Más rechazos al delfín de Velasco

Tres trabajadores decidieron aplicar un sondeo rápido (como acostumbran los “asesores” sabinistas enquistados en el gobierno actual), para evaluar ciertos ítems de percepción del antidemocrático Fernando Castellanos Cal y Mayor.

Para ello, preguntaron en oficinas de gobierno, en el transporte público y a peatones en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. Los nombres de quienes realizaron esta valoración se omiten por cuestiones de seguridad para ellos, ya que trabajan en el gobierno del estado pues, como bien saben, con certeza serían presas de amenazas y despidos porque bien sabemos del nivel de intolerancia del gobernador, su mami y los “estrategas” de internet, que pululan para quedar bien con el principito. Los datos se resumen en la tabla siguiente:

Con esta percepción, se suma a la lista de gobernantes, al igual que su cómplice Manuel Velasco Coello, son reprobados por la ciudadanía antes de empezar a trabajar.

Por supuesto, como es de esperarse cuando los estudios o revisiones de las percepciones de la opinión pública no son favorables al ego de los funcionarios, de inmediato los sondeos son descalificados por seudoperiodistas digitales que al servicio de intereses mezquinos tratan de justificar el fracaso de sus trabajos de “asesoría” de imagen.

Si en realidad, los gobernantes tuvieran un ápice de ingeniería de imagen pública y oídos sordos a las sirenitas con cara de guasón que les rodean, sacarían un mejor provecho de las diversas manifestaciones registradas en la opinión pública.

Mas hacen lo contrario como boicot o hackeo de cuentas, portales y blogs; amenazas telefónicas, descalificaciones virales y hasta desapariciones. Crean un ambiente de terror para “callar” a la OP pero ésta, como el monstruo que es, se va transformando en un ente más poderoso que no se puede detener.

El gobierno usa las tecnologías para detener las críticas y no para desarrollar este maltrecho estado. Sigue el gobierno del Estado de Chiapas la misma estrategia de Peña Nieto “cuentas automatizadas son utilizadas para ‘sofocar virtualmente’ las críticas al gobierno” [1].

Y como les incomoda mucho enterarse de las manifestaciones públicas que aunque traigan un millón de polEcías, no se detendrán. Aquí la continuación del estudio realizado por unachenses hace unas semanas: