El factor Paco Rojas

Paco Rojas se convirtió, en este proceso viciado y fraudulento, en un factor esencial de unidad ciudadana en Tuxtla Gutiérrez.

De panista quemado, odiado incluso, fue alejándose cada vez más de la dirigencia de su partido hasta construir una candidatura que movilizó a miles de ciudadanos.

No tuvo de otra. Fue abandonado por los dirigentes panistas. El recién electo presidente del PAN, Ricardo Anaya, no abanderó la causa tuxtleca. Algo debió estar negociando en Los Pinos para olvidarse que en esta tierra del sur el Estado había intervenido con toda su cañonería.

Otro que se hizo guaje y mostró su verdadera personalidad fue Roberto Gil Zuarth, senador chiapaneco y panista. En sus declaraciones no hizo una sola mención del fraude en Tuxtla. Es más se alió con quienes debían ser sus contendientes políticos, los del Verde y del PRI, y fue el mediador para el nombramiento de Gloria Luna, en la secretaría del ayuntamiento capitalino.

El panismo quedó rebasado. Y algunos ganaron por lo pronto pero perdieron a la larga e hicieron perder a los chiapanecos, porque el golpe dado por el Trife, instituto que descendió al estercolero político, mina la voluntad ciudadana y el afán de transparentar los procesos electorales.

Encontré a Paco Rojas este fin de semana en una plaza comercial y lo vi molesto pero animoso con los proyectos que trae para Tuxtla y para Chiapas. En esos cinco minutos que hablé con él constantemente fue interrumpido por señoras, señores o muchachas que deseaban saludarlo.

Se ha convertido en un personaje sumamente popular y será en los tres años que vienen un dolor de cabeza para Manuel Velasco Coello y para Fernando Castellanos. Por lo pronto, me dijo, que va interponer una demanda por el fraude en Tuxtla ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.

La simple demanda empañará aún más la figura de Peña Nieto y no se diga la del gobernador de Chiapas y del presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez.

Exige también la renuncia de Manuel Velasco por ineficiente y por hacer uso de los recursos públicos para procesos electorales.

Paco Rojas ha sido en todo este proceso un factor fundamental para la defensa del voto en Tuxtla. No se vendió, lo cual se le agradece, pero aparte logró juntar para su causa a personajes del PRD, de Morena, a empresarios y, sobre todo, a las sin partidos, a los que no militan bajo ninguna sigla, y con ellos, con ellas, armó el movimiento de inconformidad más importante que se ha vivido en la capital.

El excandidato por el PAN en Tuxtla seguirá dando de qué hablar y seguirá siendo una piedra en el zapato para los gobernantes actuales. No creo que acepte algún puesto o dinero, propuestas que seguramente ya le han hecho llegar.