Tribunal Electoral de Chiapas: previsible e inútil

Los tribunales electorales locales, debido al ejercicio caciquil de los gobernadores, resultan organismos inútiles y caros. En lugar de contribuir a la consolidación de una democracia sin adjetivos, la obstaculizan.

¿Tiene sentido que exista un organismo como el Tribunal Estatal Electoral de Chiapas?

De ninguna manera, porque no tienen como propósito defender el voto, sino servir a los intereses del gobierno, del Verde y del PRI.

Es lamentable su actuación, no solo en el caso de Tuxtla, sino de varios municipios. Estas decisiones atrabancadas y servilistas han convertido al chiapaneco en el tribunal más impugnado del país, con una tercera parte de sus fallos que transitarán al Trife.

Tribunal

Con un tribunal así hemos perdido todos. Ha perdido el gobernador porque abre un conflicto innecesario que podría incluso volverse contra él. Perdemos los ciudadanos porque después de esta validación muchos, muchas, están desencantados con el sistema democrático que se desliza en reversa.

Han perdido también –y mucho– los magistrados del Tribunal porque han atizado el fuego y han golpeado la dignidad de un pueblo. Había, como dice el exmagistrado presidente del Tribunal Electoral de Chiapas, Julio Serrano Castillejos, mucha tela de dónde cortar y no se hizo. Su actuación de todos modos era previsible. A pocos sorprendió.

Esta situación se explica, de acuerdo a la analista Norma González, a que en Chiapas “los órganos electorales locales están totalmente cooptados” y “la utilización de programas federales y locales, la compra del voto, la intimidación y otras más, fueron prácticas utilizadas por el Gobierno del Estado para controlar el voto”. Pero eso no lo percibieron los magistrados.

Carlos Navarrete, todavía presidente del PRD, calificó a las elecciones en Chiapas como una regresión de 27 años, “a 1988-89, cuando la demanda principal era el respeto al voto”.

Con un Tribunal Electoral cooptado y sometido, ahora los esfuerzos de Palacio se concentran en el Trife para controlar a los ministros y ministras. Es menos probable, desde luego, y hay confianza en que se revoquen varias sentencias emitidas en Chiapas. Pero eso lo sabremos el mes próximo.

Septiembre será, por lo mismo, complicado. Será el mes de las definiciones. El mes de las sentencias definitivas. Y de las acciones ciudadanas. Aparecerán además los profesores y profesores que, como es tradicional, inician sus movimientos en fiestas patrias.

En Chiapas, demás está decirlo, no tenemos nada que celebrar. Hemos perdido todos. Hemos retrocedido casi tres décadas.

 

 

Sin comentarios aún.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Comparta su opinión. Su correo no será público y será protegido deacuerdo a nuestras políticas de privacidad.