Porros, golpes contra palabras
Durante el movimiento estudiantil de la UNAM en 1999 surgieron varios proyectos radiofónicos, desde la Ke Huelga que transmitía desde la Facultad de Ingeniería para toda la zona de Ciudad Universitaria, hasta Radio Pacheco, estación irreverente que transmitía en el CCH-Vallejo. Luego de que la Policía Federal Preventiva rompió la huelga y desmanteló las radios el 6 de febrero de 2000, estos proyectos fueron retomados por algunos de sus participantes, con cambios sustantivos en sus objetivos y alcance. Radio Pacheco fue la única (creo) que se mantuvo en territorio universitario, pero debió transformarse y cedió su lugar a Regeneración Radio (cien años después de la fundación del periódico anarquista del mismo nombre). Desde entonces ha crecido, tanto en participación como en calidad, convirtiéndose en un referente informativo importante respecto a todo aquello que los medios grandes suelen ignorar. De la “radio bocina” que era en sus inicios ahora transmite en FM a la zona norte de la Ciudad de México y por internet al resto del mundo.
El pasado 21 de septiembre, suspendieron sus transmisiones. Un grupo de casi 100 porros del grupo “3 de marzo” los atacó, desmanteló la estación del mismo modo que sus antecesores lo hicieron en el 2000, dejando a su paso dos heridos con arma blanca.
Muchos medios cubrieron la nota diciendo que había sido un “enfrentamiento entre estudiantes”, en ese modelo informativo que evita decir que un grupo armado atacó a otro grupo desarmado. También gustan decirle “enfrentamiento” cuando de un lado se sorrajan palabras y datos mientras el otro lado responde con golpes y cuchillos. Si a alguien no le gusta lo que dices, si a alguien tu opinión le parece molesta, puede llegar y golpearte y herirte, pues tu “agrediste” primero. La “legítima” defensa del puño contra la palabra.
Ya tiene tiempo que se intenta callar a Regeneración. No sólo porque hace uso del espectro radioeléctrico sin permiso, sino porque sus micrófonos organizan, convocan, pelean. A principios del milenio el grupo “3 de marzo” controlaba la escuela bajo el amparo, dicen, de la dirección del plantel. En el 2003 desde Regeneración se convocó a una manifestación que juntó más de dos mil personas, entre estudiantes, trabajadores académicos y administrativos. Lograron sacar a los porros, controlarlos. Desde entonces el colectivo trabaja en dos frentes, el radiofónico y el político.
Desde entonces los hostigan también desde dos frentes: los directivos desde la vía administrativa —que no legal— y el grupo 3 de marzo desde la vía directa: golpes, amenazas, robos, intimidación.
- En mayo de 2007 las autoridades de la UNAM organizaron un referendum para cerrar la estación. Fue un referéndum al clásico estilo priísta: profesores ofrecían puntos de calificación a quien votara por la expulsión, luego se colocaban junto a la urna para confirmar que el voto fuera en ese sentido. No recuerdo si ganaron en votos, pero perdieron en legitimidad, pues a pesar de los estímulos acudió a votar menos del 30% de la comunidad.
- En diciembre de 2009 integrantes del grupo 3 de marzo golpearon a un integrante de la radio dejando su rostro desfigurado.
- En julio de 2013, luego del periodo vacacional, se encontraron con que los cables del transmisor habían sido cortados y por tanto dicho transmisor se había quemado.
- En noviembre de 2013 la policía de Ciudad de México detuvo a dos integrantes del colectivo, acusándolos de “peligrosos anarquistas”.
- Durante 2015 se dio una escalada de agresiones, que fueron documentadas por la organización Artículo 19: el 14 de febrero golpearon a un integrante de la radio (a causa del ataque perdió el 80% de su vista); en agosto, luego que gente de Regeneración denunciara la presencia de porros en el plantel ante el jurídico universitario, se dio un “enfrentamiento” entre 7 estudiantes contra cincuenta porros y días más tarde otro estudiante fue atacado por cinco personas en el metro Pantitlán; el 10 de septiembre un integrante de Regeneración fue golpeado a la entrada de la escuela y el día 17 del mismo mes otro integrante de la radio fue golpeado afuera de la escuela causándole traumatismo craneal y desviación del tabique nasal (todo bajo la mirada cómplice de personal de vigilancia de la UNAM).
Frente a las agresiones que se sucedieron este año, Regeneración hizo las denuncias correspondientes, tanto por la vía institucional como a la opinión pública, al tiempo que llamó a la solidaridad y a la organización de los estudiantes. El 21 de septiembre anunciaron que dejarían de transmitir ante las crecientes amenazas, sin embargo ese mismo día un grupo de cien personas identificadas con el grupo “3 de marzo” atacaron su cabina armados de tubos, palos, navajas y armas de fuego, los desalojaron, desapareció el equipo, destrozaron el mobiliario, rompieron todo.
A pesar de que había dos heridos no dejaron entrar a los servicios de emergencia y las autoridades parecían estar de brazos cruzados, por lo que un grupo de estudiantes organizados decidió retomar las instalaciones. Lograron desalojar al “3 de marzo”, recuperar la escuela y permitir la entrada de ambulancias. Pero la radio sigue en silencio.
Según la definición de Desinformémonos, los porros son “agrupaciones organizadas para ‘actividades deportivas’ que son cooptadas por ciertos grupos políticos para generar inestabilidad y violencia, y así poder negociar puestos en las administraciones en turno”. Son tiempos de cambio de rector en la UNAM, la suspicacia es inútil cuando la estrategia es evidente. La cabina de Regeneración debe ser restaurada y quienes la desmantelaron ser castigados (de preferencia desnudando los intereses políticos de quien dio la orden del ataque).
Debemos (casi nunca uso esa palabra y ya lo hice dos veces sin poderlo evitar) indignarnos cuando alguien responde a las palabras y las opiniones con golpes y armas. Nos gusten o no nos gusten esas palabras.
En su propia voz:
Desinformémonos, sobre los porros:
Sin comentarios aún.