio normal. Es más, varios productos de la línea de belleza el día de ayer miércoles 25 de noviembre presentaron precios menores a los anunciados en el Buen Fin.
Otra gran mentira se aproxima a Tuxtla
No nos referimos a las constantes del gobierno, sino a una que dejará un agridulce sabor a los tuxtlecos.
Al lado de la arena Cuesy, sur poniente de Tuxtla, se construye un inmueble. Será la agencia de autos coreana KIA MOTORS que significa: Viene de Asia.
La marca KIA es muy buena, tanto que a empresas como Ford, General Motors y Chrysler les dará un duro golpe, pues ésta ofrece muchos extras incluidos en sus unidades básicas, lo que NO ofertan esas grandes marcas norteamericanas que prefieren engañar a los compradores con camaritas, sensores o detectores de punto ciego.
- KIA filial de Hyundai Motors, está por encima en calidad de esas marcas que durante años se han preocupado más por las utilidades y no por ser útiles al consumidor.
La Sportage que viene a darle dolores de cabeza a la líder CRV de Honda, tiene mejores prestaciones y extras a mejor precio que la marca japonesa. Aunque su motor es 2.0 se conduce con amabilidad y poco ruido. No tiene la misma revolución que la CRV, por ser una máquina más pequeña y por ende con menos caballaje, pero sí le dará la comodidad y sobretodo elegancia de la cual ya carece la vetusta y tumorosa CRV.
Solo hay un pero. KIA, como lo hiciera Hyundai, le toma el pelo al consumidor mexicano. La Sportage promocionada como 2015, es el último modelo de la tercera generación; es decir, en México nos están vendiendo la 2015, ya descontinuada en otras partes del mundo, como 2016; siendo que el modelo más reciente ya fue presentado en septiembre en la feria del automóvil en Frankfurt Alemania. La generación de la actual Sportage de KIA data de 1993.
Finalmente, en gustos se rompen paradigmas y el consumidor tiene la última palabra. Mas no le vaya a pasar como a decenas de propietarios que a unos meses de haber adquirido el ix35, se dieron de topes al conocer el nuevo modelo al que evolucionó ese mismo crossover: Tucson.
En la misma zona donde se construye KIA, se rumorá instalarán las agencias BMW y Hyundai, todas serán operadas por el zar de los automóviles en Chiapas: Grupo Farrera. Mientras la fiesta se prepara en el poniente, una nueva propuesta prepara Mazda, la CX3, que solo en Tuxtla Gutiérrez ya tiene más de 50 personas en lista de espera, crossover que será presentado el 3 de diciembre.
[1] http://consulta.mx/index.php/estudios-e-investigaciones/mexico-opina/item/737-mexico-expectativas-del-buen-fin-2015
[2] http://www.cnnexpansion.com/mi-dinero/2015/11/12/buen-fin
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