Lo vergonzoso de la suspensión temporal de la VTR
Las iniciativas ciudadanas que buscan el bienestar de la sociedad deben de ser abrazadas por las autoridades de gobierno de los tres niveles. Ayudan a la construcción de la gobernanza. El no apoyarlas va en detrimento de su propio gobierno.
Hace unos días las organizaciones civiles que realizan la Vía Tuxtla Recrativa (VTR) anunciaron que suspenderán de manera temporal este evento debido a la falta de apoyo de parte del gobierno municipal que encabeza Samuel Córdova Toledo.
Hace más tres de años cinco organizaciones de la sociedad civil sin mayor interés que el de impulsar una acción a favor de la sociedad, iniciaron con la Vía Tuxtla Recreativa. Este año ya eran 15 agrupaciones civiles trabajando en un mismo proyecto. ¿Cómo no valorar esto?
La Vía, que se realiza en otros lugares del país de manera exitosa, consiste en cerrar una avenida transitada un Domingo por la mañana y realizar actividades culturales y deportivas. En Tuxtla las actividades se centraron mucho en los niños y las niñas, quienes asistían de manera cotidiana.
A pesar de lo exitoso del proyecto al grado que la Secretaría de la Juventud y del Deporte y otros municipios la emularon, la Vía en Tuxtla, que fue la primera, no recibió financiamiento de parte del gobierno municipal o estatal. Las actividades se mantuvieron haciendo con los recursos de las propias organizaciones.
El gobierno municipal tiene un presupuesto que otorga para impulsar actividades de las organizaciones civiles. La Vía Tuxtla Recreativa, pese a su impacto, no fue beneficiada con este recurso público.
El gobierno de Tuxtla Gutiérrez en los tres últimos Domingos, que se realizó la VTR, no otorgó, ni siquiera, el personal necesario de tránsito para resguardar la seguridad de quienes visitan la vía.
Las agrupaciones civiles que realizan la VTR, desgastadas ya después de tres años de no tener apoyo en la logística y difusión para continuar con el evento, decidieron suspenderla de manera temporal en espera que la próxima administración tenga más sentido común –esto lo digo yo- que la anterior.
De todas y todos depende que está suspensión sea lo más corta posible. Que este tiempo nos ayude a analizar de qué manera podemos sumar: difundiendo, apoyando con las actividades, yendo, agradeciendo a esas organizaciones de la sociedad civil que hacen un gran esfuerzo por hacer este evento posible.
La administración municipal actual no se merece ni la nota al pie. Una vez más nos quedó a deber a la ciudadanía. El alcalde, Samuel Córdova Toledo debería de sentir vergüenza por ser responsable de que esta actividad que tanto deja a las y los tuxtlecos se haya suspendido de manera temporal. A la administración municipal que viene y al gobierno del estado ojalá y por el bien de la gobernanza del estado y de la ciudad sepan ver el trabajo que hace la ciudadanía y abrazar estos proyectos.
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