Dictadura criminal

Mario Vargas Llosa dijo que el Estado priista había creado una dictadura perfecta, hoy ese PRI se ha transformado hasta convertirse en una Dictadura Criminal, que no solo expolia recursos, sino que solapa e incluso provoca la desaparición de sus habitantes.

De acuerdo al Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, en México existen 25 mil 821 individuos en esta situación, de los cuales 89 están en Chiapas.

Tamaulipas está a la cabeza con cuatro mil 875 personas desaparecidas. Le siguen con 2 mil 113 casos, Jalisco; Estado de México,  con mil 554, y Distrito Federal, con mil 450.

Al inicio de este sexenio, la administración federal informó que el número de desaparecidos que le había legado la administración sangrienta de Felipe Calderón Hinojosa era de 26 mil personas desaparecidas y que el propósito del gobierno priista era disminuirlas en un número importante.

Es cierto, que se registró un descenso en 2013, con 22 mil personas desaparecidas, pero hoy se acerca a la cifra histórica del gobierno panista, con 25 821 individuos en esa condición. Solo en en esta administración han desaparecido 10 mil 836 personas. Es más, el gobierno de Peña Nieto presenta las cifras más altas de desapariciones diarias con 14.2 en 2014, mientras que en el de Calderón la máxima fue de 11.5.

Las personas desaparecidas son en su mayoría hombres (72 por ciento). El 28 desaparecidas son mujeres y el 25 por ciento no había alcanzado siquiera los 19 años. Es decir, en este paisaje de violencia, también son víctimas directas los niños y los adolescentes.

Chiapas contribuye con el 0.04 por ciento a la cifra de desaparecidos a nivel nacional, un porcentaje ciertamente bajo, pero no por ello menos preocupante. Además, muchos de los casos de desaparición, no son denunciados, porque ocurren en en la ruta de los migrantes.

Detrás de la migración hay desapariciones, “cientos, quizá miles”, ha señalado el sacerdote Alejandro Solalinde. Pero esos casos difícilmente figuran en las estadísticas, porque pocas desapariciones de migrantes se denuncian.

Las autoridades chiapanecas no deben ser complacientes con estas cifras, porque Guerrero, que estaba ubicado como uno de los estados más seguros al registrar 406 desaparecidos, pasó a convertirse después, por negligencia, en la entidad que más incrementa su cifra, al detonar el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la cascada de cuerpos que hallados en fosas comunes y la multiplicación de denuncias presentados por los ciudadanos que antes no se atrevían a dar este paso.

Un país, en donde diariamente desaparecen once personas y cien mueren por causas violentas, está gobernado no solo por una dictadura perfecta sino por una dictadura criminal, que empuja a sus ciudadanos a una guerra perdida de antemano.